La sorpresa puede ser una de las experiencias más gratificantes en el mundo de los videojuegos. Enfrentarse a un título del que no se sabe absolutamente nada y descubrir que estamos ante algo completamente original y necesario para el género es una sensación que no sucede con frecuencia. Esto es exactamente lo que ocurre con Clair Obscur: Expedition 33, un RPG que desde los primeros minutos consigue atraparte con una narrativa envolvente que te hace empatizar rápidamente con sus protagonistas: Gustave, Lune y Maelle.
La historia que van desgranando estos personajes mezcla emoción, tristeza y superación, creando una narrativa sorprendente que deja con ganas de más tras finalizar este adelanto. El juego demuestra que aún hay espacio para la innovación en un género tan saturado como el RPG, ofreciendo una experiencia que combina elementos familiares con ideas frescas y originales. Aunque claramente inspirado en gigantes japoneses como Final Fantasy, Clair Obscur tiene una estética distintivamente europea, con personajes elegantes y realistas como Gustave, cuyo aspecto podría recordar al actor Robert Pattinson, alejándose de los diseños extravagantes típicos de los JRPG.
Clair Obscur presenta un mundo con un tono oscuro y melancólico de gran riqueza conceptual. La historia gira en torno a Gustave y Lune, quienes forman parte de la última expedición que intenta desafiar a la Paintress, una figura divina que cada año mata a grupos enteros de personas al pintar un número en un monolito. Cualquier persona de esa edad se desvanece instantáneamente, al estilo de Infinity War.
Durante mi avance, pude explorar la región de Aguas Voladoras, un escenario que recuerda al fondo oceánico, recogiendo restos de expediciones anteriores dispersos entre los corales. El reencuentro de Gustave con su hermana adoptiva Maelle, perdida en una mansión que existe más allá de los límites del tiempo y el espacio, fue uno de los momentos más emotivos. Esta narrativa, que parece tener un enfoque literario basado en las emociones y miedos de los personajes, construye un universo rico en detalles y misterios por descubrir.
El primer contacto con Clair Obscur puede resultar algo desconcertante. Inicialmente, el juego parece bastante lineal, con escenarios que dan la sensación de ser simples pasillos donde avanzar y participar en combates ocasionales. Sin embargo, esta es una impresión engañosa.
A medida que se progresa, los escenarios comienzan a abrirse gradualmente, permitiendo una exploración más libre y revelando un diseño de niveles muy bien conseguido. Aunque no es un mundo abierto al estilo de otras producciones recientes, Clair Obscur opta por regiones lineales con puntos de descanso similares a los clásicos "save points", pero construidas con la amplitud suficiente para permitir aventuras fuera del camino principal, incluyendo jefes opcionales. El mapeado se desenvuelve como si de un cuento se tratara, permitiendo al jugador elegir su camino, aunque la narrativa principal mantenga cierta dirección.
Quizás uno de los aspectos más destacables de Clair Obscur es su sistema de combate por turnos, comparable en calidad e innovación con lo visto en la saga Persona, pero con un enfoque revolucionario. Este sistema mantiene al jugador constantemente enganchado gracias a su originalidad y dinamismo, mezclando elementos tácticos tradicionales con mecánicas basadas en la habilidad y los reflejos.
Inspirado por el sistema de paradas de Sekiro, Clair Obscur implementa elementos de QTE (eventos de tiempo rápido) en ambas fases del combate. Cada ataque requiere algún tipo de entrada, ya sea respondiendo a indicaciones que prueban los reflejos o apuntando manualmente a los objetivos. Los ataques más complejos encadenan varios QTE, proporcionando una mejor sensación de energía cinética en cada fase del combate.
Donde realmente brillan los elementos de acción es en la fase defensiva. A diferencia de otros juegos por turnos donde simplemente observas cómo un jefe ataca a tu equipo, aquí puedes esquivar, saltar o parar cada golpe entrante, y las deflexiones perfectas desencadenan poderosos contraataques. El director creativo Guillaume Broche asegura que incluso es posible completar todo el juego sin recibir un solo golpe, incluida la batalla final.
