El equipo de The Creative Assembly ha estado trabajando para traernos el universo de Warhammer Fantasy incrustado en uno de sus títulos de estrategia de la saga Total War. En esta ocasión, en lugar de pelear en la antigua Roma, o contra líderes del pasado, tendremos que lidiar entre el Imperio o los Guerreros del Caos, por citar algunas de las razas que pueden escogerse en este título y en escenarios como los áridos territorios de los Pieles Verdes o las montañas nevadas de los Enanos, así como la tierra de la Corrupción donde habitan los Condes Vampiros.
Tras Rome II y Attila, estaba claro que el equipo de desarrollo debía buscar otra ambientación para despertar la curiosidad de los jugadores, que, tras aceptar el buen funcionamiento de la última entrega, probablemente no hubieran dejado pasar una tercera época cercana a las anteriores. Así han llegado a dar con el universo de Warhammer Fantasy, el que tiene lugar justo antes del cataclismo que acaba con todo el canon oficial. Tenían claro que el público al que se enfrentan sería exigente, y han cumplido con una recreación magistral tanto de escenarios y forma de juego, como en unidades y culturas. Han exprimido bastante las posibilidades de una licencia tan potente como es el universo de Warhammer Fantasy.
Quizás uno de los problemas a los que se enfrentaban desde el principio era, ¿mantendrá la esencia de la saga Total War? ¿mantendrá la esencia de Warhammer Fantasy? Y lo más importante, ¿será capaz de mantenerlo todo al mismo tiempo? Está claro que la idea de Total War, de forma básica, encaja a la perfección con el sistema de juego de Warhammer, pero si entramos un poco más a fondo podemos ver algunos detalles como que los Condes Vampiro no cuentan con unidades a distancia, por lo que parten con una clara desventaja ante el resto de unidades, ¿qué ocurre aquí? La solución ha sido implementar el sistema de magia mediante el cual es posible que utilicen la nigromancia para levantar una unidad completa de esqueletos preparados para masacrar a los enemigos. No tienen unidades a distancia, pero cuentan con la capacidad de levantar un grupo completo de esqueletos en cualquier lugar del mapa, inclusive en la retaguardia de los arqueros enemigos para eliminarlos. Esto que podría pasar desapercibido por algunos jugadores, supone una gran ruptura con lo que Total War había sido hasta ahora, porque está claro que en el Antiguo Imperio Romano no se veían batallones surgiendo de la nada en un cualquier espacio del mapa, la magia del universo de Warhammer.
De base vemos como The Creative Assembly ha querido ser bastante fiel al universo creado por Games Workshop, representando de forma fidedigna todas las razas que han incluido hasta el momento, aunque se espera que llegue alguna más a través de expansiones, bien gratuitas o de pago. Hasta el momento se han incluido Bretonia, Condes Vampiro, El Imperio, Enanos, Guerreros del Caos y Pieles Verdes. Cada una de estas facciones se encuentra totalmente personalizada, pues hasta las zonas de inicio se adecuan al tipo de criatura que pisará las tierras. Por ejemplo, la zona de los Condes Vampiros está muy inspirada en la Selva Negra de Alemania.
Pero estas no son las únicas diferencias entre las facciones disponibles al comenzar una partida, pues desde los distintos menús de construcción o mecánicas e historias, hasta estilo de juego y condiciones de victoria especiales. Por otro lado, también cuentan con similitudes, y es que todas ellas tienen a los lores como sustitutos directos de los que en otros juegos eran llamados generales. También como personajes propios están los héroes y los lores legendarios, personajes muy destacados en el universo Warhammer, escogidos con especial cuidado para agradar a los seguidores de la franquicia. El primero de los lores legendarios se otorga al principio de la partida, y el segundo llegará con el tiempo.
