La nueva película de Ron Howard se llama "Hillbilly, Una Elegía Rural", una adaptación de una novela homónima, que fue todo un éxito en Estados Unidos, y que se trata de las memorias de un hombre llamado J.D Vance, que cuenta cómo a pesar de las dificultades que sufrió en su infancia, derivadas de un entorno poco estable y donde la violencia doméstica era el pan de cada día, pudo salir adelante y tener una vida de éxito, después de pasar por los marines y conseguir entrar en una universidad de prestigio como Yale.
En este libro, que como hemos mencionado antes tuvo mucho éxito, J.D Vance trataba de desmontar el mito del sueño americano, intentando alejarse de la idea de que todo el mundo tiene las mismas oportunidades, y remarcando que el entorno familiar influye mucho en lo que puedes llegar a ser en el futuro, no solo vale con el esfuerzo, pues hay veces que la vida te tiene preparada un nivel de dificultad mucho más alto que para el resto. Con toda esta fama detrás, Ron Howard trata de retratar esta historia a modo de película, primero con un estreno en cines a partir de hoy, 13 de noviembre, y luego con una llegada a Netflix el próximo 24 de noviembre, maniobra para poder optar a los premios Oscar, ¿Será "Hillbilly, Una Elegía Rural" una buena apuesta?.
¿Una Elegía Rural?
Si bien el libro de J.D Vance se centraba en el CONTEXTO de la familia Apalache, y de cómo el vivir en una zona del país, en cierto modo, olvidada por las altas esferas, influía en cómo se vive la vida en esos territorios, parece que Ron Howard no estaba muy interesado en esa senda. Es por ello que la película se centra completamente en las relaciones familiares de los personajes, de cómo Bev, la madre de J.D Vance, cayó en la adicción a la heroína, perdiendo su propia vida por el camino y entrando en una espiral de enfados y desdén hacia sus hijos, y de cómo el personaje de Glenn Close intenta asumir ese papel de madre, haciéndose cargo del pequeño de la casa porque ya no confía en Bev para proteger a la familia cuando no esté.
Si bien esto hace que varias escenas sean muy poderosas a nivel de escenografía, el sentido de la historia se pierde entre gritos y reproches. Ron Howard no aterriza en el verdadero problema de las vidas de una familia rural que vive más lejos de la 'civilización' y no tiene las mismas oportunidades que aquel que nace en un gran urbe. El director mira los toros desde el otro lado de la barrera, y acaba cayendo en un mensaje bastante contradictorio que el de la obra original; si te esfuerzas, conseguirás lo que quieras, pero esfuérzate, sea cual sea tu entorno, algo que por cierto es muy fácil decirlo cuando has tenido todas las oportunidades del mundo y eres un director de éxito.
Glenn Close y Amy Adams, sobrepasadas
Si bien uno de los principales reclamos de la película era todo un duelo interpretativo entre dos actrices que suman unas 13 nominaciones a los Oscar pero ninguna estatuilla, lo simple que es la historia les hace caer en una interpretación muy forzada, y en ocasiones ridícula. A lo largo de las casi dos horas de metraje, no tenemos ninguna oportunidad de conocer de verdad al personaje de Amy Adams, porque se pasa más de media película gruñendo a todo lo que se mueve. Y si bien es cierto que Glenn Close me ha convencido más, quizá sea porque la ternura de una abuela que intenta sacar a su familia adelante, eclipsa el hecho de que es una copia de su hija, y que de algún modo considera que aun no es tarde para arrepentirse. En definitiva, dos actrices que quieren ganar un Oscar y ya no saben qué hacer para conseguirlo.
Conclusión
No considero que "Hillbilly, Una Elegía Rural" sea una película terrible. Creo que Ron Howard, un director como la copa de un pino, o no le gustaba mucho la historia original, o la ha hecho a desgana. El mensaje es contradictorio e incluso algo tóxico, pero si nos centramos en lo que al final importa para el público general, la historia del joven J.D Vance, se deja ver aunque con pocos alardes.
No considero que "Hillbilly, Una Elegía Rural" sea una película terrible. Creo que Ron Howard, un director como la copa de un pino, o no le gustaba mucho la historia original, o la ha hecho a desgana. El mensaje es contradictorio e incluso algo tóxico, pero si nos centramos en lo que al final importa para el público general, la historia del joven J.D Vance, se deja ver aunque con pocos alardes.
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