“Manhattan Sin Salida” es una película protagonizada por Chadwick Boseman (“Black Panther”) y producida por los responsables de “Vengadores: Endgame”, los hermanos Russo. Aunque esta afirmación es más que suficiente para vender millones de entradas y seguir arrojando fajos de billetes al personal de Marvel, lo nuevo de Boseman se esfuerza en ofrecer un entretenimiento de calidad, haciendo gala de impresionantes secuencias de acción y una convincente puesta en escena. Por desgracia, aunque la cinta consigue destacar en varios aspectos, en otros se estanca en el conformismo más absoluto.
Una carrera contrarreloj
En “Manhattan Sin Salida”, Boseman interpreta a Andre, un detective de Nueva York encargado de investigar el asesinato de varios policías durante un robo. Como primera medida para resolver el caso, nuestro héroe decide aislar la isla de Manhattan cerrando todos los accesos a ella durante una noche, para evitar que los criminales se den a la fuga. Es bastante improbable que un detective tenga tanta autoridad, pero eso es lo de menos. Estaba claro que la coherencia no iba a ser el punto fuerte de una película a la que se suelen referir como “la nueva de los Russo, con el tío de Black Panther”. Con esta descripción, lo único que se puede esperar de la cinta es mucha acción, algo de crítica social y un posible cameo de los Vengadores.
La película cumple con dos de estos puntos y, a falta de la aparición de Tom Holland, cuenta con la presencia de otra de las estrellas del UCM, J.K. Simmons, que a pesar de tener un papel secundario, consigue eclipsar a Boseman en algunos tramos del film. Aunque ambos actores resultan convincentes, las que se llevan todo el protagonismo son las escenas de acción. Uno de los aciertos de “Manhattan Sin Salida” es enmarcar toda su trama en una sola noche. La cuenta atrás crea tensión en el público y hace que la película sea frenética. De esta forma, el director Brian Kirk consigue crear un punto de partida de lo más trepidante gracias a su buen manejo de la cámara y su gran propuesta visual.
No puedes echarme, ¡este es mi caso!
Aunque “Manhattan Sin Salida” tiene una premisa bastante prometedora, los clichés del género y lo predecible de su argumento desmerecen el resultado final. A lo largo de sus 96 minutos, experimentas una especie de déjà vu continuo. La mayoría de situaciones que plantea ya han sido vistas antes en otras cintas policiacas. Tenemos un agente con un profundo sentido de la moral y la justicia, detectives solitarios que no saben trabajar en equipo, comisarios con muy poca paciencia... Si a todo esto le añades unos cuantos solos de saxofón, la película podría pasar por una reposición de “Arma Letal”.
De haberse tomado menos en serio a sí misma, los estereotipos de “Manhattan Sin Salida” no resultarían tan llamativos e incluso serían de agradecer. Por desgracia, insiste en llevar un tono dramático y oscuro que chirría bastante en estas situaciones. La cinta intenta despegarse de sus predecesoras y sorprender al espectador en ciertos momentos, pero los giros del guión resultan bastante evidentes y no logran aportar frescura al conjunto.
Conclusión
La nueva apuesta de los hermanos Russo ofrece grandes dosis de adrenalina y cuenta con una premisa que consigue despertar cierto interés, pero el resultado final acaba decepcionando. Su trama se basa en los tópicos de un género, que ya de por sí está bastante gastado, y a pesar de que intenta ser sorprendente en ciertos puntos no lo consigue. Por suerte, el ritmo frenético de la película ayuda a pasar por alto los problemas del libreto.
En resumen, “Manhattan sin Salida” es una propuesta interesante que, a pesar de no ser demasiado original, se logra disfrutar durante hora y media gracias a su reparto y sus secuencias de acción.
A pesar de su conformismo, “Manhattan sin salida” se consolida como una buena opción para todos los que estén buscando una película entretenida y sin demasiadas complicaciones. Si das más prioridad a la acción que al argumento, esta cinta cumplirá con creces.
Dicen que los que escriben sobre cine son guionistas frustrados, en mi caso es bastante cierto. Consumo películas y series por encima de mis posibilidades. Durante una temporada fui redactor de horóscopos, hoy en día sigo escribiendo sobre ficción.