No iba a ser tan sencillo. Hace unas semanas WarnerMedia sorprendía a los fans de Studio Ghibli, anunciando la llegada de todas sus películas a la futura HBO Max. La noticia, acababa con años de pesadillas, de búsquedas tortuosas, y de enfados justificados sin solución. El trabajo de Hayao Miyazaki estaba desperdigado e incompleto por las distintas plataformas de streaming, pero el movimiento de este estudio pondría fin al problema. Eso, claro siempre y cuando Netflix no se imponga dando un golpe encima de la mesa.
La compañía de Reed Hastings ha ido reforzando su catálogo con anime durante los últimos 5 años; con propuestas tanto originales como de terceros, que la han convertido en un referente de las producciones niponas a nivel internacional. No es extraño que ahora pretendan presentar batalla para intentar quedarse con las aclamadas películas de Totoro y compañía. Sí, tal y como declaraba el director de animación en Netflix Japón, ya se está trazando un plan de contención para pelear esos derechos.
"Japón es una de las dos principales creadoras de historias en el mundo junto a Hollywood", explicaba John Derderian, quien además confirmaba la existencia de reuniones con Miyazaki y el resto de ejecutivos del estudio. ¿De qué se ha hablado? El ejecutivo no terminaba de dar detalles, pero sí aseguraba que la intención de los californianos pasa por seguir estrechando lazos con los estudios de animación. Un movimiento enfocado a poder afrontar la guerra del streaming con la etiqueta de "plataforma de anime" bajo el brazo.
"Vamos a asociarnos con estudios durante 5 - 10 años, para que puedan tomar ese dinero, para que, con ingresos estables, tengan la capacidad de invertir en espacio, herramientas y personas", añadía. "Estamos viviendo un boom del anime, pero no estamos invirtiendo en ciclo de corto recorrido". Ante esta estrategia, los analistas ya ven a Netflix como una figura que marcará un punto de inflexión en las dinámicas de la industria nipona.
Todo encaja para los de Reed Hastings. Con Disney+ y Apple TV+ centrando sus esfuerzos en las producciones occidentales, y en franquicias y clásicos ya asentados en la memoria colectiva de esos públicos, quien antaño fuera la única jugadora del VOD, ahora necesita diferenciarse por otros caminos. Y claro, uno de los más interesantes y factibles es el de la animación. La única piedra en el camino que deben retirar es la puesta por WarnerMedia, y eso sí, no será una tarea nada sencilla de llevar a cabo.
Con un presupuesto infinitamente superior, y el respaldo de Crunchyroll, el conglomerado propietario de HBO, tiene todas las cartas a su favor para salirse con la suya. ¿Quién ganará la guerra? Para el fan de anime que durante años se acostumbró a tener que surfear el mercado ilegal del streaming, la respuesta no tiene demasiada importancia. La llegada de todas las películas de Studio Ghibli a la industria será una buena noticia de cualquier forma.
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