Llega el verano. Y con él, el sol, el calor, las ganas de tomar un helado y darse un buen baño en la playa. Son sensaciones de sobra conocidas por todo el mundo, y Pixar ha decidido que este año serán ellos quienes den el pistoletazo de salida antes del primer chapuzón. Por ello nos han traído "Luca", su nueva película que se estrena el próximo 18 de junio directamente en Disney Plus sin coste adicional. Los avances vistos hasta ahora anticipaban lo que, efectivamente ha acabado siendo. Unas auténticas vacaciones por la Riviera italiana.
"Luca" cuenta la historia de un niño marino lleno de vitalidad que da nombre a la película. Un día conocerá a Alberto, otro muchacho que, a diferencia de él, no le teme a la superficie. Juntos, los dos jóvenes saldrá del agua para descubrir cómo es el mundo de los humanos en el pequeño pueblo de Portorosso. Aprenderán italiano, harán amigos, comerán pasta e incluso tratarán de conseguir su propia Vespa. Sin embargo, deberán andarse con cuidado, pues en el momento en el que entran en contacto con el agua su verdadera apariencia queda al descubierto en un lugar en el que los monstruos marinos no son bien recibidos.
La infancia hecha virtud
Quizá uno de los aspectos más llamativos de "Luca" es el tono que Pixar ha decidido darle a su nuevo filme. Venimos del reciente éxito de "Soul", la que es probablemente su película más adulta hasta la fecha. Pero, en esta ocasión, el estudio ha decidido abandonar ese carácter sesudo que explora lo más profundo de la naturaleza humana para abrazar una energía mucho más infantil, sencilla y amable. La historia gira en torno a dos amigos -de los que es imposible no enamorarse de inmediato- que viven su propia gran aventura y juntos superan sus miedos. Es una premisa simple y repetida pero, ¿para qué más?
Y es que, a fin de cuentas, "Luca" es una película con la que la compañía busca reencontrarse con su público tradicional: los niños. Lejos quedan las reflexiones existenciales sobre nuestro propósito en el mundo o el origen de nuestros sentimientos. La idea es pasarlo bien, entretenerse y dejarse embaucar por un universo tremendamente encantador y atractivo. El resultado es una bellísima carta de amor que pone en valor la amistad y la aceptación de lo diferente. Un mensaje clásico que, como siempre, funciona a las mil maravillas.
Andiamo a Italia
Para ello, el director Enrico Casarosa acompaña su relato con dos elementos de gusto exquisito y primordiales en el buen hacer de "Luca": la animación y la banda sonora. Visualmente, el estilo de la película es muy original y sigue la estela que el cineasta había mostrado en su cortometraje "La Luna". Las formas redondeadas y los llamativos colores cálidos otorgan a la cinta una personalidad única. Cada gota de agua, cada escama de los pequeños Luca y Alberto, cada brillo de las estrellas... Todo está cuidado hasta la extenuación con un cariño que desborda magia y fantasía por los cuatro costados.
En cuanto al apartado sonoro, las alegres canciones italianas teletransportan de inmediato a ese mundo que "Luca" pretende representar. Su musicalidad contagia cada rincón de la película de gracia y vitalidad. Son una delicia par los oídos hasta el punto de que acabarás creyendo que, como los protagonistas, eres capaz de chapurrear italiano y gritarle al mundo "¡Silenzio, Bruno!".
Quizá lo mejor que se pueda decir de "Luca" es que dan ganas de quedarse a vivir en ella para siempre. Todo es tan bonito, tan seductor, que da lo mismo si la historia sigue unos caminos de sobra conocidos y predecibles. Como conjunto, y sin arriesgar ni un ápice, resulta una película fascinante. Cualquier amante del cine de animación quedará embaucado por sus encantos.
Conclusión
En resumidas cuentas, "Luca" es una nueva aproximación de Pixar a su lado más infantil y tierno. Una película hecha para ser saboreada como quien degusta un helado bien fresquito o un suculento trozo de pizza. Un sensacional viaje de verano por la costa italiana hasta lo más profundo de la amistad verdadera. No pasará a la historia como lo mejor de la compañía porque tampoco lo pretende. El amor que hay detrás de cada detalle es plenamente palpable gracias a su mensaje, su animación y su banda sonora, pilares fundamentales de una cinta que deja, ante todo, un muy buen sabor de boca.
En resumidas cuentas, "Luca" es una nueva aproximación de Pixar a su lado más infantil y tierno. Una película hecha para ser saboreada como quien degusta un helado bien fresquito o un suculento trozo de pizza. Un sensacional viaje de verano por la costa italiana hasta lo más profundo de la amistad verdadera. No pasará a la historia como lo mejor de la compañía porque tampoco lo pretende. El amor que hay detrás de cada detalle es plenamente palpable gracias a su mensaje, su animación y su banda sonora, pilares fundamentales de una cinta que deja, ante todo, un muy buen sabor de boca.