Cada nuevo estreno de Disney Animation es, para todos los que tenemos un niño dentro, un acontecimiento marcado a fuego en nuestros calendarios. "Encanto" es ya la película número 60 del estudio, que tras algunos años difíciles ha vivido un nuevo renacer en la última década. Este año, sin ir más lejos, ya nos habían dejado "Raya y el Último Dragón", una épica y sensacional cinta de aventuras. Así que, claro, con el listón tan alto, las ganas de ver esta nueva historia eran tremendas. Por suerte, Disney no ha defraudado. Es una película llena de alma y corazón.
Ambientada en Colombia, "Encanto" es la historia de Mirabel Madrigal y el resto de su familia, una familia en la que cada miembro ha sido bendecido con un don mágico: curación de heridas, capacidad de transformación, súper fuerza... Todos, menos Mirabel. Aun así, la protagonista se siente feliz por le hecho de vivir en la familia que le ha tocado. Sin embargo, un día las fisuras comenzarán a aparecer en la Casita Madrigal a medida que la magia va desapareciendo. Esto conllevará a que la familia, hasta ahora siempre unida y en armonía, también empiece a mostrar sus debilidades.
La historia, por tanto, nos habla de la importancia que tiene la familia en nuestras vidas. Un espíritu muy latino que se muestra totalmente en sintonía con la cálida estética de la película, de la que luego hablaré. Pero en este aspecto hay algo formidable en "Encanto" y es la representación de ese nexo familiar a través de cada uno de sus integrantes. Desde la abuela hasta Mirabel, cada personaje tiene un rol muy concreto. Y muy realista. De hecho, es muy fácil reconocer a nuestros propios familiares entre ellos. Todos tenemos un primo más gamberro, una tía o hermana que es la auténtica diva, un padre torpe o gracioso, alguien que no encaja y es la oveja negra... La Familia Madrigal es nuestra familia, somos nosotros. Y ahí, en algo "tan Disney" que nos toca tanto la fibra sensible, reside la clave de la película.
Además de identificarnos rápidamente en los protagonistas, hay que aplaudir también lo bien pensados que están los dones mágicos de cada uno de ellos. "Encanto" no esconde en ningún momento que los cimientos de la Casita Madrigal están en el movimiento artístico conocido como realismo mágico, donde se da un componente fantástico a lo cotidiano. Por eso, la madre cariñosa y protectora tiene el don de curar a los heridos con su comida o la tía más inestable a nivel mental tiene la capacidad de cambiar el tiempo atmosférico según su humor. Con estos dones, a la película ya no le hace falta más. Los personajes tienen muchísimo carisma, están perfectamente construidos y ya sabemos lo que necesitamos de cada uno. Una sencillez que esconde un gran trabajo de guion.
Pero claro, con tanto personaje y tanto poder surge una duda, ¿seremos capaces de quedarnos con todos o se nos va a formar un cacao mental indescifrable? Pues aquí vuelve a jugar un papel importantísimo el equipo de guionistas. Y, más concretamente, el de letristas (Lin-Manuel Miranda, ahora vamos contigo). "Encanto" empieza con una canción de presentación al modo de "La Bella y la Bestia", en la que Mirabel va dándonos las claves de toda la familia y que es en realidad el eje central de la cinta. Obviamente es imposible quedarse con todo tan rápido, pero sí que se consigue generar un cierto orden dentro del caos inicial. Además, el vestuario y las actitudes de cada uno también juegan a favor de obra para hacernos la vida más fácil.
Pese a todo, "Encanto" sí tiene un factor que no es un defecto per se, pero que puede pesarle a la hora de encandilar a los más pequeños. En la historia de la Familia Madrigal no hay villano. La narrativa nos lleva por otros lados, mostrándonos un conjunto de personajes muy humanos, llenos de luces y sombras. Les surge un problema, pero este ocurre sin más, sin nadie en concreto que les apriete las tuercas. Esta original salida del molde es, cuanto menos, arriesgada. Eso sí, como siempre en estas películas, serán los niños y niñas quienes se encarguen de juzgarla.
Una vez comentado todo esto, vamos ahora con el gran punto fuerte de la película: sus canciones, el motor de la cinta. La banda sonora de "Encanto" es, sin lugar a dudas, la mejor banda sonora que ha tenido una película de Disney en mucho tiempo. Canción tras canción nos invade un ansia interior de bailar y cantar sin parar. Los ritmos son pegadizos, las letras son certeras e inteligentes y encima visualmente son un portento, una suerte de videoclip que añade y simplifica mucho la información que nos están dando. De todo esto tiene la culpa Lin-Manuel Miranda, ese maldito genio autor de obras extraordinarias como "Hamilton". No hay un solo tema malo, ni siquiera mediocre, en el filme. De verdad, en cuanto los escuchéis no os los vais a poder quitar de la cabeza. Levantan los momentos en los que la historia se atasca y convierten a "Encanto" en un maravilloso musical. Yo ya tengo apuntada la fecha en la que se estrena en Spotify.
Por último, pero no menos importante, vamos a hablar del artefacto visual de "Encanto". Aquí la protagonista indiscutible y absoluta es la Casita Madrigal. Gracias a sus poderes, es un personaje más de la película y se convierte en una robaescenas. Y atentos porque se va a convertir en uno de los regalos de estas Navidades. El juego de luces, colores y texturas es hasta hipnótico. Tras verla, ya me diréis si os queréis quedar a vivir en ella. Todo eso se contagia al resto de la cinta, dotándole de una personalidad colombiana muy propia que se multiplica con la ya usual calidad extrema y detallada del sello Disney.
En definitiva, "Encanto" es una película mágica. Una nueva demostración de que Disney Animation sigue en plena forma y es capaz de tocarnos la fibra sensible con la misma facilidad de siempre. Quizá por su narrativa, enfocada únicamente en sus carismáticos protagonistas, pueda resultar menos atractiva que otras películas del estudio ya que le falta algo de garra. Pero en el momento en el que entréis en ella, no os arrepentiréis. Reiréis, lloraréis y, sobre todo, bailaréis y cantaréis. Y, cuando acabe, querréis llamar a todos vuestros parientes para recordarles que los queréis mucho. Una agradable y sorprendente alegría que se estrena en cines el próximo 26 de noviembre.
En definitiva, "Encanto" es una película mágica. Una nueva demostración de que Disney Animation sigue en plena forma y es capaz de tocarnos la fibra sensible con la misma facilidad de siempre. Quizá por su narrativa, enfocada únicamente en sus carismáticos protagonistas, pueda resultar menos atractiva que otras películas del estudio ya que le falta algo de garra. Pero en el momento en el que entréis en ella, no os arrepentiréis. Reiréis, lloraréis y, sobre todo, bailaréis y cantaréis. Y, cuando acabe, querréis llamar a todos vuestros parientes para recordarles que los queréis mucho. Una agradable y sorprendente alegría que se estrena en cines el próximo 26 de noviembre.
La banda sonora es brutal
Personajes muy humanos en los que identificarse
Casita Madrigal se roba la película como secundario