Fire Emblem Three Houses ha sido el Fire Emblem más innovador de los últimos tiempos. Por primera vez, la saga se abría en todos los sentidos y nos regalaba un título de gran libertad, con multitud de actividades secundarias y una historia oscura y retorcida. También me gustó mucho su spin-off, Fire Emblem Three Hopes. Esta es la causa por la que he llegado a Fire Emblem Engage con las expectativas por las nubes y con la intención de disfrutar de una aventura desafiante y que ponga a prueba mis estrategias mejor pensadas.
Sin embargo, no es un Fire Emblem tan difícil como los predecesores. Ojo, que no tiene nada de malo: seguro que Intelligent System quería acercarse a un público mayor con este Engage, y por ello ha utilizado elevadas cantidades de fan service para conseguir su objetivo. Eso sí, lee el análisis hasta el final porque lo que parece malo, quizás es bueno para ti. O viceversa, porque esta es la magia de los videojuegos: hay tantas opiniones como peces en el agua, y un análisis no es más que una reseña subjetiva de un título que has de jugar por ti mismo para comprobar si tengo, o no razón.
Un Fire Emblem para dominar a todos...
No me quiero ir mucho por las ramas: Fire Emblem Engage es, ante todo, un Fire Emblem. Por un lado, su jugabilidad: la fórmula se ha mantenido sin grandes cambios, pero sí se ha aprovechado la ocasión para introducir importantes novedades. De ahí que todo lo relativo al combate resulte fresco, adictivo y estimulante. El triángulo de armas sigue estando presente, pero ahora se añade un factor como la ruptura que es todo un avance: si atacamos a una unidad enemiga con un arma que tenga ventaja sobre la suya, se rompe la guardia y no podrá contraatacar. Esto es lo que debe hacer todo videojuego de una nueva franquicia: ir mejorando y puliendo su sistema de juego entrega tras entrega, dejar intacto lo que funciona, y tocar lo que no ha gustado. Eso sí, ya os hablaré de los Emblemas, porque no me han convencido tanto... Lo único que adelanto es que tendrás que tener en cuenta estos Emblemas y sus fusiones a la hora de diseñar estrategias completamente diferentes a las habituales en la saga.,
Por otro lado, los mapa son muy buenos: pocos me han parecido estar por debajo de la media. Mapas con diferentes alturas, numerosos recovecos y con diseños espectaculares que nos trasladan a fortalezas, a pueblos y a frondosos bosques. Mención aparte merece el apartado gráfico, tan pulido como cabría esperar de un Fire Emblem llamado a cerrar etapa en Nintendo Switch. En las batallas, los mapas son preciosos gracias a un estilo visual a medio camino entre la acuarela y el 3D. Y en el resto de secuencias y entornos en 3D, no hay dientes de sierra como sí los había en Fire Emblem Three Hosues.
Fire Emblem Engage, por momentos, parece un anime
Mención aparte merece la selección de personajes que regresa a Fire Emblem Engage de anteriores entregas. No voy a decir ningún nombre aunque muchos los conozcas ya de los avances. Solo te adelanto que si eres fan de la saga, te aparecerá una sonrisa en el rostro en más de una ocasión.
Finalmente, Fire Emblem Engagees un título clásico, al mismo tiempo que uno moderno. Nos moveremos entre batallas por un mapamundi muy similar al de Fire Emblem: Awakening, pudiendo seleccionar entre encuentros principales y secundarios. No obstante, nuestra base de operaciones, el Somniel, se parece bastante a la Abadía de Three Houses, aunque con bastantes más actividades y tareas. Es posible que estés varias horas en esta zona del juego para relajarte, mejorar tu equipo y conocer mejor a tus unidades aliadas. No obstante, como digo, es un Fire Emblem con todas las letras.
Fire Emblem Engage ha mejorado sus gráficos una barbaridad
...Aunque un Fire Emblem mucho más accesible de lo que me hubiera gustado
El gran problema que tiene Fire Emblem Engage no es ni su apartado gráfico, ni su historia ni su jugabilidad. Lo que me ha sorprendido con el paso de las horas, y que no fui capaz de vislumbrar de cara al avance, fue su curva de dificultad. Para mi, un Fire Emblem tiene que ser desafiante. Y desafiante para mi no es precisamente difícil: quiero que me hagan pensar, que me obliguen a planear una estrategia en cada batalla, sobre todo a medida que me acerco al final. Y sorprendentemente, en Engage no tengo esta sensación.
Aún más llamativa es esta circunstancia cuando se mantiene el triángulo de armas, se apuesta por la clásica cuadrícula y sigue habiendo un elevado número de unidades enemigas en los mapas de mayor tamaño. Es decir, en el fondo, es un Fire Emblem como cualquier otro.
Pero desde fuera, da la sensación de que Intelligent System quería apelar a un público mayor, a aquel que no disfruta esforzándose para evitar que una unidad aliada pierda la vida. Y un ejemplo son los Emblemas, anillos con los que equiparemos a nuestros personajes y que les permitirán estar sincronizados con héroes de anteriores entregas. Fan service, al mismo tiempo que casualización: bonificaciones de estadísticas y habilidades pasivas, ademas de otras técnicas como fusiones que nos hacen prácticamente invencibles durante tres turnos.
¿Preparado para más batallas multitudinarias en Fire Emblem Engage?
Una auténtica lástima Fire Emblem Engage no haya encontrado el equilibrio entre contentar al fandom con el fan service, y resultar de todas formas desafiantes para los nuevos jugadores. Además, su modo multijugador (la Torre de los Retos) necesita una vuelta de tuerca: quizás llegue un poco tarde para lo clásicos que resultan sus estilos de juego: si bien Reto por relevos es adictivo por momentos, el Reto alóctono resulta bastante anodino si la estrategia diseñada por el otro jugador offline no se traduce en una batalla encarnizada.
Fire Emblem Engage sigue siendo un videojuego notable
A veces, cuando me toca escribir un análisis un tanto agridulce como Fire Emblem Engage, me cuesta encontrar las palabras exactas. Quizás con el último apartado haya sonado algo catastrofista, pero en el fondo únicamente he criticado la incorporación de unos Emblemas que si bien ofrecen muchas más posibilidades, también inclinan la balanza demasiado hacia el jugador más casual.
Como digo, Fire Emblem Engage es un muy buen Fire Emblem, porque en el fondo es un Fire Emblem como lo han sido todos los videojuegos de la saga hasta al fecha. Su historia me ha convencido pese a ser más light que la vivida en Three Houses, su apartado gráfico me ha maravillado y su jugabilidad es sólida como una roca. Únicamente un diamante como los Emblemas ha conseguido hacer daño a aquel jugador experimentado que busca retos. Porque al final, los Emblemas son una idea muy bien pensada, pero implementada a medias.
Fire Emblem Engage es un muy buen Fire Emblem al que le hubiera pedido una curva de dificultad más parecida a la de anteriores entregas. Por momentos, es bastante fácil y las batallas no requieren un esfuerzo grande por parte del jugador. Eso sí, en el resto de apartados, Engage es un gran Fire Emblem, que podría haberse situado entre los mejores de la historia.
Gráficos
Jugabilidad
Sonido
Historia
El diseño de mapas
Los personajes: nuevos y antiguos se dan cita en un título con mucho fan service
Los gráficos: espectacular salto de calidad
El apartado visual: el diseño es muy próximo al anime, y muy colorido
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.
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