Impresiones Session: Skate 4 aún queda muy lejos

Hace ya más de nueve años que llegaba al mercado Skate 3, la que probablemente ha sido la última gran apuesta dentro del mundo del videojuego por una obra centrada en este deporte. Son miles y miles los fans que diariamente piden a EA una cuarta parte de esta franquicia pero, frente a las negativas actuales de la compañía a ofrecer el producto a los usuarios, han aparecido un par de estudios independientes que buscan llenar el hueco dejado por sagas como la mencionada Skate o Tony Hawk's Pro Skater. Y uno de ellos, crea-ture Studios, lanza ahora el videojuego Session a través del Early Access.

Nosotros ya hemos podido estar disfrutando de lo que el acceso anticipado del título ofrece a día de hoy durante la última semana. Dedicamos unas cuantas horas al juego de la compañía y hemos comprobado de primera mano si la etiqueta de "sucesor espiritual de Skate" se le ajusta o le queda grande. Si queréis saber cuál es el resultado de la producción, os invitamos a que nos acompañéis en nuestras impresiones de Session.

Librando una batalla

Antes de entrar en materia, me gustaría remarcar que la situación actual de los videojuegos de skate es bastante peliaguda y, desgraciadamente, me recuerda bastante a la vivida con los videojuegos de tenis. Ante la escasez de grandes obras del género, dos pequeños estudios independientes intentan lanzar sucesores espirituales y se embarcan en una pelea entre sí para ser los primeros y más exitosos pero, también, contra sí mismos por aprovechar los recursos al máximo tratando de igualar la calidad de los triple A de antaño. Esta es la historia que vivimos con AO Tennis y Tennis World Tour el año pasado, llevando al mercado dos juegos que decepcionaron a los fans y que, lejos de demostrar que sigue habiendo hueco para el tenis, más bien conseguían el resultado opuesto. Y, ahora, la historia parece repetirse con Session y Skater XL pero, ¿tendrá el mismo y trágico desenlace? Eso es algo que solo el tiempo dirá.

También me gustaría dejar claro que, si bien en este artículo solo hablaré de Session, también he podido disfrutar en el pasado del acceso anticipado que ya está disponible en PC de Skater XL. Pese a que no voy a realizar una comparativa en profundidad de ambas obras para centrarme en la de crea-ture Studios, sí me gustaría aclarar que Session es el juego más "hardcore" de la pareja. Se trata de la entrega con menor componente arcade, en donde los trucos son más difíciles de completar, los controles más difíciles y profundos y las caídas están a la orden del día. Así, aunque Skater XL y Session ofrecen una experiencia basada en los Skate de EA, las apuestas se separan significativamente y avanzan por caminos con similitudes pero bien diferenciados.

La evolución del esquema Skate

Como bien he comentado, Session busca ser el sucesor espiritual de la saga Skate y, como tal, pone sobre la mesa una apuesta relativamente similar. Un mundo abierto a nuestra imaginación para saltar y deslizarnos sobre todo lo que veamos, un sistema de físicas relativamente realista y un amor incondicional por los cortos de skate al estilo Thrasher; esos son los pilares sobre los que crea-ture Studios ha asentado su videojuego.

Sin embargo, Session no se limita a traer de vuelta las apuestas del Skate de EA sino que busca, con ambición desmedida, hacer evolucionar al propio género. Para ello, como ya hiciera Skate en su momento frente a Tony Hawk's Pro Skater, Session cambia el esquema de controles al que nos hemos acostumbrado para dar aún más libertad de movimiento y profundidad. El juego hace que cada uno de los sticks del mando controle los respectivos pies de nuestro protagonista y deja el movimiento del monopatín a derecha izquierda a los gatillos.

En este sentido, el estudio ha logrado lo que Electronic Arts lograba con el primer Skate, que es transformar el género para hacernos sentir mucho más encima de la tabla. Tenemos un control absoluto y eso se nota, para bien y para mal. Para bien porque podemos realizar los trucos de forma mucho más intuitiva, sin necesidad de memorizar combinaciones de botones arbitrarias, y porque conseguir realizar los trucos complicados es algo realmente gratificante. Pero, asimismo, para mal porque hace del juego algo mucho más exigente, no apto para cualquier tipo de jugador; necesitaremos horas solo para acostumbrarnos a este tipo de controles y no es raro fallar en los trucos por un mal timing o una ejecución incorrecta.

No obstante, el principal problema a nivel jugable nos lo encontramos en el uso de los gatillos para desplazar el peso de nuestro personaje y permitirnos girar. Pese a que, a priori, debería ser simplemente acostumbrarse, lo cierto es que no llega a resultar cómodo nunca. El principal problema viene de que el giro que realizamos con los gatillos no es progresivo sino escalonado, por lo que perdemos mucha precisión. Es decir, el giro es por cada toque del gatillo de, pongamos, 5 grados (no es un dato real, solo para ejemplificar), por lo que es imposible girar lo necesario y tan solo lo hacemos en saltos de 5 en 5 grados. Así, alinear la tabla con obstáculos pequeños como barandillas o bordes para realizar grinds resulta todo un suplicio.

Un largo camino por delante

Session se echa a la espalda una carga muy pesada cuando quiere ser el sucesor de una saga como Skate, y eso se nota. Las obras de EA eran auténticos triple A con valores de producción a los que el proyecto aquí resaltado ni se acerca. Esto, de por sí, no tiene por qué ser malo pero, en un videojuego de skate que aboga por el realismo, tener un sistema de físicas impecable es prácticamente una obligación. Y sí que es cierto que Session aún está en Early Access, pero tiene muchos detalles por pulir. Las físicas responden de forma extraña a veces, las animaciones se sienten poco naturales, los bugs y glitches están a la orden del día y el apartado visual no resulta nada del otro mundo.

Obviando lo anterior, también es cierto que crea-ture Studios ha puesto unas grandes bases sobre las que trabajar. El resultado tiene la personalización necesaria, un sistema de control novedoso y arriesgado, la ambición de llevar más allá la propuesta de Skate y, desde luego, calidad en lo jugable. Sin embargo, el apartado técnico, el control de la tabla y un mundo por ahora algo vacío indican que queda un largo camino para llevar con orgullo la etiqueta de sucesor de Skate. El acceso anticipado de Session deja sentimientos encontrados y la sensación de que Skate 4 queda aún muy lejos.