El 5 de enero siempre es una fecha especial, por la ilusión y la magia que despierta la víspera de los Reyes Magos y, en cierto modo, la magia es algo que vamos a tratar hoy, con esta obra tan maravillosa de Platinum Games y de la mente de uno de los autores más prestigiosos de Japón en la actualidad, como es un Hideki Kamiya que, en su haber como director, cuenta ni más ni menos con títulos de la envergadura de Resident Evil 2, Devil May Cry y Okami entre otros.
No es de extrañar que este señor haya sido y siga siendo tan laureado en todo el globo; aunque bien es cierto que en los últimos años ha estado envuelto en polémica, sobretodo tras la cancelación del que iba a ser su gran proyecto en exclusiva para Xbox One, que no es otro que Scalebound.
Al bueno de Kamiya no se le ha vuelto a ver en activo desde entonces, ni siquiera podemos dilucidar en qué proyecto está ahora mismo embarcado, de estarlo, de hecho. Quizás esté con la tercera parte del videojuego del que profundizamos hoy, sería una excelente noticia, no cabe duda. Y es que, con este tercer título, anunciado en The Game Awards en exclusiva para Nintendo Switch, también vino acompañado de la revisión de sus dos predecesores para la última consola de la compañía de Kyoto.
Por eso, la bruja Bayonetta está en boca de todos en la actualidad, y más mérito aun, si tenemos en cuenta que llegó a territorio norteamericano un 5 de enero de 2010, y 3 días más tarde al viejo continente europeo.
Si se me permite, voy a contar la anécdota personal de cómo fue mi descubrimiento de Bayonetta.
Un 8 de enero de 2010, mismo día de puesta en venta de Bayonetta para PlayStation 3 y Xbox 360, yo me encontraba en una de las principales cadenas de comercialización de videojuegos en España con la intención de adquirir el DJ Hero, afortunadamente, y dadas las fechas posteriores a los regalos navideños y de Reyes Magos, estaba agotado en todas las tiendas de esa misma cadena de mi ciudad.
Al echar un poco la vista arriba, observé en una cristalera detrás del mostrador la portada de Bayonetta, y me llamó fuertemente la atención; por 2010, aunque tenía mucho contacto con los videojuegos, no estaba tan informado como hoy, y no había oído hablar de Bayonetta, además, género hack 'n' slash tampoco era de mis especial agrado. Pero, aun así, le pregunté al chico que me atendía su opinión por el juego, y me contestó: "Es un juego de rol y acción que está triunfando en Japón". Parecía la típica cita que escoge la compañía, de una reseña en un medio digital, que posteriormente incluye en un tráiler poslanzamiento del título.
-Los Action RPG me gustan- pensé, así que decidí llevármelo a casa en su versión para PlayStation 3, o mejor dicho, en su infame port de Xbox 360 para PlayStation 3. Nada más comenzar me di cuenta que de Action RPG no tiene nada, pero aun así, y sin ser amante del género hasta entonces, me sentía muy bien apretando botones de forma secuencial aun sin tratarse de -quick time events-, era como si mis dedos estuvieran danzando sobre el Dualshock 3. Nunca había sentido una experiencia tan grata a nivel jugable puro y duro como hasta ese momento.
Bayonetta es desafiante, pero no injusto, invita a repetir, repetir y volver a repetir hasta alcanzar la excelencia en forma de 'S'. Porque si fallas, sabes que no ha sido por un fallo del juego, es tu culpa por no tener la suficiente habilidad, pero en lugar de frustrarte, lo que querrás es volver a intentarlo una y otra vez, porque conoces muy bien cuál es la meta, y que lo conseguirás a base de horas. Desde el primer instante, el juego de Platinum Games te deja ver hasta donde puedes llegar, pero también te dice que debes sudar para conseguirlo.
Es uno de esos títulos que en su primera entrega no logró alcanzar demasiadas ventas, pero aun así la crítica fue casi unánime a la hora de puntuar la obra de Hideki Kamiya con un sobresaliente; es quizás por eso que Nintendo apostó fuerte por su secuela, y ahora por la tercera parte. Porque da buena imagen de marca, porque todos los jugadores lo saben y, teniendo en cuenta que sigue siendo una franquicia muy de nicho incluso a día de hoy, saben que Bayonetta es el culmen en el hack 'n' slash; aunque este género no sea demasiado popular, cualquier aficionado es capaz de apreciar lo excelso de esta obra, quizás en la cumbre.
Tal vez, hasta la fecha, sea el texto más personal en esta serie de artículos con el nombre -365 días, 365 juegos-; pero una vez llegados hasta aquí, iba a comentar detalles sobre Bayonetta, tanto a nivel de jugabilidad como de gráficos y demás menesteres que se le presuponen a un pseudoanálisis como los que trato en esta serie. Pero, -¿para qué?- Casi todo el lector de esta revista conoce de sobra Bayonetta y su evolución a lo largo del tiempo.
Cualquiera que roce la treintena de edad por arriba o por abajo se acordará de cuando de tanto jugar y por la exigencia de los videojuegos, nos salían durezas o callos en las manos de tanto jugar. Pues Bayonetta fueron mis últimos callos.
A mediados de febrero podremos volver a recordar las dos primeras entregas de Bayonetta en Nintendo Switch, que seguro se disfrutarán mucho en su versión portátil sobretodo.
CONTENIDO RELACIONADO
El Conde de Ogham desata la corrupción sobre Wraeclast en esta nueva aventura que llegará el 6 de diciembre
Ubisoft anuncia cambios significativos en el sistema de infiltración de su nuevo título, priorizando la libertad del jugador
Epic Games ha anunciado que la temporada llegará a su fin con un evento por todo lo alto
El bundle completo de realidad virtual para PS5 está disponible con un descuento de 250€ sobre su precio original
Epic Games unirá lazos con el hero shooter de Marvel a través de una nueva promoción
Los fans de PlayStation tendrán que esperar varios meses para disfrutar de la última entrega de la saga post-apocalíptica