Tanto los lores como los héroes tienen la capacidad de llevar hasta seis piezas diferentes que les otorguen ciertos beneficios, desde una armadura capaz de potenciar la salud, hasta algún tipo de arma capaz de aumentar el daño. Esto debe planificarse bien para que cada pelotón cuente con las estadísticas que realmente necesite. Por ejemplo, de nada sirve otorgar armadura a las unidades que estarán a distancia, cuando tenemos otro pelotón cuerpo a cuerpo que sufrirá daño directo del enemigo.
Además de estas piezas existen las llamadas piezas legendarias, obtenidas por los lores legendarios al cumplir cierta cadena de misiones. Al obtener estas piezas podemos acceder al campo de la magia, permitiéndonos decidir hacia donde queremos orientar al personaje en cuestión. En algunas ocasiones nos convendrá que esté extremadamente especializado en algo, y en otras contar con una ayuda algo más equilibrada. Esto dependerá de la partida, y del momento en que se logre obtener la pieza legendaria en cuestión.
También nos encontramos con multitud de escenarios, y cuando decimos multitud...es una gran cantidad, suficiente como para poder jugar bastante tiempo en cada uno de ellos antes de conocerlos a la perfección. Cada uno de ellos se ambienta principalmente en una de las facciones que se encuentra disponible en el juego, por ejemplo los mapas Enanos incluyen edificios serios y cuadriculados, tal y como sería un personaje de esta facción. Lo mismo ocurre con el resto de escenarios y sus respectivas facciones, es fácil reconocer a que tipo de personajes representa cada uno de ellos, con zonas oscuros y desaliñadas para los Pieles Verdes.
Ya que hemos presentado lo más básico del juego vamos a hablar de las posibilidades que nos ofrece, pues los modos de juego son bastante variados para disfrute de los jugadores, y eso sin hablar del modo multijugador, que realmente se siente bastante cómodo. Para comenzar tenemos la campaña individual, donde podremos jugar con una de las cuatro facciones siguientes: El Imperio, Enanos, Pieles Verdes o Condes Vampiro. Cada una de ellas cuenta con unas mecánicas, estilo de juego y condiciones de victoria totalmente distintas, pues obviamente son razas que nada tienen que ver entre sí. Podremos jugar la campaña desde el lado de cada una de las facciones, conociendo así toda la historia que The Creative Assembly ha querido representar en este interesante título de la saga Total War.
También tenemos obviamente la campaña multijugador, la cual podemos jugar con otro jugador o contra él. Así están los modos cara a cara y cooperativo. Esta campaña tiene algunas peculiaridades, y es que podemos ajustar características como la resolución predeterminada de las batallas y si queremos que todas las batallas se autorresuelvan automáticamente. También es posible establecer un tiempo máximo de turno, o dejarlo ilimitado para no presionar, así como un tiempo máximo de partida, entre 20 y 60 minutos, o igualmente dejarlo ilimitado y disfrutar sin fin.
Por otro lado existen las batallas, las cuales se clasifican en cuatro tipos distintos. Comenzaremos hablando de las batallas de misión, las cuales nos permiten ponernos a los mandos de uno de los personajes principales de la aventura para completar una serie de misiones especiales. Cada uno de estos personajes pertenecen a una facción específica. Estas batallas permiten aumentar la duración del juego, pues son una gran prueba de dificultad tras completar la campaña con todas y cada una de las facciones disponibles. Realmente entretenidas para conocer más sobre el lore del juego, y sobre todo, disfrutar de los combates.
Existen también las batallas personalizadas, las cuales podemos crear personalmente a nuestro antojo. Para ello podemos escoger desde quienes atacarán y defenderán, cuántos jugadores habrá en cada equipo, que facciones jugarán contra qué otras...en definitiva, podemos escoger todos los detalles de la partida antes de comenzar la misma, incluyendo las unidades, que deberemos seleccionarlas del listado completo, y el escenario, a seleccionar entre la amplia lista de posibilidades que Total War: Warhammer nos ofrece.
