Después
del descanso de la semana pasada, "One
Piece"
vuelve
a la carga con el arco de Wano.
El episodio
908
había
dejado a los fans con un amargo sabor de boca cocinado por un
desenlace del todo catastrofista; la puesta en escena de las tumbas
de Oden,
Momonosuke,
Raizo,
Kin'emon
y
Kanjuro.
Esta semana Toei
Animation
profana
simbólicamente esos féretros para contextualizar la existencia de
tanta pompa en torno a los mausoleos. ¿La respuesta? Una sorpresa
que engarza directamente con el sentimiento más profundo de
cualquier seguidor de la franquicia.
La falsa historia del país de Wano
Se mantiene el tono apaciguado y dramático, la inexistencia de combates, pero la información consigue suplir carencias y estancamientos. Wano sigue sin explotar al ritmo propio de un shonen, pero no ceja en su intento de dar volumen al universo de Oda. El episodio de esta semana se apoya en una clase llena de niños que están aprendiendo la historia de este particular país. Un relato lleno de mentiras y falsedades manufacturado para proteger el estatus del Shogun Orochi, y traído al frente por el estudio para cruzar en la trama a Luffy y compañía.
La parte jugosa de la exposición no es revelada a los niños, pues no la entenderían y solo conseguiría generar dudas sobre la posición y el liderazgo del Shogun. Es sin embargo Inemuri Kyoshiro, el jefe de la Yakuza, quien ejerce de villano poniendo encimad de la mesa la información relevante; la mujer de Oden lanzó una maldición sobre Orochi. "Dentro de 20 años, en una noche de luna llena, nueve fantasmas del pasado aparecerán para matarte". Esas palabras perfilaban la losa vital que le acompañaría de por vida.
¿Quiénes son estos nueve espíritus? Por ahora se conocen cinco; Kin'emon, Kanjuro, Raizo, Inuarashi y Nekomamushi. Las identidades de los otros cuatro todavía son desconocidas. Cada vez son más los misterios que Wano genera, y aunque poco a poco se van revelando, la lentitud del arco no ayuda a suscitar una gran expectación. Sí, la nueva animación supone un soplo de aire fresco innegable, pero los episodios llevan un ritmo tan lento que convierte el suspense en tedio.
Un reencuentro incompleto
Tras la acción de Kyoshiro y la clase de los niños, el foco vuelve al punto de partida de hace dos semanas ¿Por qué existen tumbas de Momonosuke y los samuráis que le acompañan? De camino al castillo en ruinas de Oden, los protagonistas se cruzan con un enemigo que Zoro no duda en combatir. Ya sea porque el espadachín se encuentra en un país lleno de iguales,o porque lleva mucho tiempo sin tomar partido en la acción, Toei le está dando un espacio mayor que en arcos pasados. Cargando sobre sus espaldas casi toda la acción de la trama, y poniendo en valor el entrenamiento de dos años al que fue sometido.
Mientras el espadachín se queda atrás para enfrentar al enemigo, Luffy, Law y Kiku se dirigen a un castillo que terminar resultando serla base secreta de Kin'emon y de la alianza formada durante el arco de Zou. Y es en este lugar donde el estudio insufla de nostalgia el episodio, donde se da el reencuentro de Luffy con los compañeros que le ayudaron en el arco de Whole Cake. ¿Qué había sucedido con ellos tras subir por la cascada antes de llegar a Wano? La respuesta viene acompañada de un tono emotivo tan medido como efectivo.
Tras la aparición de los miembros de la banda, llega el momento cumbre del anime esta semana; Kin'emon decide explicar porqué se encuentran sus tumbas en ese lugar. Resulta que los cuatro samuráis y Momonosuke realizaron un viaje en el tiempo hace 20 años para poder cumplir con la profecía antes mencionada. No se sabe aún cómo es esto posible, pues no se conoce una Fruta del Diablo que tenga tal poder, ni a una persona que posea la habilidad de manipular la cuarta dimensión.
Subirse en el DeLorean es siempre un atrevimiento llamativo para los guionistas de cualquier obra, pero en muchos casos termina suponiendo una espada de doble filo. Las incongruencias son complicadas de solventar, y no es raro ver a espectadores ahogarse entre dudas. Toei todavía tiene el beneficio de la duda, y su inclusión en "One Piece" es, sin duda alguna, del todo inesperada. ¿Saldrá bien la jugada?
Conclusión
La lentitud de este arco de Wano no ayuda a los seguidores "One Piece" a esperar con ganas los siguientes episodios. La exposición, la ida y venida de personajes, la información densa y desconectada del devenir futuro de los héroes; todo ello está dibujando un fango por el que es difícil moverse. El shonen necesita acción como gasolina para funcionar, y al universo de Oda ya se le está terminando la inercia para tomar cartas en el asunto.
Un capítulo lento pero que explica por fin cómo es posible que Momonosuke y los samuráis estén vivos, y que da una ligera visión de como Orochi llegó al poder en Wano.
El reencuentro de parte de la banda
Zoro sigue mostrando su fuerza siempre que puede
El diseño de Kyoshiro
El adoctrinamiento de los niños para adorar al Shogun
El capítulo mantiene la lentitud que el arco de Wano tiene desde su inicio