Si por algo se ha caracterizado la desarrolladora francesa Ubisoft a lo largo de los años, es por saber explotar, de forma casi magistral, todas y cada una de sus franquicias. En este sentido, prácticamente cada año hemos podido disfrutar de nuevos juegos de la desarrolladora. Un claro ejemplo lo podemos ver con la saga Assassin's Creed, donde, en poco menos de un año, nos llegaron las ediciones de Origins y Oddysey, o Far Cry con las entregas de Primal, Far Cry 5 y el reciente Far Cry New Dawn. Está claro que la formula funciona y fruto de ello es la gran cantidad de títulos que se publican con tanta asiduidad para deleite de los jugadores.
Siguiendo esta misma dinámica, aunque algo más tardía debido al tipo de juego, le llega el turno a The Division con una secuela anunciada en el pasado E3 2018 y que ya hemos podido disfrutar de principio a fin. La primera entrega supo ganarse un hueco en el mercado y Ubisoft apostó fuerte por una nueva IP que mezclaba fielmente un modelo de juego abierto con vertientes RPG para un shooter en tercera persona. Todo ello unido a un interesante y divertido multijugador que entusiasmó a muchos jugadores y que, tras tres años de su estreno, es hora de renovar con la secuela que nos ocupa. ¿Habrá conseguido The Division 2 mejorar a su antecesor? ¿Cuáles son las novedades que nos proponen con esta nueva entrega? ¿Estamos preparados para volver a la división? Todas estas preguntas y más quedarán resueltas en nuestro análisis de The Division 2.
Lo primero que debemos hacer es situarnos en la narrativa que nos propone el argumento de la primera entrega. Somos The Division, un grupo de soldados de élite que solo presta soporte ante las crisis mundiales más importantes. Después de la propagación de un virus que ha erradicado a gran parte de la ciudad de Nueva York y que ha depositado la ciudad en manos de bandas callejeras, es el momento de actuar en propósito de arreglar esta situación. Ahora, han pasado siete largos meses desde que el virus se esparciese por todo el mundo y es el momento de llegar hasta Washington D.C. y evitar una catástrofe de dimensiones casi apocalípticas. La capital norteamericana está al borde del colapso, y la anarquía y la inestabilidad han puesto en peligro nuestra sociedad. Y, por si fuera poco, la situación está empeorando debido a los rumores de un golpe de estado en el Capitolio. Todos los agentes en activo de la División deben luchar por salvar la ciudad antes de que sea demasiado tarde.
Prácticamente, de manera casi frenética, nos vemos envueltos en todo el argumento en el que, como decimos, debemos ponernos en las manos de la División para tratar de solventar la situación. Para ello, empezaremos por crear nuestro personaje entre una gran cantidad de opciones para incorporarnos a la élite y empezar a subir de nivel con afán de llegar lo más rápido posible al nivel 30 mientras que nos convertimos en toda una máquina de matar. The Divison 2 dispone muy bien sus argumentos y vertientes de rol y cada minuto que lo juegues te aumentarán las ganas de seguir avanzando.
Aunque, a priori, aquellos jugadores que lleguen desde la primera entrega se sorprenderán con pocas cosas pues la base del juego sigue esencialmente el mismo patrón de la primera entrega, aunque con muchos, muchos matices. Algunos conceptos de habilidades han sido mejorados y encontraremos a viejos amigos como la torreta, aunque otros nuevos como el dron han llegado pisando fuerte. Así mismo, tanto el doblaje como los efectos sonoros siguen estando en un perfecto notable mientras que visual y jugablemente continúa siguiendo toda una delicia al margen de ligeros bugs clásicos que hemos podido advertir en esta edición de PlayStation 4. Pero lo mejor es ir desgranando todo poco a poco tras situarnos un poco en el contexto argumental del título.
Al igual que ya ocurriese con la primera entrega, en The Division 2 no tendremos un solo momento para aburrirnos. Es cierto que esta secuela no innova prácticamente en nada con respecto a su antecesor, pero no lo pretende en ningún momento manteniendo las virtudes que ya lo lanzaron a la fama con ciertas novedades que lo hacen bastante atractivo. El comienzo de la historia es bastante frenético, deberemos llegar directamente a ‘La Casa Blanca’ donde nos espera nuestro primer emplazamiento y nuestro primer contacto con todo lo que The Division 2 puede ofrecernos.
