¿Es Sin Límites una serie histórica? Lo es. ¿Es Sin Límites rigurosa con los hechos que expone? No soy historiador, sino comunicólogo y crítico de cine, y como tal, sí que me han asustado algunos aspectos narrativos de esta miniserie de 6 episodios que estrena este viernes Amazon Prime Video. Por lo demás, iba a la premiere sin expectativas, y me he llevado una agradable sorpresa, porque la ficción histórica española tiene mucho que decir. Si ya lo avisó La peste, ahora Sin límites lo vuelve a confirmar.
Lo mejor que puedo decir de Sin Límites es que se notan los 20 millones de euros que ha costado. Una cifra elevadísima, casi el doble que el invertido en La Peste, y que aleja a este proyecto de bromas de mal gusto como Toledo: Cruce de Destinos o Águila Roja. La ambientación es su punto fuerte, y Simón West (si, director de la primera entrega de la versión de Tomb Raider de Angelina Jolie) ha sabido sacar el máximo partido a sus recursos, aún con algún que otro cartón piedra utilizado para ambientar su enorme número de localizaciones.
En este sentido, está más en la línea de Hernán, aunque con un guión más maduro y mejor escrito que aquella historia de Hernán Cortés. Ahora bien, el tono es muy diferente: si aquella serie (que ha retrasado su segunda temporada por problemas con las lluvias torrenciales en el lugar de rodaje) interesaba por sus intrigas de poder, Sin Límites profundiza en la vida de una serie de marineros y ambiciosos descubridores que se embarcan en una aventura "sin límites" para hacerse con un nombre en la historia. De ahí que, por momentos, parezca más una serie de piratas y aventuras que una producción de corte histórico, aunque lo sea.
He comentado que Sin Límites es muy potente a nivel visual, pero he dicho muy poco sobre el ritmo narrativo. Sin yo saber mucho sobre el viaje de Magallanes y Elcano para descubrir un canal que les permita llegar a las Indias de forma más rápida, me quedo con el espectacular nivel que ha mostrado el primer episodio. Un capítulo sin casi acción que se mueve como pez en el agua, sin temer naufragar. Pese a servir de presentación de sus numerosos personajes, todo funciona.
Y otra luz muy importante es su reparto de actores protagonistas: Rodrigo Santoro, como Magallanes, y Álvaro Morte, como Elcano, están sublimes. El primero, serio y decidido. El segundo, más vividor y un alma libre por completo. Otra cosa es el reparto de secundarios, más desigual y con un sorprendente Carlos Cuevas: pese a ser uno de mis actores favoritos de su generación, aquí se siente incómodo y desubicado.
La unica sombra de la que hablaré es una constante de las series históricas españolas. No es el cartón piedra, que cada vez molesta menos si está bien hecho. Es la artificialidad de los diálogos: siglo XVI, y todos parecen estar hablando en un correcto español del año 2022. Pocas veces tengo la sensación de haberme trasladado a aquella época de descubrimientos si solo escucho lo que dicen. De ahí que dude si es una serie histórica realmente fiel, porque el trabajo de este apartado en las conversaciones dista de ser el ideal para un espectador medio como yo, que se ha dado cuenta de que este castellano es más perfecto que el que habla un servidor.
Como conclusión, vuelvo a hablar de Sin Límites haciendo una comparación con La peste. Y es que lo nuevo de Amazon Prime Video no es mejor que aquella magistral serie de Alberto Rodríguez. Pero funciona como ficción de aventuras de corte histórica, gracias a un ritmo magnífico, a unas actuaciones de sus protagonistas casi perfectas y a una ambientación ambiciosa y hermosa.