Las consolas no son arquitecturas cerradas, y durante los últimos años lo hemos podido comprobar de formas muy distintas. Cámaras, accesorios, o propuestas originales, las compañías han explorado todos los terrenos, incluso aquellos más arriesgados. De una manera u otra todos estos experimentos nunca terminaban de superar la moda, pero Sony ideó el año pasado la solución definitiva al problema; unir los dos dispositivos con los que los jugadores pasan más tiempo. Así nació sin hacer mucho ruido PlayLink, un ecosistema de juego que fusiona el móvil y la consola. Poco a poco, y sin grandes pretensiones, fue asentándose entre el público al que iba dirigido hasta terminar de formar una comunidad de usuarios derivada del bando PlayStation.
Ha llovido mucho desde el E3 del año pasado, y desde entonces esta nueva forma de juego ha recibido distintos títulos. Quizás el que más comentarios ha suscitado haya sido Intenciones ocultas (Hidden Agenda), pero lo cierto es que Sony no se ha detenido en un solo estilo, sino que se ha apegado al concepto de fiesta valiéndose de ideas que no tendrían cabida en cualquier otro contexto. Un saco en el que entran todo tipo de propuestas, y al que recientemente la compañía introdujo 7 nuevas ideas para pasarlo bien con los amigos. Nosotros tuvimos la oportunidad de probar tres de ellas esta semana, y aunque la experiencia es imposible de plasmar en palabras, aquí te contamos a vuela pluma lo que ofrecerán el próximo 14 de noviembre.
Tras debutar el año pasado con Frantics, los chicos de Knapnok Games ahora se pasan al zoo para traernos el juego definitivo de simios. Sí, no hablamos de El planeta de los simios, título que también acogió PlayLink el pasado 2017, sino de uno de los juegos más completos a nivel de versatilidad. Chimparty es un compendio de minijuegos protagonizados por chimpancés que abandona la meta ambiciosa del último trabajo del estudio, y se enfoca en el menos es más. Siguiendo un concepto de juego que podría recordar al Mario Party, tenemos que ir avanzando por un tablero en el que hay dispuestas distintas pruebas.
Están presentes los dados, las estrellas, y los hándicaps. El camino tomado con este título se centra por completo en el público más infantil con unas mecánicas sencillas que podemos resumir en, agarrarse y saltar, saltar y agarrarse. Sí, con un solo botón en la pantalla del móvil podremos realizar las acciones necesarias para superar cualquier minijuego; desde columpiarnos por ramas para estamparnos en una diana, hasta jugar al voleibol haciendo de kamikazes. En Chimparty la sensación de "fiesta" viene de la capacidad que tiene una misma base de metamorfosearse en función del escenario. Otros complementos como accesorios estéticos introducen el elemento lúdico, mientras que el reto con los compañeros construye el aliciente del título.
Tras ganar el primer premio del PlayStation Talents en 2017, el equipo de Melbots Studios por fin toca con sus manos el objetivo que se plantearon al comenzar con este particular proyecto. Valiéndose de las posibilidades que ofrece la tecnología de PlayLink, Melbits World nos sumerge en un mundo colorido de diseños amables en el que la coordinación lo es todo. En este título no existe la competición entre los jugadores, sino que la propia premisa obliga a colaborar siguiendo una cadena de producción. Los Melbits caminan por un mapa en 3D predefinido, y nuestra misión es ir moviendo las distintas plataformas para hacer llegar a la meta a nuestros amigos.
En este caso las funcionalidades del móvil sí son cruciales. Y es que dependiendo de la plataforma o el botón que te toque accionar, deberás aplicar una mecánica distinta. Ya sea pulsar la pantalla d para hacer saltar a los Melbits, hasta rotar una plataforma con el giroscopio del smartphone para construir puentes entre ríos y acantilados. A ello se suma la posibilidad de acelerar la velocidad de las partidas como si de una cinta de casete se tratara. Las referencias a Captain Toad son evidentes –vista cenital, enemigos y obstáculos, un tubo-, pero su aplicación al juego colaborativo supone un toque de frescura que termina conformando una experiencia muy divertida en partidas cortas.
De Mario Party y Captain Toad saltamos a Buzz!. La mejor forma de entender un juego es compararlo con experiencias pasadas, y en este caso lo que nos propone Dani Mateo –sí, él es de nuevo el presentador- es una serie de pruebas al más puro estilo concurso televisivo. Los chicos de Wish Studio refinan la propuesta presentada el año pasado con una vuelta de tuerca que hace de la experiencia algo más profundo e interesante. Vuelven las ristras de preguntas, los hándicaps de compañero a compañero, y los puntos. Este Generaciones no sorprende por su originalidad, pero sí consigue divertir gracias a la precisión de sus mecánicas.
En esta ocasión el juego nos enfrenta entre cuatro jugadores y nos obliga a seleccionar una década; años 80, 90, 00, 2010 en adelante. Las preguntas van enfocadas en cada caso a una generación, y esto supone una barrera de dificultad bastante elevada si desconocemos la cultura popular de una época determinada. Y es que más que preguntas generales, lo que Wish nos propone es dominar un tema concreto; cine, televisión, cultura popular, o noticias. Pueden parecer campos bastante acotados, pero si a eso le añadimos el filtro de la década, nos encontramos con una gran variedad de preguntas que difícilmente se repiten.
A la mecánica base se le suma además la posibilidad de entorpecer el progreso del rival con distintos objetos. Las opciones de respuesta siempre están limitadas a cuatro, pero estas pueden quedar sepultadas bajo litros de pringue verde, bombas móviles, o incluso cremalleras. La estrategia es fundamental a la hora de perjudicar al jugador con más puntos, ya que de cara a la recta final de la partida eso determinará el escalón que ocupemos en la pirámide. Sí, da igual lo bueno que hayamos sido previamente, si a la hora de la verdad no somos capaces de acertar más preguntas para ascender hasta lo más alto de la pirámide. A nivel de variedad, Saber es Poder: Generaciones es la opción más a tener en cuenta.
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