Las batallas multijugador son quizás una de las grandes delicias de este juego, y es que se pueden crear partidas de hasta ocho jugadores, cuatro contra cuatro, siendo posible que alguno de ellos sea controlado por la IA, y otros por jugadores reales. Es posible escoger en qué equipo jugará cada uno, incluso cambiarse si hubiera un hueco libre. Así, es posible librar batallas cooperativas contra la IA, o tener cada jugador uno o más aliados en función de lo que se desee. En este modo también es posible personalizar las opciones de juego, así como escoger el mapa en el que se desea jugar. También es posible decidir si se desea que otros jugadores puedan observar la partida, o se prefiere que sea cerrada. Además de esto, existe la posibilidad de poner una contraseña a la partida, así solo entrará quien nosotros deseemos.
Por último tenemos la batalla rápida, se trata de un sistema similar a las batallas multijugador, pero en lugar de crear la partida, el sistema te unirá a una cualquiera que se encuentre abierta y esperando jugadores. Es un sistema que no hemos podido probar por ahora, pero en caso de haber bastantes partidas abiertas, probablemente funcionaría bien y bastante rápido.
El modo de juego resulta de lo más intuitivo, aunque no hayas jugado previamente a ningún título de la saga Total War, pues el equipo ha creado un buen sistema de iniciación para que, hasta los más novatos en el género puedan disfrutar de una buena partida de Warhammer Fantasy Battle en la recreación para la saga Total War. Desde la primera batalla nos daremos cuenta como todo está equilibrado hacia un nuevo estilo de juego, sobre todo aquellos que hubieran probado títulos anteriores de la saga. La forma de jugar a los anteriores no nos servirá aquí, pues hemos pasado de un campo histórico a un mundo de fantasía donde la magia es uno de los sistemas más importantes que existen, y debemos hacernos con él cuanto antes.
¿Esto quiere decir que no comenzaremos con la posibilidad de hacer magia? Exactamente, tendremos que ganárnoslo, y para ello será necesario hacerse con los objetos mágicos que mencionábamos anteriormente. ¿Y cómo se ganan? Os podréis estar preguntando, es fácil, derrotando a otros ejércitos y saqueando sus bienes, comprándolo directamente o encontrándolos en nuestra exploración por el mapa. Con ellos podremos desatar todo nuestro poder sobre el campo de batalla, lanzando bolas de fuego o concediendo ciertas capacidades a unidades concretas y prefijadas por los creadores del juego.
Ya que hablamos sobre la exploración, es interesante destacar que en este título los batallones que podremos controlar pueden hacer básicamente lo mismo que en otros títulos de la saga, moverse por el mapa, atacar ciudades, tropas enemigas o quedarse en nuestras ciudades para defenderlas. Es importante posicionar de forma estratégica a nuestros distintos ejércitos, de lo contrario es posible que tengamos problemas dado que la IA funciona de forma bastante correcta, y en algunas ocasiones, sobre todo en dificultadas altas, es capaz de flanquearnos y atacarnos donde más nos duela, en el corazón de nuestros territorios.
Cuando atacamos una ciudad con nuestros ejércitos, o bien nos atacan y nos vencen, es posible saquear dicha ciudad y hacer con ella lo que plazca, desde dejarla en pie y marcharse, hasta destruirla u ocuparla para nuestro disfrute personal. Al hacerlo las ciudades cambiarán totalmente, pues por ejemplo una fortaleza enana cambiará sus estatuas por estacas y hogueras al ser conquistada por orcos. Esto nos demuestra el nivel de detalle que ha puesto The Creative Assembly en la creación de este título basado en el universo de Warhammer Fantasy.
En estas ciudades podemos construir toda clase de edificios para mejorar nuestras posibilidades al combatir contra nuestros enemigos, reclutar nuevas unidades, activar habilidades especiales o aumentar el nivel general de poder de nuestros ejércitos. Esto es básicamente lo que siempre se ha podido hacer en un juego de la saga Total War, por lo que es uno de los puntos que mantiene la esencia más pura de la saga.
