Los retrasos están a la orden del día, eso es bien sabido por todos, extraordinario es ahora el lanzamiento que se efectúa en la fecha en la que originalmente estaba planeado. Echo la vista atrás en este mismo año 2016 y podemos decir que Mirror’s Edge Catalyst se retrasó, al igual que Deus Ex: Mankind Divided, Uncharted 4, The Division, Quantum Break, No Man’s Sky, entre otros; es increíblemente sencillo enumerar una lista de juegos que llegaron al mercado más tarde de lo previsto, y sorprendentemente más complicado enumerar juegos que sí llegaron en la fecha prevista: Dark Souls III, DOOM, Overwatch, por decir algunos y, aún así, no estoy del todo seguro de que ninguno de estos juegos no sufriese un retraso.
Parece que ya nos hemos acostumbrado, cuando anuncian un juego en ocasiones hasta hacemos una porra “¿Horizon: Zero Dawn para 2016? Já, este se va a 2017 fijo”, ¿cuántos de vosotros dijisteis algo similar? Podéis cambiar “Horizon” por “Scalebound”, “Gran Turismo Sport”, “The Legend of Zelda: Breath of the Wild” u “Outlast 2” por decir algunos, yo confieso haber hecho esa “apuesta” en numerosas ocasiones y casi siempre salir victorioso. Esta es una mala costumbre de los últimos años en el sector, sin embargo, parece y me llama la atención, como son los juegos que más años llevan a sus espaldas los que más revuelo causan cuando son retrasados.
Final Fantasy XV debería salir a finales de este mismo mes, incluso se celebró un gran evento para desvelar esa fecha de lanzamiento largamente esperada “30 de septiembre de 2016”, es decir, unos 9 años después de su anuncio oficial cuando aún era conocido como Final Fantasy Versus XIII, este retraso ha propiciado que Kingdom Hearts HD 2.8 Final Chapter Prologue se vaya a 2017 estando anunciado para diciembre de este mismo año de manera previa; pero esta recopilación final de Kingdom Hearts no ha sido ni mucho menos el retraso más sonado de la semana, ha habido otros como el de South Park: Retaguardia en Peligro, o Ni-Oh que presentado en 2005 desapareció hasta 2015 y fue fechado para 2016, aunque retrasado hasta 2017. Esta vez ha sido The Last Guardian el que se ha llevado el gato al agua, la espera estaba a punto de acabar, el próximo 24 de octubre lo tendríamos por fin en nuestras consolas, sin embargo y en una especia de puja con Final Fantasy XV un retraso le ha impulsado hasta el 7 de diciembre.
No os voy a mentir The Last Guardian es el juego que más espero del año, y uno de los que más deseo jugar durante los últimos años; no voy a decir que soy de los que se compró una PlayStation 3 por él, pero sin duda puedo afirmar que cuando me hice con una PlayStation 4 fue, en parte, pensando en que este proyecto renacería tal y como hizo en el E3 de 2015. Con toda esta información sobre la mesa, sería un hipócrita si afirmase que el retraso de The Last Guardian no me ha molestado, sin embargo y reflexionando sobre el mismo, en estos instantes solo tengo un pensamiento en la cabeza sobre este tema: si el retraso va a hacer de él un juego mejor, que se retrase pues.
Final Fantasy XV o The Last Guardian son títulos que serán lanzados con un plus de presión, les llevamos siguiendo la pista durante años y contamos con que sean excelentes videojuegos, si eso no termina por ser así el día de su lanzamiento seremos los jugadores los primeros en lamentarnos, hemos esperado años para jugarlos y el momento está ahora a la vuelta de la esquina; un mes o dos más no nos va a hacer daño, pero les ayudará a ser mejores juegos cuando salgan a la venta, pues en ese mismo instante deben de ser ya perfectamente competentes; los jugadores no olvidamos, y si un juego sale a medio hacer lo recordamos más por lo que fue, que por lo que acabó siendo. Echemos la vista atrás y miremos juegos como Battlefield 4, Assassin’s Creed Unity o Batman: Arkham Knight en PC, pueden ser títulos más o menos corregidos, pero arrastran desastrosos lanzamientos que el jugador no olvida. Un título que lleva una gran cantidad de años en desarrollo no puede permitirse salir al mercado sin estar 100% perfecto.
En Areajugones hemos jugado tanto The Last Guardian como Final Fantasy XV y os hemos ofrecido nuestras respectivas impresiones, son dos juegos que nos tienen encandilados, pero en el momento en el que los jugamos necesitaban un trabajo de pulido. Lamentablemente el tiempo desde que nos pusimos a los mandos la primera vez y hasta el lanzamiento oficial no ha sido suficiente para subsanar esos errores, ¿qué es más inteligente aplazar el lanzamiento o sacar una versión sin terminar al mercado? Puedo estar esperando con muchísimas ganas el juego, pero atrásalo si es necesario para que la experiencia sea la mejor posible.
Y entiendo perfectamente el mosqueo general, “¿no han tenido tiempo de hacer las cosas bien en 10 años?”, son desarrollos increíblemente largos y problemáticos; si habéis seguido la información de estos títulos sabréis que han sido desarrollos interrumpidos que, además, han sufrido un cambio de generación. Esos 10 años no son tantos teniendo estos datos en cuenta, y como en cualquier otro proceso creativo cabe comprender que los responsables quieran ofrecer el mejor resultado posible el día uno, ¿o es que acaso os gustaría leer un libro con numerosas faltas ortográficas con tal de leerlo antes, o ver una película en la que la edición aún no está terminada solo por poder verla antes?
Aunque lo parezca no pretendo quitar la culpa del retraso a estos estudios, ellos dieron una fecha y no la cumplieron; el peso de haber fallado a su audiencia está bajo sus hombros, pero el problema realmente no reside en los desarrolladores que ven cómo una tarea llega a la fecha límite sin estar 100% lista, si hay que culpar a alguien es a las editoras que presionan con una fecha. El problema con los retrasos no es el retraso en sí, el problema es que se da la fecha con demasiada antelación; bajo mi opinión la mejor solución para ahorrar al estudio salir a dar la cara, a pedir disculpas a sus aficionados, es mantener la fecha de lanzamiento estimada en privado, y solo hacerla pública cuando todo el equipo esté totalmente seguro de que el juego estará listo para entonces; creo que así la presión y la sensación de trabajar contra el reloj que sufren los desarrolladores se reduciría, y la relación con el consumidor al que le dan lo que quieren en la fecha que prometen mejoraría. Puedo estar equivocándome, tal vez lo mejor sea un precoz anuncio de la fecha de lanzamiento acompañada de un espectacular tráiler, que haga que montones de compradores potenciales vayan a reservar un juego que, seguramente, no salga cuando se dice que saldrá, sin embargo, lanzamientos recientes como No Man’s Sky apoyan mi teoría de que tal vez no sea lo más conveniente precipitarse.
Aunque como jugadores a veces nos duela tardar en conocer la fecha en la que se pondrá a la venta el juego que más esperamos, como distribuidores quizá deberíais saber que lo mejor para vosotros, y para nosotros, es que os guardéis esa fecha hasta estar seguro de que podéis cumplirla. En cuanto a The Last Guardian o Final Fantasy XV, hemos esperado unos 10 años, podemos esperar unos meses más tras este último retraso si eso hace que los juegos que nos lleguen sean mejores.
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