Una vez establecidos, tendremos que hacernos con todo el sistema del juego en lo que a sus menús y posibilidades se refiere. Las opciones son prácticamente interminables y la primera con la que podemos encontrarnos es con el sistema de habilidades. Y es que, conforme vayamos completando misiones, por norma general principales, obtendremos puntos de habilidad para desbloquear ciertas mejoras en nuestros agentes que nos ayudaran durante los enfrentamientos. Los agentes pueden personalizar las herramientas y habilidades que utilizarán en el campo de batalla eligiendo la forma en la que queremos desarrollarlas, porque de ellas dependerá nuestra supervivencia y el futuro de la ciudad.
Así mismo, tampoco debemos centrarnos únicamente en aumentar las habilidades ya que es importante ir aumentando el sistema personalizado de ventajas pues, de lo contrario, tendremos un personaje bastante desequilibrado. Por otro lado, no debemos olvidarnos de mejorar los distintos emplazamientos que vayamos encontrando / conquistando, en los cuales podremos conseguir ciertas mejoras sobre todo de fabricación y nuevas zonas y misiones. De igual modo, también deberemos tener en cuenta la mejora de armas, ya que esa ametralladora luce bastante mejor con una mira x12, ¿no crees?
También debemos hacer hincapié en la forma de curarnos pues, en esta ocasión, contaremos con un escudo del que no debemos bajar la guardia porque, poco a poco, se irá debilitando y deberemos ir reparado con el pad derecho del mando. Por otro lado, hay que reseñar que las habilidades, al contrario que en la primera entrega, no son automáticas y deberemos gestionarlas con los botones L1 y R1, algo que supone un toque estratégico bastante interesante y divertido que nos permitirá afrontar el combate desde distintos puntos al mismo tiempo y nos permitirá cubrirnos a la vez que matamos.
La posibilidades y diversión de seguir avanzando, tanto en la historia (algo sosa) como en la mejora del personaje, son bastante adictivos y nos mantendrán pegados al mando horas y horas sin darnos cuenta. Las misiones, tanto las principales como las secundarias, resultan bastante entretenidas, así como las de reconocimiento y, por supuesto, las de la temible y a la vez divertida zona oscura. Por otro lado, debemos dejar claro que The Division 2 está pensado para afrontar todos estos objetivos en cooperativo junto a tres agentes que bien pueden ser desde el matchmaking o bien amigos con los que la diversión del juego aumenta hasta grandes cotas. Pero, debemos dejar claro que aquellos que lo deseen podrán disfrutarlo de principio a fin en solitario, algo con lo que ganaremos más experiencia, aunque será bastante complicado. Así mismo, cabe destacar que el nivel del juego se equilibrará cuando nos encontremos en grupo haciéndose bastante más costoso el nivel de los enemigos.
Y es que The Division 2 es un juego realmente difícil y moriremos en más de una ocasión, por lo que deberemos centrarnos en llegar lo antes posible al nivel mas alto del juego. Una vez llegamos al mismo (nivel 30), conseguiremos desbloquear el endgame del título, donde se desbloquearán todas las zonas oscuras (cinco en total) y las distintas clases que podremos encontrar en esta secuela. Por otro lado, para aquellos ansiosos por conseguir el juego al cien por cien, tendrán la oportunidad de recolectar todos los coleccionables que se incluyen en el título como cajas de eco (donde escucharemos fragmentos de la historia), archivos de sonido y una gran variedad de incentivos y fragmentos que encontraremos a lo largo y ancho de todo el mapeado.
El mundo que se nos presenta en The Division 2 se encuentra totalmente basado en Whasington D.C., una capital desolada por el arraigo del virus donde actualmente reina la anarquía con diversas bandas que compiten por hacerse con todo el poder de la ciudad. Entre las mismas nos podremos encontrar, desde el principio, con tres tipos de bandas:
Por su lado, una vez logremos acabar el juego aparecerán los temidos colmillos negros:
Dichas bandas estarán presentes a lo largo y vasto del gran mapa que se nos presenta ante nosotros. Una ciudad gigantesca plagada de peligros y con cientos de lugares a los que llegar y en los que podremos buscar objetos, matar por gusto o completar todas y cada una de las misiones. Tampoco debemos olvidarnos de los distintos jefes finales y los niveles de los enemigos que nos encontremos: rojo (menor nivel), morado (mayor resistencia), amarillo (suele estar reservado a los distintos jefes finales). Sobre los distintos jefes, también hallamos distintos retos pues podremos encontrarnos desde expertos francotiradores, a fuertes enemigos con lanzagranadas que no dudarán en destronarnos.