Es interesante ver como han diferenciado todas las facciones con características especiales, y aunque no vamos a enumerarlas todas porque eso es algo que debe ir descubriendo el jugador a lo largo de su partida, si que es curioso destacar por ejemplo el comportamiento de los Pieles Verdes, quienes no tienen capacidad para negociar con otras facciones, por lo que deberán jugar solos toda la partida. También estos mismos sufren ciertos problemas en sus ejércitos, y es que si no combaten durante un tiempo determinado, comenzarán a ponerse nerviosos a combatir entre ellos mismos, mermando el número de unidades totales disponibles.
Pasemos a otro de los puntos importantes del juego, las batallas, y es que a pesar de ser en cierto modo parecidas a las que podíamos jugar en Total War: Attila, hay ciertos elementos que las hacen únicas. Por un lado tenemos la posibilidad de utilizar magia, eso era impensable en la ambientación histórica del anterior juego, así pueden darse situaciones como que una bola de fuego caiga sobre un ejército de orcos y todos acaban chamuscados y listos para volver a casa. También puede darse la posibilidad de que aparezcan monturas voladoras sobre el campo, a las cuales solo podremos atacar con unidades a distancia, magia, o cuando bajen al suelo. Ya hablamos antes del desequilibrio que podría generarse entre algunas facciones, pero al final gracias a la magia todo queda equilibrado, eso sí, el estilo de juego es muy diferente al utilizado en cualquier otro juego de la saga, es importante remarcarlo porque los seguidores de Total War notarán un cambio importante en esta entrega, positivo desde nuestro punto de vista, pero cambio al fin y al cabo.
Por lo demás las batallas no tienen mucho más que decir, además de que podemos decidir si jugarlas o permitir que se resuelva automáticamente, utilizando como guía un marcador que nos marcará en dos colores las posibilidades que tenemos de ganar, si nuestro color domina el marcador será una buena señal, de lo contrario, más vale que huyamos o tratemos de pelear directamente, sin utilizar el sistema de resolución automática de la batalla.
A partir de aquí todo lo que veamos será básicamente un Total War en toda regla. La interfaz es básicamente la que podríamos encontrar en cualquier otro juego de la saga, los menús, cómo se gestiona el progreso y la construcción en las ciudades, los ejércitos...incluso las batallas como ya hemos mencionado. También cabe destacar que, a pesar de ser sencillo entrar en el juego, dominarlo ya es otro cantar, y es que con la cantidad de posibilidades que tenemos debido a las peculiaridades de cada facción...puede llevarnos un buen tiempo hacernos con el control de todas ellas de forma satisfactoria.
Se trata de un juego que gráficamente cumple a la perfección, a pesar de contar con algunas texturas algo extrañas e incluso ciertas animaciones que se observan toscas. Pero la sensación general del juego, tanto en el mapa general como en la propia batalla es de belleza. Todos los escenarios han sido recreados con absoluto mimo, poniendo atención en los pequeños detalles que marcan la diferencia. La oscuridad para los Condes Vampiro, la sobriedad para los Enanos...cada una de las facciones ha sido representada gráficamente como debe ser, respetando el lore marcado por Games Workshop, por lo que podemos decir que The Creative Assembly ha realizado un gran trabajo para incluir grandes dosis del universo de Warhammer Fantasy en el primero de los tres juegos que han firmado con los responsables de la franquicia.
Todos los menús e interfaces cumplen con su cometido de forma positiva, pues permiten que el jugador pueda encontrar todo lo necesario en cada momento de la partida. En The Creative Assembly no son precisamente novatos en crear este tipo de juegos por lo que han podido realizar un gran trabajo básicamente imitando el sistema de interfaces de títulos como Total War: Attila, cambiando el diseño para ambientarlo en la fantasía de Warhammer, pero básicamente la misma estructura.