Cada personaje dispone de puntos de acción que aumentan gradualmente con los turnos (idea inspirada en los sistemas de maná de los juegos de cartas). Las paradas exitosas reembolsan un punto de acción, incentivando al jugador a dominar el tiempo de parry: cuanto mejor te defiendas, mejores ataques podrás desencadenar en el siguiente turno.
El conjunto de habilidades de cada personaje es único, lo que los convierte en individuos significativos tanto dentro como fuera del combate. Cada uno cuenta con habilidades especiales con mecánicas específicas: Lune puede "manchar" a los enemigos con sus hechizos para luego consumir esas manchas e infligir un gran daño, mientras que Maelle puede cambiar entre diversas posturas que alteran sus estadísticas según los ataques que utilice.
El sistema de progresión promete ser igualmente profundo. Cada nivel alcanzado permite mejorar las estadísticas de cada personaje al estilo de Dungeons & Dragons, así como elegir una nueva habilidad del árbol de habilidades. Además, existen los Pictos, amuletos que proporcionan habilidades pasivas que cambian las tácticas (como parries que otorgan un punto de acción extra), junto con las propiedades únicas de las armas que cada miembro del grupo empuña. La combinación y mejora adecuada de estos elementos puede desbloquear sinergias salvajes y destructivas.
El diseño de personajes muestra un nivel de detalle y calidad que parecían olvidados en los últimos lanzamientos de grandes producciones. Hace tiempo que no se veían personajes tan bien diseñados, capaces de transmitir tanto en cada interacción y diálogo, con voces bien actuadas que dan vida a cada escena.
En cuanto al apartado artístico general, Clair Obscur presenta un mundo tétrico que destaca por su belleza y originalidad. A pesar de mostrar ocasionalmente una cierta capa de niebla, los acabados y detalles tanto de enemigos como del entorno crean una inmersión total en este soberbio mundo de fantasía. La región de Flying Waters, con su estética de fondo oceánico y restos de expediciones anteriores dispersos entre corales, ejemplifica el cuidado puesto en cada escenario.
Gráficamente, el juego es notable y técnicamente rinde muy bien, sin fallos destacables durante las casi cuatro horas que duró esta prueba preliminar. El apartado sonoro brilla especialmente con melodías que encajan perfectamente con la atmósfera del juego, contribuyendo a la inmersión total del jugador.
Durante la exploración, el juego ofrece desde encuentros relativamente mundanos (como disparar a tres símbolos para desbloquear botín) hasta momentos etéreos (un PNJ infantil desvaneciéndose como una pintura antigua) o genuinamente divertidos, como encontrarse con Noco, un pincel parlante francófono que vende sus mejores mercancías siempre que estés dispuesto a enfrentarte a su forma gigante de jefe.
Esta variedad de situaciones y personajes contribuye a crear un mundo vivo y lleno de sorpresas, donde cada rincón puede esconder un tesoro, un enemigo formidable o un personaje carismático con el que interactuar.
Clair Obscur: Expedition 33 se presenta como un juego absolutamente original al que vale la pena dar una oportunidad. Todo indica que podría convertirse con el tiempo en un RPG de culto, gracias a su combinación de narrativa envolvente, sistema de combate innovador y un diseño artístico excepcional.
Este adelanto deja claro que estamos ante una propuesta fresca y necesaria para los amantes del género RPG, que logra diferenciarse de la oferta actual con personalidad propia y mecánicas bien implementadas. El bucle de juego que alterna momentos cerebrales de planificación táctica con estallidos de acción basados en reflejos podría resultar un poco brusco para los fans más tradicionalistas del combate por turnos, pero desde mi perspectiva, es precisamente el enfoque fresco que el sistema ha necesitado durante mucho tiempo.
Clair Obscur: Expedition 33 promete ser una experiencia más involucrada y dinámica que no hace concesiones al público amante de la acción, sino que evoluciona el combate por turnos hacia nuevas y emocionantes direcciones.
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