El comportamiento de los enemigos resulta bastante equilibrado e intuitivo y no se limitan únicamente a estar en una zona determinada sino que, además, los encontraremos deambulando por el mapeado, por lo que deberemos estar atentos en todo momento porque no sabremos en qué instancia nos veremos abordados. Por otro lado, también tendremos que prestar atención a las bases o emplazamientos que conquistemos pues será en tales lugares donde podremos reclutar a nuevos NPCs que nos abrirán paso a nuevas zonas y distintas mejoras y nuevas misiones. Y es que la capital está desolada pero no le falta el más mínimo detalle. Al contrario que ocurriese con Nueva York en la primera entrega, donde las calles de la ciudad eran más verticales y estrechas, en Washington D.C. nos encontramos emplazamientos bastante más amplios para recorrer. Aunque no podemos olvidar que contaremos con el viaje rápido hacia las distintas zonas que hayamos descubierto, algo que, sin duda, se agradece.
Gráficamente, el juego ha mejorado de manera considerable respecto a lo que pudimos disfrutar hace tres años con un acabado made in Ubisoft. A grandes rasgos, el juego luce precioso y el nivel de detalle asombra en muchos momentos tanto en exteriores como en el interior de las distintas zonas. El juego de luces que nos podemos encontrar se encuentra perfectamente implementado y las transiciones entre día y noche, así como los efectos climatológicos, lucen a la perfección. Sin embargo, a pesar de que el diseño de los personajes luce correcto, sí que nos habría gustado que tuviese algo más definición. Por lo que respecta a los subtítulos, ha molestado que se hagan extremadamente pequeños en la interfaz; aunque haya la posibilidad de ponerlos grandes en otros aspectos como en conversaciones o cinemáticas, en lo que respecta a la interfaz se ven demasiado pequeños.
Por lo que se refiere a la jugabilidad, The Division 2 sigue con las mismas mecánicas del primer juego y eso se agradece porque nos encontramos ante un gunplay bastante divertido y equilibrado, con una gran y diversa variedad de armas donde todas responden perfectamente y con gran precisión. Aquí es donde The Division 2 se hace divertido, siendo así otro punto más a su favor, aunque, como hemos comentado anteriormente, nos encontramos ante un título complicado donde la táctica, la organización y, sobre todo, la buena preparación de nuestro equipo será fundamental para conseguir avanzar y llegar al deseado nivel 30. Aunque, eso sí, será complicado alcanzar el nivel más alto porque levear se hace algo tedioso debido a la poca experiencia que nos darán las misiones.
Respecto al apartado sonoro, hemos notado que el realismo en los disparos y caída de balas resulta menos efectivo que en el anterior título, pero logra mantenerse a un buen nivel. Por otro lado, tanto los efectos sonoros del entorno como las melodías se presentan muy correctos, así como los disparos y las explosiones. De igual forma, en el doblaje, sin ser sobresaliente, seguimos notando la marca de la compañía gala con un doblaje más que aceptable.
Como decimos, os estamos presentando un análisis en progreso por lo que hemos tenido poco tiempo para desgranar en profundidad todas las posibilidades que nos presenta el multijugador de The Division 2. En lo que respecta al modo cooperativo, sí que, tras una decena de horas a nuestras espaldas, solo podemos decir que es perfecto, divertido y entretenido; eso sí, mucho mejor con amigos, aunque no tenerlos no resulta un problema pues el sistema de matchmaking se encuentra perfectamente implementado y siempre tendremos la posibilidad de pedir ayuda a otros agentes con aquellas misiones que se nos enquisten.
Aun así, el modo que todo el mundo disfrutará más es, sin lugar a duda el PvP, donde deberemos eliminar a otros jugadores y enseñarles por qué somos el número uno en el campo de batalla. La zona en la que podremos acceder a esta modalidad será la llamada y vieja conocida de la primera entrega zona oscura donde podremos eliminar a otros jugadores por equipos. Hasta el momento, nosotros solo hemos tenido ocasión de llegar a la zona oscura este, y es que, insistimos, tendremos hasta cinco zonas oscuras distintas donde podremos probar nuestras habilidades. En la que hemos disfrutado, nos hemos enfrentado 4vs4 en una pequeña zona donde el equipo ganador era el que más muertes consiguiera en un tiempo límite.
