La historia que he leído esta tarde mientras comía me ha dejado sin apetito: Asghar Farhadi, el director iraní más conocido de las últimas décadas, ha sido declarado culpable de plagio por un tribunal de su país. ¿El motivo? Su película Un héroe (el último proyecto que ha visto la luz en cines) no sería original y formaría parte de un borrador de una de sus ex alumnas, Azadeh Masihzadeh.
La historia comienza cuando Azadeh Masihzadeh, la estudiante de Asghar Farhadi, se percató años después de tener clase con él que Un héroe se parece demasiado a la historia real que ella transformó en clase en una película de no ficción.
La corte ha resuelto a favor de la estudiante en ambas sentencias: ni hubo difamación, ni Asghar Farhadi se había documentado por sí mismo. Él plagió la idea que le dio su alumna en el pasado y le dio forma de película con Un héroe. Y ahora se enfrenta a una posible sanción económica (con todos los ingresos obtenidos con el largometraje), e incluso a una entrada en prisión si así lo determina un nuevo juez.
Un héroe ha tenido cierto éxito: más de 2,5 millones de euros recaudados en todo el mundo, y Amazon Prime Video compró sus derechos de distribución para añadirla a su catálogo de Estados Unidos. Por lo tanto, si se opta por la primera opción, Farhadi tendrá que hacer frente a una importante suma de dinero.
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