Makoto Shinkai sigue perfeccionando su propio estilo. Tras años de experimentación e inversiones sin retorno visible, el pasado 2016 "Your Name" por fin dibujaba una imagen general del cuadro. La carrera profesional del cineasta terminaba de explotar maximizando formas, lenguajes y maneras de un cine que hasta ese momento solo se había mostrado en pequeñas pinceladas narrativas. "Weathering With You" no es ni el descenso de montaña, ni el desvío hacia una cima más alta; el nuevo trabajo con el que Shinkai pretende en 2020 asaltar Los Ángeles, es un día más de estancia en ese campamento levantado con esfuerzo hace tres años. Y como tal, hay que entender los paralelismos explícitos, y quizás hasta molestos, que comparten una y otra producción.
No solo se trata de un mismo espíritu -comprensible dentro de una misma visión-. La cinta que llegará a España este mismo noviembre, y que se ha dejado ver anticipadamente tanto en San Sebastián como en Sitges, se disfraza de tramas, arquetipos, escenas y hasta mensajes muy cercanos a la película anterior. Shinkai busca sin ningún tipo de reparo obtener las mismas sensaciones, recorriendo senderos que carecen de originalidad y riesgo. Sin embargo, en términos absolutos, este relato en el que el clima es absoluto protagonista, deja un poso sutilmente diferente al pastiche romántico de Taki y Mitsuha. ¿Cómo es posible? Pese a que formalmente son cintas indistinguibles, el desarrollo y los puntos de interés sobre los que pone la mirada el director, aportan el sabor que permite discernir y comparar.
Es importante entender que "Weathering With You" no es "Your Name 2". Que aunque hable el mismo lenguaje, no da continuidad a las tramas ni a los personajes presentados en la anterior producción. De este malentendido, alimentado por los tráileres y por la obsesión de Shinkai de relamerse hablando sobre el significado de la lluvia y las nubes, puede nacer un sentimiento de decepción notable. Algo que las imposibles expectativas depositadas sobre la cinta, condicionarán sin remedio la experiencia más sensitiva que aquí se ha intentado perfilar. Ahora bien, el director no se muestra ambiguo a la hora de desnudar unas intenciones clarividentes, reforzadas por su propia manera visceral e impulsiva de entender la narrativa. Impulsadas desde una premisa realista, y sumergidas poco a poco en la fantasía más subjetiva, con ese mismo esquema ya seguido tres años atrás.
Buscando más que referencias
Chico conoce a chica por casualidad, chico se enamora sin percatarse de chica, y cuando lo hace ya es demasiado tarde. El director opta de nuevo por presentar de manera independiente a cada protagonista, para después introducir el suceso fortuito que desencadenará el nudo de la trama. Lo hace repartiendo todo el fantástico sobre Amano Hina (Mori Nana), y todo el realismo -en busca del anclaje emocional- sobre Morishima Hodoka. De la combinación de ambos personajes nace un viaje sustentado en el realismo mágico, que no duda en abrazar el delirio más absoluto antes de alcanzar su clímax. Empezando desde abajo, Shinkai nos presenta a la mencionada Hina, una joven cuya madre está a punto de fallecer. Sollozando al pie de su cama, este vislumbra una luz entre las nubes; una señal que apunta a un Tori situado en lo alto del edificio. La entrada al reino de los cielos -aquí literal-, cambiará para siempre su destino.
Una vez establecido el tono, "Weathering With You" decide empaparse de intimismo para darle la mano al que será el narrador en primera persona de la historia. Hodoka es un joven de 16 años que, asfixiado por su pueblo natal, decide emprender un viaje suicida a Tokio. Sin dinero ni contactos, el chico deambula de hostal en hostal, vislumbrando un futuro laboral cada vez más negro. Su suerte cambia cuando se cruza ante él Suga Keisuke (Oguri Shun), un pícaro superviviente de ciudad, que no duda en darle una oportunidad a cambio de trabajar para él en una suerte de periódico de sucesos paranormales. En su oficina, y junto a Natsumi -la atractiva y extrovertida sobrina de Suga-, Hodoka encuentra una familia, y un apoyo para labrarse un porvenir. ¿Cómo se cruza con Hina?
Aunque Shinkai practica de nuevo los encuentros casuales antes de cruzar definitivamente las tramas, no es hasta bien pasada la introducción cuando la cinta presenta sus credenciales definitivas. El destino de "Your Name" aquí es sustituido por un interés laboral que comparten ambos. Una similitud que los empujará a iniciar un proyecto en conjunto aprovechando la misteriosa habilidad de la chica; controlar el tiempo. Lo que no sabe ninguno de los dos, es que los cielos tienen un funcionamiento y unos precios a pagar que escapan de su visión naíf del mundo.
