Poéticamente la serie se está beneficiando de su recorrido narrativo. Sí, "Dragon Ball Heroes" nació como un anime promocional, y a día de hoy lo sigue siendo, pero su limitado formato no ha impedido que tras varios meses de emisión, la historia esté por fin cogiendo cuerpo. La llegada de Hearts y compañía hace unas semanas traía consigo más combates -obviamente-, pero también una trama que parece huir de la simplificación a la que estaba avocada la producción.
El episodio 11 viene a reforzar todo esto y a expandirlo con una premisa bastante jugosa; tres combates simultáneos protagonizados por los guerreros más fuertes de la franquicia. ¿Podría Toei lidiar con un montaje aparentemente tan complejo? Sí, y no solo eso. Desde aquí nos hemos quejado en múltiples ocasiones del ahorro de recursos en animación vistos en diversos episodios. Pero eso parece haber quedado atrás, hasta el punto de vislumbrar el talento de alguien como Naotoshi Shida por estas lides.
La claridad con la que el estudio sigue exponiendo sus escenas auydan en parte a que no se genere una sensación la tan temida sensación de caos. Goku se enfrenta a la misteriosa Loggs, Vegeta a Kamioren, y Jiren a Zamasu. De esos tres, el único que parece tener las cosas bajo control es el príncipe, quien con su Super Saiyajin Blue Evolution consigue dejar alguna de las secuencias de animación más espectaculares no solo del episodio, sino de todo "Dragon Ball Heroes".
Hablamos de un sakuga que nada tiene que envidiar a la recta final del Torneo de Poder. Una fluidez que responde a un nivel de presupuesto completamente distinto al que dispone Toei para la producción, y que manifiesta la importancia que ha ido ganando el anime para la compañía con el paso de las semanas. ¿Solo promocional? Puede ser, pero de forma indirecta esta serie está logrando mantener el interés de la franquicia vivo mientras se cocina el futuro de "Dragon Ball Super".
Claro que se podría haber mantenido el nivel de comodidad visto durante los primeros episodios, pero a medida que el número de personajes, transformaciones, y localizaciones iba aumentando, la calidad lograba crecer pareja. En ocasiones con fanservice -quizás más de las deseadas-, en otras jugando con el montaje para manejar los tiempos-, y esta semana para mandar un mensaje reivindicativo a todos aquellos que ignoraban "Dragon Ball Heroes" por su naturaleza.
Lo más curioso es que Toei consigue subir esta semana el nivel sin hacer uso -prácticamente-de Goku. La situación facilita que Vegeta se lleve todo el protagonismo, pero incluso en los cortes es Hearts, Trunks -quien acude a ayudar a Kakarotto-, o incluso Jiren los que se llevan la atención. Un hecho que podría parecer insignificante, pero que es meritorio teniendo en cuenta del historial que arrastra el estudio con el reparto de protagonismo a lo largo de la franquicia.
Ahora bien, no todo son flores. La presencia de tantos personajes en batalla al mismo tiempo termina limitando mucho el tiempo en pantalla de cada uno de ellos. El tramo de Goku-Trunks-Loggs sirve más como puente expositivo para los cada vez menos misteriosos planes de Hearts, y el combate de Jiren con Zamasu aquí solo cumple el propósito de aliviar la tensión acumulada durante el verdadero núcleo del episodio: Vegeta haciendo cosas.
Vegeta pateando, Vegeta pegando puñetazos, y Vegeta lanzando uno de los Final Flash más sorprendentes y emocionantes de los últimos años. No es habitual que el personaje reciba tanta atención, y menos que lo haga con tal nivel de animación en un episodio que además no alcanza los 10 minutos de duración. Su combate ni siquiera es el más importante de todos los que se están librando, pero eso no impide que Toei libere a la bestia Shida para que exprima hasta la última gota de épica de ese enfrentamiento.
¿Y ahora qué? Tras varias semanas de acción sin descanso, "Dragon Ball Heroes" parece que se aproxima a un pequeño valle que permitirá no solo recolocar a los personajes, sino que además dejará madurar la trama haciendo que Hearts vaya ganando peso como nuevo villano principal. El estudio no obstante sabe que no puede dejar de lanzar estímulos al espectador -y menos en una serie así-, y ya prepara una nueva sorpresa con Meta Cooler. Que prosiga el espectáculo.
No nos gusta cambiar las tradiciones, y por eso aquí te dejamos una selección con las mejores capturas del episodio. En esta ocasión no ha habido tanta acción como en el último episodio, pero ¿quién se resiste al talento de Shida?