Si hay una película mala con la que he disfrutado mucho las dos o tres veces que la he visto, esa es El destino de Júpiter. Creo que es una entretenida cinta de ciencia ficción, ahora disponible gratis en HBO Max, a la que todos criticamos en su momento, pero que consiguió combinar el género de la acción, con el toque juvenil de otras franquicias que arrasaban allá por el año 2015.
El gran problema de El destino de Júpiter es ser la película más comercial de las hermanas Wachowski: Matrix y El atlas de las nubes fueron proyectos rompedores, que nos obligaban a preguntarnos por cuestiones sin respuesta. Pero El destino de Júpiter parece un intento de 'facilitar' el imaginario de estas dos directoras a un público masivo, a unos jóvenes espectadores entretenidos con sagas como Los juegos del hambre o Crepúsculo.
Aún así, creo que como película de acción juvenil, El destino de Júpiter es bastante divertida: sobre todo, gracias a unas secuencias de acción muy imaginativas y que están rodadas con brío. No obstante, debido a su elevado presupuesto, es muy fácil que todo en pantalla quede bonito. Olvídate del minimalismo, porque todo en esta cinta es barroco.
Pese a todo lo dicho, es evidente que algo no funcionó en El destino de Júpiter: Channing Tatum, ocho años después del estreno de la película, ha hablado acerca de un rodaje al que califica de infernal. Palabras, por cierto, que denotan cierta situación que se repite en la industria cinematográfica: "El destino de Júpiter fue una pesadilla desde el mismo momento en el que me involucré. Era una película de trámite. Todos estuvimos dando el callo durante siete meses, rompiéndonos la espalda. Fue algo muy duro". ¿A qué se refiere con que fue una 'película de trámite'? ¿Lo sabría tanto él, como las propias hermanas Wachowski?
Si bien era evidente que El destino de Júpiter sería el comienzo de una franquicia nueva de las hermanas Wachowski, el fracaso de crítica y público impidió que Warner Bros. diera luz verde a una secuela. Por lo tanto, ni hay El destino de Júpiter 2, ni habrá en un futuro a corto o medio plazo.
El destino de Júpiter costó 175 millones de dólares sin contar marketing y publicidad, y recaudó en todo el mundo poco más de 180 millones de dólares. En definitiva, un fracaso sin paliativos tanto para Warner Bros., como para las hermanas Wachowski. Historia, por cierto, que se repetiría en 2021 con el estreno de Matrix Resurrections.
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