La simple mención de la guerra de los bits en los 90 es suficiente para evocar vívidas imágenes en los gamers más veteranos, con aquella aciaga batalla por la supremacía en los videojuegos que se disputaron durante muchos años Nintendo y Sega. Esta guerra de los bits supuso la vara de medir a la hora de comparar consolas, con la Megadrive (Génesis en usa debido a problemas legales) y sus 16 bits contra la Super Nintendo (Super NES) que poseía el mismo número de esos llamados bits.
No es difícil recordar las agresivas campañas entre las dos empresas a fin de conquistar a los gamer indecisos, como la compañía de Kyoto apodando a su consola “el cerebro de la bestia” o la de SEGA y su eslogan de “Genesis does what NintenDON’T” (Genésis hace lo que NintenNO).
Todos estos recuerdos hacen que nos asalte la pesadumbre ante el hecho de que Sega se retirase de la fabricación de hardware, aunque como su último adiós nos dejó una de la que ha resultado ser una de las mejores consolas que ha dado la industria: la Sega Dreamcast.
Las bondades del hardware eran cuantiosos: gran colección de juegos, funciones en red adelantadas a su tiempo, un mando cuya disposición de botones ha sido copiada por la competencia debido a su funcionalidad, varios periféricos como el VMU que hacía la función de tarjeta de memoria y pantalla secundaria…
Todo esto no sirvió para convencer a los usuarios, que decidieron favorecer a la competencia, aunque eso no quita que la blanca de Sega nos dejara una gran amalgama de títulos, algunos de ellos auténticos clásicos.
Ahora, por el 15º aniversario del lanzamiento de la consola en territorio europeo, en Areajugones hemos decidido celebrar la ocasión con este Top 6 Jugón de joyas ocultas de Dreamcast, para que desempolvéis vuestras consolas y juguéis a aquellos títulos que se os pasaron por alto.
De modo que coged el mando y pulsad el botón triangular grisáceo de Start.
Cosmic Smash es de esos juegos que recogen un concepto ya existente y consiguen darle una vuelta empleando su estilo propio. Juego adaptado de una máquina arcade japonesa del mismo nombre, que se dice que también apareció en Europa, el núcleo de su gameplay es eliminar todos los bloques existentes en una serie de pistas de ambiente psicodélico.
Encarnando a una figura humana transparente con articulaciones visibles y cerebro, jugaremos a un sucedáneo del pádel en el que deberemos eliminar bloques dentro del tiempo límite que se nos da. Se trata de un concepto muy simple que esconde un gran potencial de diversión, siendo una reinterpretación del clásico de Atari Breakout.
La música es anómalamente relajante. Uno pensaría que los deportes han de acompañarse de una música cañera que nos haga bombear al ritmo de la acción en pantalla, pero en este sentido este juego consigue sorprender. Lo que se valora en Cosmic Smash es la calma del jugador en la resolución del puzzle, unido a la gestión del tiempo, y en ello contribuyen los sonidos calmantes a los que nos somete, junto a un comentarista inglés (y otra japonesa en background) que contribuye a la atmósfera. Por desgracia es corto, insultantemente corto: al jugador más avezado no le llevará más de 20 minutos completarlo, por lo que es un título sólo recomendado para partidas cortas.
Cosmic Smash es así un (corto) título de puzzle-arcade que resulta curioso en su planteamiento e interesante en su ejecución. No habiendo salido nunca de Japón dado su tardío lanzamiento, es un título poco conocido para los poseedores occidentales de una Dreamcast al que merece la pena echarle un ojo, a fin de amenizar aquellas tardes en las que queramos alejarnos de los títulos de acción y relajarnos frente a la televisión.
SNK apostó fuerte por Dreamcast, y no nos referimos sólo a sus sensacionales juegos de lucha, sino a una nueva IP que creó en exclusiva para la blanca de Sega: Cool Cool Toon. Dentro de un universo con un estilo artístico muy personal, encarnamos a un chico (o chica, a nuestra elección queda) que vivirá una serie de aventuras junto a un conejo rosa, todo ello a través de varias fases de baile, así como cinemáticas que en ocasiones rallan la absurdez, aspecto que valorarán los que más gusten del sentido del humor japonés.
Las fases de baile del juego se resuelven a través de una combinación de movimientos de analógico y los botones A, X e Y, todo ello siguiendo, cómo no al ser un juego musical, el ritmo en la medida de lo posible.
Cool Cool Toon jamás salió de Japón, encontrándose íntegramente en su idioma original, aunque existen guias en internet que traducen los pormenores del juego, que tampoco son demasiados. Puede que ni jugable ni musicalmente pueda hacer frente a nuestra reportera favorita del canal espacial 5, pero Cool Cool Toon sigue teniendo una personalidad propia que es de apreciar, sobretodo por los fans occidentales de los juegos musicales.
