Más de 20 episodios y varios meses han sido los que ha estado esperando Vegeta para demostrar su poder, y ahora por fin ha llegado ese omento. Tras la eliminación de casi la totalidad de los guerreros del torneo, el príncipe Saiyajin por fin parecía que iba a tener su momento de gloria contra el oponente más fuerte. Jiren incluso había sido capa de derrotar a Goku en sus límites físicos, y si ahora él conseguía dar un golpe en la mesa, no solo tendría la victoria en las palmas de las manos, sino que demostraría por fin ser más fuerte que su eterno rival. "Dragon Ball Super" había encaminado todo hacia la llegada salvadora del emblemático guerrero, pero ni eso era suficiente para apagar una fuerza de origen y posibilidades todavía desconocidas.
La eliminación de Aniraza dejaba la vía libre al choque entre el Universo 7 y el Universo 11. De esa forma los emparejamientos quedaban rápidamente hechos, siendo Gohan y Número 17 los encargados de luchar con Toppo y su fortaleza, Freezer con Dyspo y su velocidad, y Goku y Vegeta con Jiren. Estos dos últimos sin embargo no saben colaborar en equipo, y aunque la situación comienza de nuevo con una segunda ronda entre los luchadores del combate original, el orgullo del príncipe no tardaría en aparecer para convertir la situación de riesgo no en un intento de supervivencia, sino en la demostración mas egoísta de su propia autoestima.
Los primeros compases parecen claros, y Goku no duda en colocarse al frente de sus compañeros para encarar al guerrero de las Tropas del Orgullo. Rápidamente se convierte en Super Saiyajin Blue delante del impasible Jiren, y comienza el intercambio vertiginoso de golpes. En esta ocasión tanto uno como otro ya se conocen, y a diferencia del primer encuentro, los movimientos y puños no sirven de toma de contacto, sino que son plenamente certeros y consientes. Jiren sin embargo sigue sumido en sus propios pensamientos y no duda en banalizar a Goku cuando este le responde que lo único que busca es ser más fuerte. "Yo busco algo más que eso", le responde, y en ese instante aparece Vegeta para materializar sus palabras.
El combate cambia completamente de rumbo y ahora Jiren se ve enfrentado a un Vegeta descontrolado e impulsado por la emoción. Al mismo tiempo Freezer parece tener todo bajo control ante un Dyspo que solo intenta despistarlo con sus rápidos movimientos, y Gohan y Número 17 logran mantener a raya pero con dificultades a Toppo. No obstante quien se lleva todo el protagonismo es Vegeta, que no duda en comenzar a golpear a Jiren sin descanso buscando su respuesta y no tarda demasiado tiempo en encontrarla.
De un rápido movimiento el poderoso guerrero se deshace de Vegeta, quien a pesar de haberse transformado en Super Saiyajin Blue, no le había conseguido hacer ni un rasguño. Cuando Jiren está a punto de dar el golpe de gracia, aparece de nuevo Goku para ayudar y le derriba llamando su atención. Esto proporciona el tiempo necesario a Vegeta para que se tome un respiro y especialmente para leer desde la distancia los veloces movimientos de Jiren. Y es que ese era su objetivo desde el primer momento, ir un paso más allá, ser capaz de estar a la altura y acallar a todos aquellos que ya solo apuestan por su rival.
Sin perder tiempo vuelve a meterse en el combate, y ante la misma técnica de puños que había ejecutado instantes atrás contra Goku, Vegeta es capaz de bailar entre ellos para aproximarse lo suficiente y acertar un puño en el torso de Jiren. Lo que a su eterno oponente le había costado sangre, sudor, y más de media hora de enfrentamiento, a él solo le supone un poco de estrategia y mucha valentía. Tanto es así que nadie, ni si quiera el propio Jiren, se podrían haber imaginado que la lucha estaría tan igualada entre dos guerreros que a priori están tan alejados en cuanto a poder uno del otro.
El único que se percata de lo que pretende Vegeta es Whis, quien observando los movimientos y actitud del príncipe, se da cuenta de que lo único que busca es alcanzar el Migatte no Gokui. Desde el primer contacto, Vegeta había sido consciente de que Jiren era mucho más poderoso que él, y por eso no dudó ni un instante en intentar replicar la única transformación que todavía no ha logrado dominar. Sin embargo los preceptos del Ultra Instinto todavía son desconocidos, y él coge lo único conocido como base para intentar alcanzarlo. Por eso se mueve de manera mucho más instintiva y no aboga por la fuerza directa.
La táctica dura el tiempo que Jiren quiere que dure. Cuando este nota que la situación se está empezando a complicar, decide dejar de jugar y contraataca de la forma más brutal. En apenas unos segundos el guerrero del Universo 11 le da la vuelta al enfrentamiento y tumba sin dificultad a Vegeta de tres poderosos golpes. El último de ellos se convierte en una onda de energía que manda al Saiyajin disparado hacia lo que parece su eliminación instantánea. Vegeta intenta luchar contra el ataca pero ni siquiera es capaz de darse la vuelta debido a su potencia, hasta que en el momento más inesperado, un Rayo Mortal de Freezer le salva de la derrota.
El Emperador del Mal parece ser el único miembro del Universo 7 en tener la situación controlada, y eso le permite prestar atención a lo que está sucediendo en otros frentes. Dyspo, quien había decidido enfrentarse a él, solo había conseguido distraerlo con su alta velocidad, pero sin ningún golpe de por medio. No obstante, ni eso era suficiente para sorprender a Freezer, que con su cola agarraba al conejo jactándose de él por confiado. De lo que no era consciente era de que en realidad su rival no estaba desatando sus verdaderos poderes, y de que solo estaba jugando con él. Tanto es así que sin dudarlo un segundo, Dyspo le agarra por la cola y comienza el verdadero combate golpeándolo una y otra vez.
En el combate principal Vegeta sigue sin perder la esperanza ni el orgullo. Ha sido humillado, y cuando eso ocurre sus poderes se desatan. Jiren le asegura que nunca será capaz de derrotarlo, porque ha visto en él prepotencia y un egoísmo absoluto, una contraparte perfecta de la pureza y bondad que percibió en Goku cuando se enfrentó a él. "Soy arrogante" le asegura abiertamente, y valiéndose de su orgullo de Saiyajin comienza a multiplicar su poder por encima de cualquier nivel antes concebido, y lo empieza a materializar en lo que parece ser el Final Flash más poderoso de todo "Dragon Ball Super" y de toda su historia en la saga.
La zona de combate se empieza a destruir a causa de la técnica, y aunque incluso el propio dio y ángel el Universo 11 están preocupados, Jiren decide permanecer en el sitio sin moverse. Su alegato de justicia instantes antes debían ser respaldados ahora aguantando un ataque que a todas luces era devastador. Y de esa manera Vegeta ejecutaba la técnica golpeándolo de lleno y dejando a Jiren tumbado en el suelo. O al menos eso era lo que parecía entre el humo, solo un segundo antes de que el imbatible guerrero se aprovechara del momento de gloria de Vegeta, para colocarse ante él y borrarlo del mapa con un ataque devastador.
Ante los ojos de todos, y a pocos pasos de Goku, Vegeta yace en el suelo medio muerto y humillado de nuevo. La semana próxima de "Dragon Ball Super", el combate sí entrará en la segunda ronda original, y aunque Goku está totalmente preparado para poner punto y final al torneo, el príncipe todavía no ha dicho su última palabra, y puede que tenga que colaborar con él por primera vez para derrotar al rival más fuerte que se les ha cruzado en más de 20 años de historia.
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