Los hack and slash encontraron su máximo apogeo en la primera década de los 2000. Durante este tiempo, numerosas sagas icónicas como God of War, Bayonetta y Darksiders nacieron para elevar su fantástico legado hasta los cielos, obsequiándonos aventuras de gran calibre que sobresalían en todo lo que se proponían. Sin embargo, entender la historia y desarrollo del género pasa por concebir la influencia de Devil May Cry, uno de los máximos iconos históricos del videojuego y figura paternal de los «corta y raja» modernos.
Desde su primera aparición en 2001 hasta su más reciente acto de presencia en 2019, la obra de Capcom es símbolo del medio interactivo y, más aún, de los juegos de acción. Las aventuras de Dante y compañía han estado perpetuamente enmarcadas en un aura estilizada que las hace fácilmente reconocibles a kilómetros, pues es imposible ver dos pistolas juntas, una dupla de hermanos que pelean a muerte o la expresión "Jackpot!" sin pensar en la obra maestra ideada por Shinji Mikami y continuada por Hideaki Itsuno.
Claro está, toda saga histórica tiene sus altibajos, y Devil May Cry no es la excepción. La franquicia ha experimentado sus momentos oscuros e, incluso, ha estado cerca de perecer en un par de ocasiones. Aun así, el baluarte de Capcom se ha mantenido firme ante las incertidumbres hasta convertirse en el maravilloso titán que es hoy, así que repasamos su legado ordenando todas sus entregas de peor a mejor según Metacritic.
Después de que la primera iteración de la saga fuese un clásico instantáneo, Devil May Cry 2 se encargó de tirar todo por la borda. Capcom ni siquiera avisó a Kamiya de que se estaba trabajando en una secuela sobre su preciada creación, sino que este se enteró mientras él y su equipo trabajaban en la localización de Devil May Cry para Occidente. En su lugar, Itsuno tomó las riendas y se encargó de liderar el proyecto; uno que, huelga aclarar, no es el peor valorado de la franquicia por críticos y prensa especializada por casualidad.
Con un Dante desprovisto de alma, una historia completamente intrascendente, jefes desabridos y un combate repetitivo que puede reducirse a disparar hasta que todas las barras de vida enemigas bajen a cero, Devil May Cry 2 carece de todo lo que caracterizó a su predecesor. Los fanáticos de la IP incluso tienden a desestimar su existencia por lo cerca que estuvo de conducir la saga al desastre e impedir que más juegos fuesen producidos.
¿Merece la pena jugarlo a día de hoy? Aunque el abismo se ve muy de cerca mientras juegas a Devil May Cry 2, siendo que se trata genuinamente de un mal videojuego y no hay problema si lo omites, yo siempre defenderé vivirlo por cuenta propia. Son pocas horas de sufrimiento a cambio del sentido de pertenencia que supone formar parte del amplio colectivo de personas que, prácticamente a niveles culturales, sienten desprecio por la entrega y encuentran regocijo en desdeñarla juntos. Eso también tiene valor.
Dando un salto de calidad más que considerable, el siguiente juego en la lista es Devil May Cry 4. Como se puede apreciar, la cuarta entrega enumerada se encuentra en números verdes, pues se trata de un hack and slash sumamente competente que, si bien no superó a su predecesor más inmediato, resulta muy disfrutable y valioso para el universo de la saga, sobre todo por la adición de personajes como Nero.
Ciertamente, el título sufre de una insoportable dosis de backtracking, obligándote a pasar por los mismos niveles con mucha más regularidad de lo que deberían, y las representaciones tanto de Trish como de Lady dejan mucho que desear. Pese a ello, es una divertida evolución jugable con un sólido aporte argumental, proponiendo jefes creativos y variados a la par de la típica espectacularidad a la que Devil May Cry nos tiene acostumbrados.
¿Merece la pena jugarlo a día de hoy? En efecto. Ocasionalmente, producto de la época en la que fue publicado, el juego puede ser embarazoso, pero nada más por la jugabilidad ya es merecedor de una oportunidad, y sobre todo por la inclusión de Nero como personaje vital para entender la secuencia cronológica de la saga.
Obviando que existe un consenso prácticamente unánime respecto a su supremacía sobre el resto de entregas, Devil May Cry 3: Dante's Awakening comparte la puntuación de Devil May Cry 4 de acuerdo con los registros de Metacritic. Aunque entre la crítica triunfó la noción de que era un producto altamente superior a Devil May Cry 2 -algo no muy difícil de lograr, todo sea dicho-, la tercera entrega enumerada se antojó muy difícil para un gran número de críticos, lo cual condujo a una baja en su valoración general.
No obstante, es imperativo enfatizar que su promedio no refleja con exactitud la realidad actual que se percibe sobre Devil May Cry 3, normalmente considerado como una creación adelantada a su época y el mejor juego de toda la saga. Aun tras dos décadas, todo lo que propone el primer juego de la cronología de Devil May Cry se siente avanzado, refinado con una espectacularidad incomparable y derrochando vistosamente una fijación por el estilo que, a día de hoy, sigue sin competidor alguno.
¿Merece la pena jugarlo a día de hoy? Como alguien que recién vino a jugarlo por primera vez en 2023, sin lugar a dudas. Devil May Cry 3 es un claro contendiente al mejor hack and slash jamás creado, y resulta inconcebible pensar que un videojuego con tal grado de personalidad, grandilocuencia y trascendencia pueda ser tildado con cualquier adjetivo menor a obra maestra.
