Antes de ver los primeros capítulos de Hasta el cielo: La serie me dispuse a ver la película precuela, también dirigida por Daniel Calparsoro. Poco a poco, este realizador se sitúa como una apuesta segura para las plataformas de streamingtras su éxito en Prime Video con Operación Marea Negra. Y si en aquella consiguió mejorar con su segunda temporada, con Hasta el cielo: La serie ha dado forma a una secuela que se sitúa por encima del largometraje predecesor, dando más voz a los personajes y dejando el espacio que necesitaba la acción. Una serie mucho más equilibrada que la película y que atrapará a los amantes de la acción más frenética.
La condición de secuela amplía los horizontes de Hasta el cielo
El gran problema que tenía Hasta el cielo no era ni su reparto, ni sus personajes ni su apartado técnico. La película no conseguía equilibrar las dosis de acción con el drama barato que se nos presentaba en pantalla. Y sorprendentemente, Hasta el cielo: La serie (oportunidad perdida para no llamarla Hasta el cielo, y más allá) soluciona este error de guion con mayor espacio para desarrollar personajes, tramas secundarias que aportan profundidad e incorporaciones muy interesantes que suman, pero nunca restan.
De esta forma, la secuela de Hasta el cielo en formato televisivo es bastante mejor que el primer intento de crear una especie de banda atractiva para el público, como sí lo fue la banda del profesor en La casa de papel. Daniel Calparsoro y su guionista de confianza, Jorge Guerricaechevarría, aprovechan la mayor extensión del libreto para crear conflictos que, ahora sí, nos interesan, pero sin olvidar que la acción fue lo que garantizó el éxito de la película.
Problemas de ritmo y una coralidad excesiva
Como cine quinqui, Hasta el cielo: La serie es lo más cercano que tenemos a una serie del género. Sin embargo, la mayor duración de la serie juega también en su contra: no logra escapar de los problemas de ritmo que persisten en series similares, incluyendo en Operación Marea Negra (también de Daniel Calparsoro). En parte, esto sucede cuando la serie abre nuevas tramas e introduce personajes secundarios: si bien permiten avanzar la trama, en muchos casos no son más que meros completos de la banda protagonista.
Sin embargo, al mismo tiempo agradezco que Hasta el cielo: La serie no se quede en ser una secuela más y mejor de Hasta el cielo y explore nuevos territorios, por mucho que la coralidad le pese en algunos momentos.
Hasta el cielo: La serie es un espectáculo de acción que no te deja respirar
Finalmente, Hasta el cielo: La serie es ante todo una serie de acción por mucho que se nos presenten dilemas morales. Y aunque hay algunos atracos mejores que otros, nunca se ve como una montaña rusa de altibajos. En parte, gracias al buen hacer de su reparto, que pone su empeño en ejecutar secuencias espectaculares en lo técnico, y creíbles en lo narrativo.
A pesar de parecer en todo momento estar buscando de forma desesperada la ansiada renovación, es un producto muy entretenido, perfectamente ejecutado y con un reparto de lujo. Además, tiene todo lo que debe tener una secuela: ser mejor que la anterior entrega, más grande y más ambiciosa. Por lo tanto, Hasta el cielo: La serie es una agradable sorpresa en el catálogo de Netflix que pocos esperábamos.
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Es un producto muy entretenido, perfectamente ejecutado y con un reparto de lujo. Hasta el cielo: La serie es una agradable sorpresa en el catálogo de Netflix que pocos esperábamos
La banda
El personaje de Asia Ortega
Las secuencias de acción
Como secuela, es mejor que la película predecesora
Algunos problemas de ritmo y excesiva coralidad en algunos momentos
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.