Atención: no tengo ni idea acerca de Dungeons & Dragons, por lo que no hablaré sobre referencias, easter eggs ni homenajes de esta película en el clásico juego de rol. Esta crítica está escrita por alguien que no ha jugado en su vida.
¿No te ha pasado alguna vez que vas al cine con cero expectativas y acabas saliendo con una sonrisa de oreja a oreja? Esto es precisamente lo que me ha pasado con Dungeons & Dragons: Honor entre dragones, el nuevo intento por adaptar cinematográficamente el popular juego de rol del que todos hemos oído hablar, y cuya nueva versión estrena Paramount Pictures el próximo 31 de marzo de 2023. Y en este caso, el experimento les ha salido genial, alejándose por completo del fracaso de 2000 que dinamitó las esperanzas de crear una nueva saga de aventuras y fantasía y adentrándose en un universo por crear de infinitas posibilidades.
No se si Paramount Pictures tiene entre manos esa franquicia que buscaba tras el potente estreno Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones porque, como siempre ocurre en estos casos, dependerá de la respuesta del público y la taquilla. Sin embargo, las bases se establecen gracias a una aventura épica, divertida y con corazón que no te deja respirar durante los 135 minutos que dura.
Pero quiero hablarte de ella con más profundidad, por lo que te invito a leer esta crítica de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones SIN spoilers.
Un retorno al cine de aventuras más clásico
Sin comparar en absoluto Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones con ninguna otra propuesta, el espíritu aventurero sí que me ha devuelto a mi niñez, cuando las películas de aventuras que veía eran las que habían visto mis padres en casa años atrás. Hablo de La Historia Interminable, Willow, Gremlins o Indiana Jones, sin ir más lejos. Largometrajes que destacan por la valentía, el trabajo en equipo, la perseverancia y las relaciones entre padres e hijos de sus protagonistas.
Y no quería compararla con estas propuestas porque Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones sabe ingeniárselas para aprovechar los tópicos del cine de aventuras de los 80 y 90 y adaptarlos a una película con un sentido del humor muy actual y que no huele a homenaje como tal.
Esta es la principal diferencia entre lo nuevo de Dragones y Mazmorras y aquellos clásicos: no te extrañe leer a algún crítico sobre la posibilidad de que esta película sea una caricatura de aquellas aventuras, porque en el fondo lo es. Pero más allá de homenajearlas, se ríe en su caras y crea un espectáculo aún más divertido (aunque quizás, menos perenne).
Humor absurdo, situaciones aún más absurdas y giros de guion que aprovechan todos los deus ex machina posibles. ¿Y sabes qué es lo mejor? Que esta mezcla funciona, sobre todo si vas al cine con 0 expectativas y te preparas para vivir una aventura que te llevará de la mano por toda la filmografía con la que disfrutabas de pequeño, hasta llegar a una secuencia final que me recuerda a lo mejor de Bruja Escarlata y Visión (o quizás se me va la olla, quién sabe).
Personalidad visual con gran pericia en lo técnico
Entonces, tenemos personajes estereotipados, humor absurdo y una inspiración en el cine de aventuras de los 80 y 90, de ese que tanto nos gustaba de pequeños. ¿Cómo puede ser con esta descripción Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones una buena película? Es una pregunta interesante, porque si lo piensas, suena a suspenso. Sin embargo, el cóctel funciona, más aún cuando John Francis Daley y Jonathan M. Goldstein se has arreglan para brillar en lo técnico.
¡Menudo trabajo de dirección! Podría destacar auténticos momentazos, pero me quedo sin duda con dos: una persecución en la que el personaje de Sophia Lillis se transforma en todo tipo de criaturas, rodada íntegramente en un plano secuencia de casi 5 minutos de duración (entiéndeme, no he podido cronometrar en la sala). Y un acto final en el que el apartado artístico brillaba con set pieces de primerísima calidad. Y más en general, la planificación nos regala encuadres que quitan el hipo, giros de cámara imposibles y momentos para el recuerdo.
No me esperaba para nada un trabajo tan cuidado en lo técnico y en lo visual por culpa de unos avances que no hacen justicia a Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones. Y de nuevo, la combinación de todo ha conseguido derribar mi coraza y enamorarme de lleno de esta divertidísima propuesta.
La mejor carta de presentación para unos personajes que brillan
Me dejo para el final lo mejor de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones. En efecto, aún no he hablado de lo que más me ha convencido. ¿Recuerdas que he dicho que los roles están estereotipados, al igual que sus chistes manidos y las relaciones que se dan entre ellos? Pues bien, pese a todo, creo que es la primera película en mucho tiempo en la que no me sobra ningún personaje. Tampoco los villanos, con un enorme Hugh Grant que pide a gritos que la industria le haga aún más caso. Y solo diría que el rol de Regé-Jean Page es bastante menor al que hubiera imaginado tras anunciar su fichaje a bombo y platillo.
Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones es mucho mejor de lo que nadie hubiera imaginado
Paramount Pictures está en racha. Tras habernos conquistado en 2022 con Top Gun: Maverick sin que muchos diéramos un duro por la esperada secuela tardía, repite el proceso con Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones, una película que se estrena en fechas similares y que aprovecha la nostalgia del cine de aventuras de los 80 y 90 para darle una capa de barniz y hacerlo suyo. Probablemente, uno de los largometrajes más entretenidos y divertidos que vayas a ver durante los próximos meses y que se merece el éxito para iniciar una saga tras asentar unas bases tan sólidas en esta primera entrega.
Probablemente, uno de los largometrajes más entretenidos y divertidos que vayas a ver durante los próximos meses y que se merece el éxito para iniciar una saga tras asentar unas bases tan sólidas en esta primera entrega.
Todos los personajes me encantan, protagonistas y villanos
Recuperar el espíritu del cine de aventuras de los 80 y 90
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.