Pongamos en contexto primero: en las últimas horas, ha surgido una polémica en torno a las compañías de videojuegos que apuestan por realizar numerosas horas extras como método para llegar a tiempo a la entrega del proyecto. Saltó la noticia ayer con Rockstar pero era algo que se sabía desde hace mucho tiempo. Ahora, aprovechando el momento, SEGA ha decidido explicar que ha reducido en un 85% los trabajadores de sus filas que trabajaban más de 60 horas semanales.
Se ha comunicado mediante un informe de 150 páginas que detalla otros cambios de la marca y entre los objetivos de SEGA es eliminar las horas extras y las jornadas de trabajo superiores a las 45 horas en las filiales relacionadas con los videojuegos. Todavía queda un porcentaje de trabajadores que usan esta técnica de trabajar más (cobrando) pero, es de esperar, que se reduzcan casi en su totalidad. Otras medidas adoptadas es realizar cursos y talleres para aumentar la productividad, entrenar a los encargados o ajustar el volumen de trabajo para no cargar demasiado a los empleados.
Estas normas irán siendo revisadas para lograr que el 100% de sus trabajadores concilien con normalidad vida laboral con vida familiar, algo que todavía no es habitual en los videojuegos, sobre todo en las fases finales de desarrollo.
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