Siempre he dicho que la idea de que podamos tener canales abiertos de forma casi constante con los que enterarnos en tiempo real de cualquier cosa que le ocurra al creador de contenido que toque en ese momento me parece algo sacado de la serie de Black Mirror. No es raro ver cómo algún streamer se convierte en noticia por protagonizar una tragedia que parece recién sacada de un universo distópico, pero aquella de la que os quiero hablar aquí es más una bofetada de realidad. Lo habéis leído en el titular: muere un streamer de forma trágica tras quedar exhausto haciendo directos. Os resumo lo que ha pasado a continuación.
Lo cierto es que uno no sabe cómo se le queda el cuerpo después de enterarse de algo así. Sobre todo, teniendo en cuenta que todo esto forma parte de los streams; algo de lo que cada vez más gente depende a diario en cuanto a ocupar sus horas de ocio con algo. ¿Qué pensáis vosotros y vosotras de esta historia? Os leo en los comentarios.
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