Tres metros sobre el cielo, After o Maravilloso desastre son tan solo algunas de las películas que exploran el romance entre adolescentes, aportándoles un toque de erotismo forzado. Un género saturado de propuestas al que ahora se suma Culpa mía, una película que se cree moderna y actual por una banda sonora con éxitos de Rosalía y otros artistas, pero que parece rodada en el año 2010.
Hay muy poco que salvar en Culpa mía. Sin hablar del trabajo de adaptación, porque no he leído la novela de Mercedes Ron en la que se basa, el guion es plano y aburrido; las actuaciones, sin ser un desastre, no destacan en casi ningún caso. Y el ritmo... Lo peor que le puede pasar a una película es que cuentes en 120 minutos, lo que podrías haber hecho en menos de la mitad.
Culpa mía no tiene nada destacable
Evidentemente, no hubiera visto Culpa mía de no haber sido por trabajo. No creo que yo sea el público que Prime Video busca con esta película romántica. Sin embargo, el póster me había atraído lo suficiente como para darle una oportunidad: carreras ilegales y amor prohibido, como si hubiéramos vuelto a 2013 con la Combustión de Daniel Calparsoro. Pero tanto en lo narrativo como en lo técnico, este proyecto dirigido y escrito por Domingo González es un estrepitoso fracaso.
Imagina que pones en una coctelera un poco del erotismo de 50 sombras de Grey, pero ambientado en la saga naif de After, y lo aderezas con un toque de A tres metros sobre el cielo y aroma de Fast and Furious. Esto es lo que quiere ser el guion de Culpa mía, una propuesta demasiado ambiciosa porque coge un poco de aquí y de allá, sin encontrar la personalidad en ningún momento. Ni siquiera se hace un esfuerzo en escribir personales complejos y dotados de coherencia: hacen lo que hacen porque una tal Mercedes Ron lo escribió en la novela, sin importar si en la adaptación cinematográfica tiene o no sentido.
Por otro lado, me sorprende lo mal rodada y editada que está Culpa mía: parece más un trabajo de un recién graduado en Comunicación Audiovisual, que la película de un experto en montaje que ha trabajado con directores como Álex de la Iglesia (30 monedas y Veneciafrenia) o Gerardo Olivares (en 4 latas). No me gusta poner ejemplos, y menos en este caso que hay incontables, pero es fácil darse cuenta de la desgana que hay tras el rodaje de Culpa mía cuando te horrorizas con la edición de la secuencia inicial en la que la protagonista intenta coger su equipaje del maletero.
Las interpretaciones de Culpa mía son un absoluto desastre
¿Puede alguien actuar bien?
Si bien puede haber buenas intenciones en ofrecer algo más que un drama romántico prefabricado, el guion no duda en caer en tópicos. Un guion muy mal escrito y con diálogos desastrosos, que te sacan en todo momento de contexto. Tampoco ayuda que los intérpretes parecen estar haciendo una obra de teatro en lugar de una película, con actuaciones de cartón piedra, desfasadas y tan poco naturales, que no he visto nada igual en los últimos años. Si has visto recientemente El silencio en Netflix, te aseguro que esa serie se merece un Goya al lado de Culpa mía.
El póster es lo mejor de Culpa mía
Sin embargo, Culpa mía tiene todo para triunfar
La buena noticia, al menos para Prime Video, es que Culpa mía tiene todos los ingredientes para triunfar en la plataforma de streaming: romance, erotismo y acción fácil de consumir, con un par de protagonistas que se enamoran de forma prohibida y generando en su entorno todo un sin fin de situaciones problemáticas. Si crees que formas parte de este público objetivo, puede que disfrutes de Culpa mía muchísimo. Sin embargo, debes admitir que es una película mala, hecha con desgana y con el único objetivo de crear una nueva franquicia.
Intenta ser erótica, pero no lo consigue; intenta ser una película, pero se queda en telefilme. Culpa mía es una película cuyo mayor problema es la novela homónima de la que parte. Ni las buenas intenciones empañan un guion aburrido y prefabricado
La banda sonora
Por salvar alguna interpretación, la de Marta Hazas
El ritmo: se cuenta en 2 horas lo que podría contarse en 60 minutos
¿Por qué parece más una serie del año 2010, que una película de 2023?
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.
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