“Hey, chicos, hagamos un juego anime de lucha entre mechas con personajes nuevos”. Esto es lo que debió de proponer el directivo de Capcom de turno, y es que Tech Romancer no es más que lo que propone: batallas entre mechas como las que hemos podido disfrutar en series como Gundam, hasta el punto que uno de los diseñadores artísticos del juego es el mismo que el del anime Gundam 083.
Port del juego de máquinas recreativas, en él manejamos a uno de los diversos mechas a nuestra elección; no sólo eso, sino que también elegiremos al conductor del mismo, lo cual nos llevará por una rama argumental u otra. En el aspecto jugable, Tech Romancer propone que vaciemos las dos barras de energía de nuestro oponente a través de técnicas especiales, golpes finales, así como con la ayuda de los diversos power-ups que recogeremos de los destrozados entornos 3D que dejamos a nuestro paso. Las batallas son realmente dinámicas, aunque el control se puede hacer poco fluido en ocasiones debida a la pobre disposición de botones; además, los gráficos no aprovechan toda la potencia de Dreamcast, desentonando con el resto de apartados, que se encuentran realmente cuidados, desde el doblaje japonés al artwork.
Pese a sus defectos, Tech Romancer es un juego que sin duda hará las delicias de los fans de la animación japonesa, y que además llegó a territorio PAL, siendo un título que destaca por su propuesta dentro del género de lucha en Dreamcast.
El título con el que los fans occidentales de Sega lloran con tan solo nombrar, y es que este juego fue concebido especialmente para que el fanboy de la compañía sufriese un orgasmo prologando. Ambientado en el año 2025, encarnaremos a un joven que trabaja para Sega en su aventura por liderar el mercado y desbancar a su rival Dogma, que no es otra que la propia Sony y su consola Playstation 2, principal competidora de Dreamcast en aquella época. La aventura es un RPG con una gran cantidad de minijuegos y cameos de personajes de Sega, en un auténtico homenaje de la trayectoria de la compañía.
Por desgracia, el juego no se trajo a occidente y, para más inri, la traducción que los fans estaba realizando lleva en alto desde 2013, así que es seguro el asumir que se ha cancelado. En cualquier caso es un título a tener en cuenta si se es capaz de superar la barrera idiomática, y todo un ejemplo de la capacidad de Sega de reírse de sí misma. Vaya ironía que al año de la salida del juego la compañía dejara la fabricación de hardware. ¿Seguirá existiendo Sega para el año 2025? Si siguen intentando colarnos “juegos” como el Sonic 2006 o el port de Rhythm Thief en iOS, yo no pondría la mano en el fuego por ellos.
¡Chu! Esta palabra, tan vacía de significado en cualquier idioma que no sea el espanglis (para número dos) cobra especial relevancia para los fans de los juegos musicales. Space Channel 5 apareció en 1999 como un título realmente extraño que mezclaba la ambientación de una ópera espacial con un estilo futurista y setentero al mismo tiempo, a la vez que proponía salvar la galaxia a golpes de ritmo de baile con cameos de personajes como el mismísimo Michael Jackson, poniendo el difunto rey del pop la voz a su homónimo Space Michael.
Tras ser un éxito de crítica, nadie se esperaba una secuela, sin embargo en 2002 aparecía la segunda parte, siendo una mejora tremenda respecto a lo visto anteriormente. Volvíamos a encarnar a la joven reportera de pelo rosa Ulala, en una aventura que es secuela directa de su antecesor, quien se enfrenta ante una invasión alienígena de unos seres que pretenden arrebatar la libertad de los habitantes de la galaxia haciéndoles bailar hasta morir. Los gráficos se mejoraron enormemente, sustituyendo los poco estéticos fondos pre-renderizados por otros creados con el motor del juego, así como una mayor variedad de situaciones musicales que nos llevarían a desde participar en una batalla de guitarras hasta el realizar un concurso de bandas.
No sólo se cambiaron estos detalles, sino que el gameplay se hizo más profundo, añadiendo la voz “Hey!” para salvar a la gente, lo cual permite discernir sonoramente entre si atacamos a alguien con el “chu!” o los rescatamos. Así mismo, se alargó la duración del título con un modo +, retos de baile y muchos desbloqueables.
El lanzamiento de Space Channel 5: Part 2 no estuvo exento de problemas: en Dreamcast sólo apareció en Japón, aunque al año siguiente se lanzó en occidente para Playstation 2 y, más recientemente, en Playstation 3, Xbox 360 y PC en la Sega Dreamcast Collection en un pack junto a Crazy Taxi y Sega Bash. Indiscutiblemente, uno de los mejores juegos musicales que se han creado nunca, el cual ningún jugador debería dejar pasar la oportunidad de probar por lo menos una vez.
Guau. La idea de un juego en el que se matan zombies introduciendo palabras en un teclado sólo podría haberse concebido en una fiesta en la que se hubieran mezclado grandes cantidades de alcohol, sustancias psicotrópicas y un ordenador. El caso es que la fórmula funciona.
