De Hearthstone, reconozco que me gustan muchas cosas. Su arte, sus efectos, su variedad mecánica, su magnífica adaptación del igual de magnífico universo Warcraft... Razones para hablar bien de la obra de Blizzard, por supuesto, me sobran, pero una de las más inusuales es la matemática. Sí, la "matemática" como la "asignatura de curso cuyo color de cuaderno es azul" o como la "materia que se vuelve menos interesante una vez se fusiona con letras"; esa matemática. Porque Hearthstone, como bien sabrán, es fundamentalmente un juego de cálculo, y Asesinato en el Castillo Nathria nos lo viene a recordar.
"¿Pero, Ronald, de qué disparates estás hablando ahora?", se preguntarán ustedes -otra vez-. "Son matemáticas, illo'", insistiré yo. Y es que eso es, precisamente, de lo que se trata el nuevo ejemplar que el equipo de Blizzard, una vez más, nos ha permitido desvelar: Tótem de recuerdo de la fiesta, un esbirro poco común exclusivo de Chamán que, como verán a continuación, puede convertirse en el futurible terror de los mazos de Control:
Por supuesto, mi grata sorpresa no es gratuita, sino que tengo 4 motivos para sentirme plácido por tan solo ver esta inédita tarjeta:
Aunque, a priori, el Tótem de recuerdo de la fiesta se vea inofensivo, ya que los tótems básicos no son precisamente el pináculo de poder en Hearthstone, no me caben dudas en que Asesinato en el Castillo Nathria apuntará a aún más sinergias que conviertan a tal arquetipo en uno factible. Si no, en el "peor" de los casos, será una increíble herramienta para el regreso de Chamán Evolve, o un más que disfrutable souvenir de mi renovación de votos con Hearthstone este 2 de agosto.
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