Por otro lado, también tendremos la posibilidad de crear clanes en los que todo el mundo podrá ver nuestros progresos y podremos concertar horas de juego, misiones y gran parte del endgame una vez desbloqueado el mismo. Los clanes estarán disponibles prácticamente desde el inicio del juego.
Es hora de centrarnos en uno de los puntos más fuertes del juego, un endgame que ha sido implementado y desarrollado por todo lo alto para ofrecer a los jugadores horas y horas de diversión. Y es que, una vez logramos alcanzar el ya enfatizado nivel 30 (el cual nos llevará en torno a las 30 horas de juego), se desbloquearán nuevas opciones de juego de lo más atractivas. Lo primero es tener paciencia ya que, aunque lleguemos al nivel 30, deberemos superarlo para alcanzar el endgame, es decir deberemos llegar al ‘nivel 31’. Una vez lo consigamos, lo primero que notaremos es que todo el mapa se ha desbloqueado y se ha tornado de un alarmante color rojo sangriento.
Aquí es donde empieza la fiesta de verdad, una vez alcanzado el nivel 30 todo cambia y cobrará bastante sentido el tema de las builds que vayamos consiguiendo. Desde este momento, dejaremos atrás el tema de subir de nivel y nuestro nivel pasará a ser puntuación en función del equipamiento que llevemos. Por tanto, será muy importante ir consiguiendo todo el mejor set que podamos para ir haciéndonos cada vez más y más fuertes. Comenzaremos con puntuación 200 y deberemos llegar a tener, como mínimo, un 275 de puntuación. En ese momento, se desbloquearán las misiones de categoría de mundo. Una vez completemos la categoría de mundo 1 (algo así como el nivel 31), pasaremos a categoría de mundo 2 (algo así como el nivel 32).
Para conseguir avanzar en las categorías de mundo, deberemos estar muy preparados pues la obra será mucho más complicada de lo que todo ha sido hasta el momento. No queda aquí la cosa pues otra de las novedades de alcanzar el endgame será la de contar con las categorías de especialización de elite: Francotirador, Superviviente y Experto en Demoliciones. Cada uno de los mismos podrá subirse de nivel con puntos de supervivencia que vayamos adquiriendo en las fortalezas. Así mismo, para acceder a estas zonas tan complejas, deberemos contar con el mejor equipamiento posible y, en pos de ello, deberemos subir el árbol de habilidades de las categorías de especialización de élite o, lo que es lo mismo, horas y horas de entretenimiento. De igual forma, también nos obsequiaran con un traje de élite en función de la categoría escogida. Otro punto que no podemos dejar pasar por alto es la mesa de fabricación, donde podremos aportar todos los diseños que hayamos encontrado en el juego (hay un total de 180) para conseguir fabricar todo lo que necesitemos en aras de avanzar con el mejor equipamiento posible.
The Divison 2 nos ha sorprendido para bien en prácticamente todos los sentidos. Si bien la secuela no innova en casi nada con respecto al original, es cierto que no lo pretende en ningún momento y se centra en hacer fuertes lo pilares en los que destacó la primera edición. Bajo una narrativa argumental un tanto descafeinada, lo divertido del juego se centra en la gran cantidad de misiones y submisiones que nos encontramos, las posibilidades del modo cooperativo y la diversión de PvP. Nos hallamos ante un título redondo en muchos aspectos con muy pocos peros en su haber. Además, nos chocamos también ante las típicas cajas de botín pero, en esta ocasión, por el momento, tan solo se trata de opciones domésticas. Así mismo, Ubisoft también dejó claro que los futuros DLCs serán gratuitos durante el primer año algo que es bastante de agradecer.
Respecto al endgame, nos encontramos, esencialmente, con el descubrimiento de un nuevo juego y nuevas posibilidades. Tras pasar el amplio 'tutorial' de llegar al nivel 30, el verdadero juego se desbloquea con grandes posibilidades y, sobre todo, horas y horas diversión. El título está pensado para enganchar al jugador y lo consigue con creces superando, en casi todo, a su primera entrega, por lo que, desde Areajugones, no podemos más que recomendaros fuertemente The División 2. Es hora de reconquistar Whasington D.C. con los agentes de élite de la División por lo que… ¡Tócala otra vez, Tío Sam!