The Typing of the Dead es una parodia de The House of the Dead 2 de Dreamcast, siendo el juego exactamente igual, con la salvedad de pequeños detalles: los protagonistas se encuentran armados con una Dreamcast en la espalda y un teclado con el que liquidan zombies, los jefes finales deben derrotarse usando patrones como teclear con la mayor presteza o responder preguntas y los ítems que nos ayudan incluyen diccionarios e instrumentos análogos que hincharían de orgullo a un académico de la lengua.
El gameplay es tan simple como teclear las palabras que aparecen en pantalla para devolver a su tumba al reguero de monstruos que nos acechan y, creednos, no sabréis lo que es disfrutar de la vida hasta que liquidéis a un zombie tecleando la palabra “banana”.
The Typing of the dead termina resultando ser mejor juego que el original del que toma la base, House of the Dead 2, en tanto ciertos fallos que poseía el juego, como el atroz y denigrante doblaje inglés del título, aquí encajan dentro de la ambientación absurda que puebla cada megabyte del CD.
Varias advertencias a realizar a los usuarios españoles de Dreamcast: primero, necesitaréis un teclado de la consola para jugar, artículo que no es difícil de encontrar en tiendas online de segunda mano por menos de 20€. Segundo, el juego está en inglés, por lo que puede que a los menos diestros con el idioma de Shakespeare les cueste más teclear las palabras que si fuera en su idioma nativo. Por último, el juego no tuvo lanzamiento europeo, por lo que no esperéis que vuestras consolas hagan funcionar el original sin tirar de tejemanejes diversos.
Si con este artículo conseguimos que más gente conozca la existencia de este juego, sólo con eso este escrito habrá cumplido su objetivo, en tanto que, de todos los juegos hechos mención, este es un absoluto imprescindible. Para los que no posean Dreamcast, existe un port a PC, así como un más reciente House of the Dead: Overkill, aunque este último no tiene tanto trabajo ni mimo detrás como el original, de modo que recomendamos esta primera entrega de la saga.
"¿Por qué no me quisisteis?"
Una de las preguntas que más asalta a todo aquel que oye hablar de la gran librería de juegos presente en Dreamcast es: ¿Si era tan buena, por qué desapareció con poco más de dos años a sus espaldas? Si bien las opiniones al respecto son muy diversas, un justo reparto de culpas nos dejan ver tres causas principales:
Por un lado, la pérdida de confianza del consumidor hacia Sega. La compañía creó máquinas que siempre vivirán en el recuerdo de los jugadores más veteranos, como la Master System o la Megadrive, pero también serán recordados por ciertas atrocidades que no hicieron más que alargar el ciclo de vida de una consola que ya languidecía frente a la Super Nintendo. En efecto, nos referimos a los periféricos Mega CD y Mega Drive 32X, productos que no ofrecían una mejora significativa frente a lo ya visto, además de ser extremadamente caros e incluso provocar problemas técnicos en la consola original.
"Están matando a su propia compañía, cariño"
Por otro lado, la pobre campaña de marketing. Hemos hablado de la dudosa idea de lanzar la Mega CD y Mega Drive 32X, la cual se magnifica si tenemos en cuenta el hecho de que la Sega Saturn, consola sucesora, ya había salido en Japón para cuando estos periféricos llegaron a las estanterías occidentales. Los problemas de marketing en Sega siguieron su curso con Dreamcast, la cual no consiguió apelar al suficiente nicho de jugadores, perdiendo popularidad frente a la competencia directa, no digamos ya con la aparición de Playstation 2.
Por último, como causa final, encontramos la competencia, que es una consecuencia del punto mencionado anteriormente. El resto de compañías sí supieron cómo apelar a los distintos jugadores, como Nintendo que siempre ha tenido una base fiel de jugadores a pesar de fracasos merecidos como Virtual Boy, o Sony que sorprendió a todos con la sensacional Playstation 1, propiciando que muchos usuarios esperaran con ansia la llegada de la sucesora de esta consola, todo ello sin contar el hecho de que Microsoft terminaría irrumpiendo en el mercado con su consola Xbox, en lo que aquel entonces sólo eran rumores.
Fuera como fuese, y siendo irrelevantes los motivos, lo cierto es que Sega se despidió del mercado por la puerta grande, con una consola para el recuerdo y a la que siempre podremos volver para echarnos unas partidas a clásicos como los Sonic Adventure, Crazy Taxi o Jet Set Radio, entre muchísimos otros. Así mismo, es una consola realmente valorada por la scene de usuarios, que siguen sacando incluso juegos nuevos para la misma, siendo el último anuncio el remake del sensacional juego de Kojima Snatcher, realizada a partir de la versión de Sega CD (prácticamente el único juego decente del periférico), remasterización que esperemos que llegue a buen puerto.
Y hasta aquí el Top 6 Jugón sobre joyas ocultas de Dreamcast, ¿Qué juegos nos hemos dejado fuera? ¿Habéis probado alguno de los enumerados? ¿Os parece esta una consola sobrevalorada? Hacédnoslo saber en la sección de comentarios y en el foro, y no os olvidéis de visitar pasados Top 6.
No lo olvidéis, estáis en Areajugones, vuestra web de videojuegos.
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