El apartado sonoro es realmente impresionante, con varios temas que cautivarán nuestro oído, haciéndonos pensar en los temas una y otra vez cuando no estemos en la partida. Además, es importante recalcar que la gran mayoría de las voces cuenta con su interpretación en castellano, lo que supone un plus para los jugadores que no dominen la lengua inglesa. También todos los textos llegan totalmente traducidos a nuestro idioma, algo que siempre es de agradecer en juegos de este tipo.
Algo que me gustaría destacar es la labor realizada para permitir modificar multitud de parámetros gráficos en las opciones, esto permite que una gran cantidad de jugadores pueda hacerse con el juego y adaptarlo a su equipo concreto, modificando unas u otras opciones hasta dar con el conjunto de opciones que le permitan tener un rendimiento adecuado. Aunque esto debería ser la norma en PC, no siempre nos encontramos con juegos que permiten modificar prácticamente todos los parámetros gráficos que posee.
Para concluir, se trata de un juego realmente impresionante, una reinterpretación de la saga utilizando para ello los elementos cedidos por Games Workshop. Se trata del soplo de aire fresco que necesitaba la franquicia Total War tras realizarse dos entregas en un periodo histórico tan cercano. El juego cumple sobradamente en todos los aspectos, aunque siempre hay detalles que puedan mejorarse, pero en general estamos muy contentos con el resultado de esta obra creada por The Creative Assembly. Cualquier jugador que disfrute de una buena partida de Warhammer debería poder disfrutar de esta entrega, lo mismo digo de aquellos que se lo pasen en grande con cualquier otro título de Total War, no hay motivo por el que la mezcla de los dos universos resulte extraña para nadie.
aaa
Lo que más me gusta es que lo que este juego tiene negativo se puede solucionar a base de parches. Entre esto y Stellaris menudo mes para la estrategia 🙂
Buen análisis! Esta bien aunque siempre echaré de menos más juegos con tiranidos 🙂
Yo de Creative Assembly no me fío ni para que me riegue las plantas. Eso de que la IA es decente me parece a mi que no se lo creen ni ellos, la IA del total war siempre ha sido pésima, no hay más que ver los diarios de desarrollo, en los que los desarrolladores, que para hacer ellos el juego son de todo menos buenos jugando, y ganan a la IA en muy difícil. 4 facciones.... OC. Y una ya es de pago así que empezamos bien, como siempre desde el napoleon, vaya. Tengo todos los total war, me encanta el universo warhammer pero este va a tener que esperar a que esté a 10 euros y con todos los DLC.
Por lo demás, me ha gustado el análisis. El juego ya no xd
Yo tenía la misma idea que tu sobre la IA, y aunque sigue sin ser perfecta...te aseguro que ha mejorado muchísimo respecto a los anteriores Total War.
Pues he visto un par de vídeos y streamings y creo que debo darte la razón, la IA parece medianamente inteligente, en vez de hacer blobs y lanzarlos sin más, piensa antes de atacar.
Desde luego pinta muy bien para los que les guste el género de estrategia en PC. No es de mi estilo, pero seguro que tiene éxito.
Mantiene la esencia de Total War con una nueva ambientación como es la de Warhammer. ¿Qué más se le puede pedir? Un interesante juego de estrategia, habrá que darle a ver que tal ^^
Muy gran juego y me encantan muchos Total War aunq tendre q cambiarme de portátil para jugarlo, sigh...
Está bien la idea que tuvieron de mezclar el universo Warhammer con el juego Total War. No soy un gran fan ni de uno ni de otro, pero leyendo tu análisis se ve que han hecho un buen trabajo de inmersión.
Ahora queda que saquen Age of Sigmar y 40K para que sea la perfección hecha juego.
Con muchas ganas de probarlo y eso que no soy ultrafan de los Total War.
Nunca he sido mucho de Total War, pero la verdad es que he ido siguiendo todo lo que ha salido sobre el juego y creo que va a caer, sobretodo después de leer el análisis!!