"One Punch Man 2" no estuvo en su mejor momento de forma durante la pasada semana, con un episodio 10 en el que una narrativa densa -y por momentos innecesaria- nos dejaba con 20 minutos de poca 'pasión'. Esto, afortunadamente, ha sido compensado con el capítulo 11, el cual ha transmitido un impresionante despliegue de artes marciales gracias a la figura de Garo, la gran revelación de la segunda temporada.
Antes de dar el salto a analizar la acción que hemos podido ver esta semana en "One Punch Man 2", toca una vez más situar la atención sobre el problema base de la Asociación de Héroes: muchos -la mayoría- no son héroes de verdad. Esta afirmación no deriva solo de la diferencia de poder que existe entre aquellos calificados como héroes de rango 'S' y 'el resto', sino en el hecho de que muchos consideran la heroicidad una escalera a la fama. En este sentido, Death Gatling consigue ser al mismo tiempo una figura positiva y negativa.
Por un lado, resulta posible ver cómo el mismo Death Gatling identifica el problema de raíz en la Asociación de Héroes, y es que el hecho de contar con una jerarquía no tiene sentido alguno sobre un conjunto que debería única y exclusivamente centrarse en proteger al más débil. Sin embargo, a la par que dicho héroe menciona adecuadamente la 'discriminación' entre rangos, se encuentra precisamente cometiendo el pecado de querer ser reconocido por sus actos. En este sentido, Saitama es siempre el mejor ejemplo de todos, pues siendo el héroe más poderoso que existe, y habiendo salvado a la tierra ya de la destrucción total, sigue practicando día a día su vida con la máxima normalidad posible.
Una vez tratado esto, parece fácil comprender por qué Garo consigue derrotar a todos y cada uno de los héroes de clase A y, además, hacerlo de una forma en la que literalmente ridiculiza a todos estos. El despliegue en combate de Garo no solo se ve acompañado de un gratificante trabajo a nivel de animación, algo que no ha sucedido de manera constante en esta segunda temporada, sino de una coreografía ingeniosa. Garo, valiéndose de su característico estilo de combate en el que usa la fuerza del oponente para hacer daño a este, acaba en muchas ocasiones por tumbar a estos rivales haciendo uso de sus propias armas -a excepción de cuando luce su distintivo Puño de Agua-.
Asimismo, queda claro que la clave en la diferencia de poder de los héroes de clase A y lo visto en Garo nace de una razón sencilla: un deseo puro. Garo, desde el momento en el que comprendió que estaba del lado de los monstruos, siempre supo que tenía ante sí un camino complejo a recorrer, pero no por ello iba a dejarlo a un lado. Ni el dolor ni ningún tipo de herida harán que su voluntad llegue a quebrantarse, y es que lo demuestra una vez y otra vez superando sus límites: en primer lugar, derrotando a todos los héroes a pesar del efecto del veneno. En segundo lugar, estando cara a cara con Genos pese a sus heridas y, en tercer lugar, siendo capaz de poner en práctica los movimientos de Watchdog Man tras haberlo visto una sola vez en acción.
Ciertamente, resulta fácil concluir a estas alturas que si bien es cierto que Saitama se trata del rostro de la franquicia, Garo ha conseguido convertirse en la principal atracción de "One Punch Man 2". Esto se debe no solo a su uso de artes marciales, algo que lógicamente puede proporcionar situaciones más espectaculares que con la simplicidad de Saitama, sino por el hecho de ofrecer protagonismo a un modelo de personaje muy poco convencional. No estamos hablando del clásico antihéroe que, al fin y al cabo, suele apoyarse en la justicia -de una forma u otra-, sino de un personaje que tiene como gran deseo convertirse en el mayor monstruos de todos. Un camino a la gloria completamente inverso a lo que habitualmente se presenta y que, por fortuna, está siendo toda una delicia.
En este sentido, vale la pena destacar el plano de Garo con el pelo totalmente ensangrentado y un ojo 'en sangre', a lo que seguidamente se le suma el asalto a Silver Fang cual bestia absoluta. Nuevamente, se hace un trabajo magnífico a la hora de mostrar que las etiquetas no son más que eso, y si un héroe no se define por la propia palabra o un rango que así lo indique, un monstruo tampoco tiene que serlo por lucir una apariencia distinta a la de un ser humano normal y corriente. El contraste entre los 'apoyos' de la Asociación de Monstruos y el despliegue de Garo vuelven a dejarnos con la realidad de que lo que hace al monstruo, y lo que hace al héroe, no se define por conceptos simples.
Para finalizar, parece que durante la semana que viene, quizá, contaremos con el primer enfrentamiento 'real' entre Saitama y Garo. Al fin y al cabo, el título del siguiente episodio y el hecho de que Saitama vaya a ir en busca de Genos transmite la sensación de que pese a la petición de Silver Fang, se deberá meter mano de por medio para frenar definitivamente a Garo.