Para algunos jugadores, Hideo Kojima es alguien sobrevalorado. Para mí, es uno de los mayores genios de esta industria, y no se le puede negar todo lo que ha aportado a la misma y cómo de revolucionario ha intentado ser siempre, yendo un paso más allá. No sólo ha aportado novedades y vueltas de tuerca a los videojuegos, sino que también ha creado varios de los personajes más emblemáticos de la historia: he ahí Solid Snake, el protagonista de la mayoría de juegos de la saga Metal Gear Solid.
Pero ya han pasado muchos años desde su primera aparición y desde la salida de Kojima de Konami, todo apunta a que la saga Metal Gear Solid ya no se expandirá nunca más. Así que muchos se preguntan en qué punto ha quedado Solid Snake, si falleció o si sigue vivo dentro del lore de la saga. En este artículo os responderé a ello.
Solid Snake apareció por primera vez ya en la primera entrega de la saga, la cual no es Metal Gear Solid, sino Metal Gear, de la MSX. Desde entonces, ha aparecido en todas las entregas principales de la franquicia, excepto en Metal Gear Solid 3: Snake Eater y Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, ambos protagonizados por Naked Snake/Big Boss.
Y es que Naked Snake, quien acabó siendo Big Boss, es el padre de Solid Snake, pero no de forma natural. Solid Snake nació como parte de un proyecto de crear a tres niños clones de Big Boss que fuesen los soldados perfectos. El proyecto se llamaba Les Enfant Terrible, que tuvo lugar en 1972, por lo que ese fue el año en el que nació Solid Snake.
La pregunta para todo aquel que no haya jugado todos los juegos de Metal Gear o que, simplemente, no se ha enterado mucho de la historia, es la de si Solid Snake sigue vivo o murió. La respuesta es simple y muy directa: murió en Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots, el juego exclusivo de PS3.
Sin embargo, en Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots no se ve cómo muere, pero se deja caer durante todo el juego que le queda extremadamente poco tiempo de vida. Eso se debe a su vejez, pese a que el juego ocurre en 2014, cuando Solid Snake tiene tan sólo 42 años. Pero debido al tratamiento de nanomáquinas que recibió de niño, todo ello ha provocado que envejezca mucho más rápido de lo normal. Otacon, el fiel compañero de Snake, ya le dice al principio del juego que le queda muy poco tiempo de vida.
Al final del título y tras una ardua batalla contra Liquid Ocelot (una especie de fusión entre Liquid Snake, villano del primer Metal Gear Solid, y Revolver Ocelot, rival y amigo, dependiendo del juego), Snake está a punto de suicidarse frente a la tumba de Big Boss, pero finalmente no fue capaz de hacerlo. Tras la cinemática más larga de la historia de los videojuegos (esto es un dato real: la cinemática más larga de la industria pertenece al final de Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots con más de una hora de vídeo) intensa y muy emocionante, tienen lugar los créditos.
Como sabéis, en esta saga suele haber siempre una escena post-créditos donde está la pantalla en negro con el logo del juego en cuestión y algunos personajes hablando. En el caso de MGS4, eran Snake y Otacon los que hablaban, y el soldado simplemente decía que iba a dejar de fumar el poco tiempo de vida que le quedaba, dando a entender que poco después iba a fallecer.
Y este es el final de Solid Snake tras una vida llena de batallas con victorias y derrotas a partes iguales. Sé que para muchos, Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots es el peor de todos, pero a mí es un juego que me gustó mucho y que es absolutamente emocionante para todos los fans. Y es el juego que mejor hubiese cerrado la historia de la saga completa si se hubiese quedado ahí.
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