Sorprende mucho lo de Gerardo Herrero: este director español no ha dejado de realizar cine desde su debut en 1988 con "Al Acecho", pero en ningún momento hablamos de un éxito propio en taquilla, o de una película que haya destacado entre la crítica (quizás, se salva, "Heroína", protagonizada por Adriana Ozores y Javier Pereira). La anterior producción dirigida por este cineasta fue "La Playa de los Ahogados", que si bien nos ofrecía una interesante historia, volvía a quedarse en tierra de nadie, algo que ocurre nuevamente con "El Asesino de los Caprichos", estrenada en el Festival de Sitges 2019 y recibida de forma muy fría.
Hemos podido ver, por fin, el largometraje, y debemos apuntar que, una vez más, es una oportunidad perdida para Gerardo Herrero pese a contar con un potente reparto, una premisa bastante interesante y una historia que daba bastante más de sí. ¿Qué ha ocurrido para que "El Asesino de los Caprichos", finalmente, haya terminado resultando ser una decepción?
Falta de identidad muy grave
En primer lugar, que pese a estar ante un supuesto thriller de investigación, nos vemos sumidos en las historias personales de diferentes personajes, algo que sin llegar a lastrar el ritmo, nos hace estar presentes ante una película de sobremesa. El cine español, durante años, ha bebido mucho de la televisión (o viceversa), dejándonos con tramas secundarias que abren nuevos frentes, personajes atormentados, psicologías complejas, que al final, hacen que la historia principal avance a pasos lentos. Así pues, tras ver "El Asesino de los Caprichos", nos preguntamos por qué centrarse tanto en sus personajes (con unas espectaculares Maribel Verdú y Aura Garrido) mientras nos dejan sin respuestas en temas tan interesantes como la corrupción o el mercado negro del arte.
Ambientarse en el barrio de Salamanca, una de las zonas más caras de Madrid, provoca que la película también de pinceladas sobre una clase alta que se enfrenta a la baja (el asesino en serie comienza su trabajo en este lugar). De nuevo, Gerardo Herrero desperdicia una oportunidad de oro de dejarnos un auténtico thriller para profundizar en los personajes de Carmen (ahogada por el trabajo) y Eva (la novata, que aún tiene mucho por aprender, pero que gracias a sus impulsos se logra avanzar en la investigación). La relación entre ellas copa una parte importante de la película, dejando en el tintero todos los temas, tan interesantes, que hemos nombrado líneas atrás.
Aura Garrido y Maribel Verdú intentan rescatar una película "perdida"
En el otro lado de la balanza, esta profundización en las tramas personales de las protagonistas de la función permite que ambas actrices se luzcan interpretativamente hablando, a diferencia de otros personajes como el de Daniel Grao que se ven desperdiciados. Aura Garrido y Maribel Verdú nos dejan uno de los mejores trabajos de su carrera, y seguimos preguntándonos cómo la primera aún no tiene un éxito cinematográfico (algunos, desafortunadamente, la han calificado como "gafe" por esta cuestión). El problema llega cuando unas actuaciones magníficas se encuentran con personajes desdibujados, algo que provoca que durante todo el largometraje tengamos la sensación de que Garrido y Verdú tan solo están para intentar mantener a flote "El Asesino de los Caprichos".
Otro punto positivo del filme es su premisa: que el asesino se fije en los Caprichos de Goya, una de las obras más importantes del pintor, para representar la escena del crimen, nos deja con una poética artística muy interesante que, de nuevo, no se profundiza en ella. Relacionar este caso con el mundo del mercado negro habría generado subtramas mucho más interesantes que, por ejemplo, Carmen odie a los niños. Tampoco es que en lo técnico se haya aprovechado esta referencia pictórica para realizar un tratamiento sobresaliente, ya que durante todo el transcurso de la película pensamos que estamos sentados frente a una película de bajo presupuesto, propia de Antena 3 a las 16.00 horas de un fin de semana cualquiera.
Un proyecto que debe buscarse y encontrarse
En resumidas cuentas: Gerardo Herrero se olvida de revisar un guion que, a su vez, no se acuerda de que es un thriller, y como tal, debería tratar su principal misterio con mayor respeto. Es cierto que la industria cinematográfica y televisiva profundiza, desde hace años, en las mentes atormentadas de sus protagonistas, pero en este caso, esa introspección solo añade confusión en una película que podría haber destacado mucho más, algo que solo ocurre con las actuaciones de Aura Garrido y Maribel Verdú.
La nueva película de Gerardo Herrero sufre de una gran falta de identidad que ni Maribel Verdú ni Aura Garrido, dos grandes actrices, logran salvar de la mediocridad. Una oportunidad perdida de destacar debido a un trabajo de dirección tradicional y que no supera el aprobado.
Maribel Verdú y Aura Garrido siempre destacan
El ritmo es bueno, en parte gracias a una dosificación de la historia correcta
La idea de basar los asesinatos en los Caprichos de Goya
Los personajes: incoherentes consigo mismos
Ese final lastra lo
¿Es un thriller? ¿Es la historia personal de los protagonistas?
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.
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