¿Cuántos niveles duré con Cuphead? ¿Dos? ¿Tres? No lo sé a ciencia cierta, pero tengo claro que ese maldito videojuego, al menos para mí, es como el Dark Souls de 'run and gun'. Y pese a todo, el tiempo que jugué tuve la sensación de estar siempre con una sonrisa en la cara. Quizás por fijarme en los detalles de sus monigotes, o por comprobar cómo sus escenarios, animados a mano, cobran vida de forma pasmosa.
Por esta misma razón, cuando Netflix anunció The Cuphead Show, supe que no iba a alejarme demasiado del mundo Cuphead, aunque sí de su videojuego. Y ojo, que acabo de ver su primer tráiler, y a mí me ha conquistado al máximo.
Para mí, fue una pena no disfrutar de Cuphead como se merecía por culpa de la maldita dificultad. Yo soy un poco 'n00b', aunque admito que disfruto muriendo mil veces en Dark Souls o Bloodborne. Pero con Cuphead me dio mucho coraje fracasar intento tras intento, de verdad: era un juego tan bonito, que me jodió no poder avanzar hasta el final.
Ahora, con The Cuphead Show, tengo la oportunidad de adentrarme una vez más a este universo propio de la animación del siglo pasado, y hacerlo sin tener que ponerme a los mandos. Ahora será Netflix la que me lleve de la mano, ¡y cómo lo agradezco!
No habrá que esperar demasiado para ver The Cuphead Show en Netflix: será el próximo 18 de febrero cuando la plataforma lance su primera temporada. ¿Habrá segunda? A saber, pero si funciona tan bien como parece que hará, yo la doy prácticamente por confirmada
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