Por más sorprendente que pueda parecer, DmC: Devil May Cry es el tercer videojuego de la saga con mejor valoración en Metacritic. El reboot de Capcom trajo consigo muchísimas represalias debido al rediseño de Dante, el cual adoptó una personalidad y estética más joviales en aras de apelar a un mayor público, pero lo que consiguió fue el desprecio de una comunidad que, tras cinco años desde Devil May Cry 4, esperaban volver a su ídolo de pelo blanco.
En cualquier caso, la crítica reconoció el notable aporte de este reinicio, el cual destacó especialmente en su jugabilidad, su diseño de niveles y su banda sonora. Con un Dante multidimensional y bien desarrollado, una gran ambientación, una banda sonora sobresaliente y mecánicas que no tienen nada que envidiarle al resto de entregas, DmC: Devil May Cry se posicionó como un título inadecuadamente juzagado y omitido.
¿Merece la pena jugarlo a día de hoy? Tanto si eres una persona que nunca ha jugado un título de la saga como si eres un veterano, el reboot es recomendable por muchas razones. Si es tu primer Devil May Cry o tu último, su experiencia encaja en cualquier contexto debido a que, ante todo, es un gran hack and slash, así que puede ser gratamente aprovechado para introducirte a la franquicia o, en su defecto, para oxigenarte un poco de su línea tradicional.
Junto a Devil May Cry 3, Devil May Cry 5 es de los nombres más recurrentes en la discusión de cuál es el mejor Devil May Cry. Los años de experiencia de Capcom se notan palpablemente, pues el juego es la máxima expresión de su linaje en materia jugable, cinemática, gráfica y hasta sonora, ofreciendo un producto robusto y compacto al que difícilmente se le pueden achacar pegas significativas que atrofien su maravilloso resultado final.
Sus pegas son pequeñas pero numerosas, pues hay quejas en torno a su ambientación, su linealidad, las secciones protagonizadas por el personaje V y, sobre todo, la facilidad con la que el combate se presenta. En este sentido, a diferencia de la satisfación y recompensa que ofrecía Devil May Cry 3 por lo exigente de sus enfrentamientos, Devil May Cry 5 se siente como un parque de juegos en el que el usuario da rienda suelta a sus capacidades de ejecutar combos imposibles.
¿Merece la pena jugarlo a día de hoy? Empero a lo anterior, pues es una valoración general y no absoluta, Devil May Cry 5 es fácilmente uno de los mejores hack and slash que he jugado en mi vida, así que sí. No es tan desafiante como entregas anteriores pero sigue siendo una experiencia divina mecánica y sensorialmente hablando, de manera que es más que justo detentor del título como el segundo Devil May Cry mejor valorado de la historia.
El primer Devil May Cry es, a su vez, el favorito de la crítica, ya que se posiciona en el pináculo de esta lista con un altísimo 94 en Metacritic. La primera aparición de Dante es un clásico de clásicos, habiéndose encargado de institucionalizar un género que, para la época, aún carecía de representantes que verdaderamente generasen sensaciones en el imaginario colectivo.
Si bien en un principio iba a ser otro Resident Evil, la genialidad de Mikami permitió que sus ideas se aprovechasen para crear una obra atemporal que, incluso siendo de 2001, se siente fenomenal a día de hoy. Es innegable que su cámara, sus niveles de agua y la repetitividad de sus jefes son elementos molestos, pero nada pueden hacer ante el derroche de carisma, profundidad y originalidad que muestra esta opera prima.
¿Merece la pena jugarlo a día de hoy? Absolutamente. No hay mejor manera para introducirse a la saga Devil May Cry que a través del videojuego que lo comenzó todo. Aunque no es el primero cronológicamente, no es el mejor en lo jugable ni en lo argumental y no es el más destacado en términos audiovisuales, Devil May Cry es tremendamente disfrutable y tan avanzado a sus tiempos que no me sorprende que no haya otra entrega con mejor valoración.
Con 23 años en su historial, Devil May Cry se ha convertido en una franquicia multimedia, de manera que presenta más que solo sus entregas principales. La saga tiene un manga, tiene un anime y una serie de televisión, mas también tiene un videojuego adicional que, tanto por su baja calidad como por su naturaleza para móviles, normalmente es omitido en las discusiones alusivas a la saga, pero asimismo vale la pena echarle un vistazo en pos de conocerlo.
El peor juego en la historia de la saga Devil May Cry, dentro y fuera de Metacritic, es sin lugar a dudas Devil May Cry: Peak of Combat. Este trabajo surge de la colaboración de CapCom con el estudio desarrollador NebulaJoy, el cual promete ser capaz de replicar la experiencia adrenalínica de la retahíla de juegos principales pero que, en cambio, se siente como un título mediocre en el mejor de los casos.
Su monetización agresiva, la cual prácticamente te obliga a invertir dinero para poder disfrutar de la obra en sí, es el núcleo crítico de una valoración generalmente negativa. El combate no está a la altura, carece de ideas originales y no es efectivo en su objetivo de equiparar las sensaciones generadas por sus principales influencia.
¿Merece la pena jugarlo a día de hoy? Tanto en el mercado gratuito como en el de pago, existen muchas mejores alternativas para móviles, así que no merece jugarlo prácticamente bajo ninguna circunstancia, salvo que sea para saciar la curiosidad de cómo ha llegado a ser tan poco recomendable.
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