La fiebre por los speedrun se ha convertido ya en toda una tradición en el mundo de los videojuegos. Decenas de jugadores publican sus hazañas en YouTube o Twitch mientras que buscan batir marcas en sus juegos favoritos con el objetivo de lograr el récord y acabar en el menor tiempo posible.
Prácticamente cualquier juego es admitido en este sistema, ya sea por el uso de bugs o glitchs que permiten acortar enormemente la duración del juego o simplemente haciendo uso de la propia habilidad. Sin embargo, horas de juego intenso pueden verse lastradas por un fallo inesperado o un momento de mala suerte, algo también muy habitual en este tipo de streamings.
Todos estos factores se juntaron a la vez para arruinar la hazaña de Skilloz, un speedrunner que vio lastrada su casi perfecta actuación en Mario Kart 8 Deluxe por un viejo conocido de la saga: el caparazón azul, uno de los ítems más odiados por los fans acérrimos a la saga.
Metros finales del circuito Montaña Wario para lograr establecer el récord mundial de la Copa Estrella de 200cc se fueron al traste cuando el ítem arremetió contra Donkey Kong, dejando al streamer a apenas un segundo de la mejor marca.
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