Los Trolls han vuelto. Y lo han hecho con ganas de fiesta. Si la primera película puso a bailar a los niños de medio planeta, “Trolls 2 - Gira Mundial” no se queda atrás. Su estreno en realidad estaba previsto para el pasado mes de marzo pero, por las circunstancias que todos conocemos, la nueva apuesta de DreamWorks y Universal se vio obligada en el último momento a esperar varios meses para llegar a las salas de cine. Al menos en España, ya que en Estados Unidos la ley permitió al estudio lanzar el filme en formato digital, batiendo récords y convirtiéndose en un auténtico fenómeno.
Para conseguirlo, “Trolls 2 - Gira Mundial” ha necesitado reinventar su propio mundo. Porque, para encontrar algo nuevo que contar sobre el particular universo de estas adorables criaturas, este se ha visto tremendamente ampliado. La tribu de Trolls que conocíamos, con Poppy ya reinando y Branch como inseparable compañero, descubre que en realidad no están solos. Todo el territorio conocido por ellos no es más que el Reino de los Trolls del Pop. De hecho, existen otros 5 territorios en los que habitan tribus devotas a estilos de música completamente distintos y desconocidos para ellos: funky, tecno, clásica, country y rock. Y esta última tribu, con su reina Barb liderándolos, está tratando de acabar con el resto para imponer su música.
Entretenimiento repetitivo
Este concepto de un grupo demasiado extremista intentando conquistar el mundo con el “benévolo” objetivo de conseguir una sociedad armónica y sin diferencias es probablemente uno de los más trillados en el cine. Y, no nos engañemos, “Trolls 2 - Gira Mundial”no le añade nada nuevo. El mensaje sobre lo positivo de lo diferente es muy bonito e importante de cara a los niños, pero ya. Y es por aquí, por su historia, por donde la película flaquea más.
El filme acaba convertido en un gran cliché, en ocasiones sin acierto (ese deprimente momento con la música country es terrible). Esto es algo que a un niño no le puede importar menos, está claro, pero sí que hace que la cinta no llegue a esa categoría de gran película que podría haber sido con algo más de reflexión. Algo que duele especialmente porque proviene del mismo estudio que ha producido obras maestras atemporales como "Shrek", que trata el mismo tema de la diversidad con mucha más gracia y finura.
Trolls just wanna have fun
Dejando de lado esa parte no tan positiva, hay que destacar el estímulo sensorial que supone “Trolls 2 - Gira Mundial”. Su apartado visual, sin llegar al nivel de Pixar, es totalmente absorbente gracias al uso de unos colores muy vivos que inundan la pantalla y que harán las delicias de los más pequeños para mantenerles entretenidos. Porque esa fue la premisa de la primera entrega, y desde DreamWorks han seguido ese mantra de “si algo funciona, no lo toques”. Si en su día ese espíritu de fiesta consiguió ganarse el reconocimiento del mundo entero (hasta el punto de arrancar la gala de los Oscars al ritmo de “Can’t stop the feeling”), está segunda parte no se queda atrás.
Evidentemente para ello la música juega un papel primordial. El filme está lleno de temazos y canciones de lo más animadas y pegadizas. De hecho en ocasiones parece casi más un videoclip que una película. Pero claro, al final es imposible resistirse a la simpatía de esos pequeños peluches versionando hits tan conocidos como One more time, Girls wanna have fun, Gangnam style o Rock you like a hurricane.
Conclusión
En definitiva, "Trolls 2 - Gira Mundial" es una segunda parte tan innecesaria como agradable. Un película entretenida que no aburrirá a los más pequeños gracias a su abundancia de ritmo y color. Peca de un conformismo excesivo y eso le resta muchos puntos, pero si se tiene en mente que lo que se va a ver no será una de esas cintas animadas que hacen historia, termina por ser un espectáculo agradable.
En definitiva, "Trolls 2 - Gira Mundial" es una segunda parte tan innecesaria como agradable. Un película entretenida que no aburrirá a los más pequeños gracias a su abundancia de ritmo y color. Peca de un conformismo excesivo y eso le resta muchos puntos, pero si se tiene en mente que lo que se va a ver no será una de esas cintas animadas que hacen historia, termina por ser un espectáculo interesante.