Ahora que sabemos cómo ha terminado La Saga Skywalker, se podría decir que la trilogía de precuelas de Star Wars ha ganado puntos. Sobre todo Star Wars - Episodio I: La amenaza fantasma, película denostada por crítica y fans en su momento, en parte por un primer tramo centrado en las peripecias de un joven Anakin Skywalker como piloto de bólidos.
Como digo, quizás esperábamos mucho más en su momento, pero lo que le cayó a Jake Lloyd, actor que interpretó al pequeño Anakin Skywalker, fue totalmente injusto. Este niño se crió en una familia que no quería que su hijo fuese actor, pero él, después de ver Terminator 2: El juicio final, no paró de pedirlo hasta que lo consiguió.
Su primera película fue en Volver a vivir (1996), cinta en la que estaba acompañado de actores y actrices de la talla de Marisa Tomei, Gena Rowlands y Gerard Depardieu. En los años siguientes, participó en series de televisión como Urgencias y The Pretender, pero fue su papel en Un padre en apuros el que le ayudó a saltar a la fama. Compartir pantalla con Arnold Scwarzenegger era su mayor sueño, y por fin lo había cumplido. El problema llegó con Star Wars - Episodio I: La amenaza fantasma.
Pese a la defensa que hizo George Lucas del trabajo de Jake Lloyd como Anakin Skywalker, los fans destruyeron tanto la película como su carrera. De ser uno de los actores más conocidos del mundo, a no querer ningún productor contar con él. Y ojo, porque la culpa no era de él: la prensa no paraba de acosarle y en el colegio sufrió bullying por parte de muchos de sus compañeros. De esta forma, prefirió abandonar el mundo de la interpretación.
En la universidad comenzó a estudiar cine y psicología, pero sufrió varios ataques psicóticos que le obligaron a pasar por psiquiatría: un equipo médico le diagnosticó esquizofrenia, por lo que tuvo que abandonar los estudios. Es más, en 2020 estaba ingresado en un centro de salud mental para intentar recuperarse de un nuevo brote. Todo ello después de protagonizar polémicas como conducir sin carné de conducir, estar en la cárcel durante casi un año y haber dejado la medicación en varias ocasiones. Ahora, permanece en casa, cuidado por su familia y a la espera de recuperarse.
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