Cantando bajo la lluvia
El perfil de la relación que se dibuja en la película recuerda más a la calidez inocente de "5 centímetros por segundo", que al atrevimiento de "El jardín de las palabras". Las edades de los protagonistas, entre los 15 y los 18 años, permiten establecer unas reglas de juego que recuerdan al primer amor. A un sentimiento que nace sin esperarlo y del que se va aprendiendo sobre la marcha. No es extraño que las confesiones directas o los vocativos pasionales aquí tengan un papel mucho más discreto. O que incluso el papel de la música esté mucho más volcado a la trama fantástica que a sus hormonas. Hodoka y Hina pasan las mismas pruebas que el resto de parejas del cine de Shinkai, pero lo hacen de forma mucho más sutil y lenta. Como si el director quisiera aportar cierto tono contemplativo respecto a la montaña rusa de "Your Name". Y la cosa no termina ahí.
La historia en su conjunto se siente mucho más cohesionada y consistente, gracias a la linealidad temporal que abandonaba "Your Name". Seguimos topándonos con algún que otro momento confuso, pero en sus casi dos horas de metraje, apela más a la progresión clásica que a la composición narrativa de corte artístico. Decisión que solo va en beneficio de la experiencia; primero porque permite apreciar mejor la evolución de los protagonistas, y segundo porque libera a otros apartados como la música a labores más funcionales. En ese sentido parece que Shinkai sí ha dado un paso adelante respecto a su último trabajo; demostrando que una planificación más exhaustiva permite controlar con más constancia lo que se quiere transmitir. Eso sí, su única filia aquí es explorar la inmensidad del clima.
Orgía visual
Si bien la cinta nunca reniega de sus intenciones, la dirección que toma en relación a su universo supone un soplo de aire fresco al recorrido pasteloso del cineasta. Hablar de "Weathering With You" es hacerlo mucho más de las tormentas, la presión atmosférica, y los efectos del calentamiento global, que del idealismo romántico que Japón tan amablemente ha tomado prestado de Hollywood. Por encima de los propios personajes, la verdadera protagonista de la función es Tokio. Shinkai se sumerge en sus calles, perfilando con elegancia el espíritu de cada barrio. Desgranando cada calle, cada esquina, y cada local con su obsesión enfermiza por los detalles. En pocos minutos se confecciona un poema visual muy persuasivo.
Todo lo que no destaca en el trabajo del director a nivel de guion, lo hace la labor de Comix Wave Films a nivel de animación. Si bien el estudio ya había demostrado un nivel descomunal en el pasado, aquí se supera a sí mismo haciendo valer el poder simbólico de la naturaleza. El manejo de la iluminación y cómo esta afecta a las superficies mojadas, suponen uno de los pilares más destacados de la vertiente técnica. La variedad de situaciones atmosféricas que pasan por pantalla es casi infinita; desde la lluvia más convencional, pasando por vientos huracanados, y llegando incluso a la nieve. Shinkai pone a prueba su músculo técnico en situaciones realmente comprometidas, y obtiene a cambio una de las películas más sobresalientes en lo artístico de la historia. No tanto en animación -donde el resultado es igual de destacado-, sino apuntando más hacia la delicadeza e inteligencia que demuestra presentando los distintos contextos.
Conclusión
¿Es suficiente esto para superar a "Your Name"? No exactamente. La sombra de esta película es demasiado alargada como para que no salga perdiendo en las comparaciones. Hasta el punto de tener que pasar por alto ciertos elementos imbuidos en el fanservice más chirriante. Si sumamos además la aparición de un reparto secundario bastante desdibujado, y los dañinos deus ex machina que trufan la historia, nos encontramos con un producto repleto de aristas. Uno disfrutable, sí, pero decepcionante desde esa perspectiva general que abría las puertas a un avance profesional en la carrera de Shinkai.
"Weathering With You" es todo lo que prometía ser, y absolutamente nada más. Un epílogo que desaprovecha la oportunidad de proponer y arriesgar, de seguir elevando la figura de un referente. Su estelar tercer acto -habitual en Shinkai-, y su mensaje final, no evitan el sentimiento de apatía que genera emprender un viaje embadurnado en deja vus manifiestos. La fórmula, por suerte todavía sigue funcionando, pero el paraguas no será suficiente para parar las tormentas si nunca deja de llover.
Makoto Shinkai se acoge a su probada fórmula para confeccionar una producción efectiva pero poco sorprendente. Personajes, tramas y escenas se pasean como un espejo por pantalla, dejando una sensación agridulce que no termina de desmerecer el conjunto.
Iluminación y reflejos soberbios
La banda sonora es más discreta pero igual de emotiva
Protagonistas carismáticos
Acto final
Guiños torticeros a Your Name
Situaciones surrealistas amparadas en deus ex machinas
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