Las historias de fantasía no solo consisten en espadas, dragones y magia. Existen varias vertientes que se alejan de estos conceptos; entre ellas la fantasía urbana. Como su nombre índica, estos relatos se establecen en un entorno urbano, pero siempre comprenden aspectos sobrenaturales como la convivencia de humanos con criaturas mágicas o sociedades secretas. Esta dualidad ha permitido a muchos autores tratar temas actuales como el consumo de drogas y el racismo; la única diferencia es que en este caso los inmigrantes son elfos y enanos, y el polvo que consumen los ciudadanos es el de hadas.
Gracias a su capacidad para la crítica social, la fantasía urbana ha sido un recurso muy utilizado en cine y televisión. Esta es una lista que engloba algunas de las producciones más memorables del género, y otras que solo deberías ver si tienes a mano un encantamiento desmemorizante.
La década de los 70 nos dio “La Bestia del Reino”, “Willy Wonka y la Fábrica de Chocolate”, “La Bruja Novata” y muchas otras grandes producciones fantásticas. En este periodo también encontramos varias series y películas que podrían enmarcarse dentro del subgénero urbano, como “La Profecia”. Aunque siempre ha sido reconocida como un clásico del terror, esta cinta también tiene elementos de fantasía urbana. De hecho, todo lo que sucede en ella forma parte del diabólico plan de una sociedad sobrenatural clandestina.
Todo un referente del cine ocultista. “Suspiria” cuenta la historia de una joven que, sin necesidad de recibir ninguna lechuza, ingresa en una exigente academia de baile dirigida por brujas. El director Dario Argento siguió el camino marcado por “La Profecia” para elaborar un nuevo clásico de culto. Hace un par de años, esta cinta recibió un remake dirigido por Luca Guadagnino. En su adaptación, Guadagnino intentó explorar la sociedad alemana durante la Guerra Fría. Una decisión que dotó a la cinta de más elementos propios de la fantasía urbana, pero no acabó de convencer a los fans.
Una película que pasó bastante desapercibida, pero ayudó a establecer las bases del género tal y como lo conocemos hoy en día. “El Vampiro de la Noche” seguía los pasos de un reportero mientras investigaba unos asesinatos que, como descubriría más adelante, estaban relacionados con vampiros. El film se acabó transformando en una serie que exploraba la coexistencia entre monstruos y humanos en la Gran Manzana siguiendo, en ocasiones, un tono humorístico que también estaría muy presente en su sucesora: la inolvidable “Buffy Cazavampiros”.
La era dorada de la fantasía urbana en el cine y la televisión dio comienzo en 1984, año en el que se estrenó una de sus cintas emblemáticas: “Los Cazafantasmas”. Esta película mezcla a la perfección elementos fantásticos y modernos. Solo hay que ver la curiosa forma en la que sus protagonistas promocionan su negocio paranormal; o como el mundo está a punto de irse al garete por culpa de un pesado ecologista, que deja a los verdes a la altura del betún. Recordemos que eran los 80 y por aquel entonces aún nos quedaba mucho planeta por destrozar. Gracias a este tipo de ideas, “Los Cazafantasmas” sirvió de ejemplo a otros trabajos que también empezaron a explorar la mitología urbanita como “Los Inmortales” y “Gran Golpe en la pequeña China”.
En el caso de las series, y estando ya bien adentrados en los 90, encontramos uno de los buques insignia del género, la ya mencionada “Buffy Cazavampiros”. Esta ficción gira en torno a una estudiante de secundaria que es escogida para ser la Cazadora y enfrentarse, no solo a vampiros, sino a todo tipo de monstruos que pululan por su ciudad. Una tarea de lo más sencilla si la comparamos con el resto de horrores que conlleva ser adolescente. La forma en la que Buffy combinaba mitos con problemáticas propias de un instituto hizo de la serie uno de los estandartes de la fantasía urbana. Esta mezcla de vampiros y hormonas dio lugar a una formula que intentó replicar la saga “Crepúsculo”, obteniendo un resultado muy similar en términos de popularidad, pero no de narrativa.
Durante la década de los 2000 el estilo empezó a mostrar sus primeros signos de agotamiento, motivo por el que los estudios lo acabaron reciclando en una nueva vertiente: el romance sobrenatural. Tal y como mostró “Crepúsculo”, la serie sobre la Cazadora había abierto nuevas puertas a los vampiros, en concreto las del instituto. Aunque esta franquicia fue un fenómeno internacional, su última entrega supuso la caída de este tipo de romances. Otras obras trataron de conseguir, sin éxito, su popularidad aplicando la ley del mínimo esfuerzo. Repetían el mismo argumento, cambiando vampiros por otros seres sobrenaturales: desde alienígenas (“The Host”) hasta zombies (“Memorias de un Zombie Adolescente”). Por suerte, nunca gozaron de demasiada aceptación, lo que nos libra de una futura cinta sobre unicornios luciendo tableta.
La última década ha estado plagada de sucedáneos de películas famosas que no han podido capturar el encanto de las originales, como la saga de “Animales Fantásticos” y “RIPD”, una copia barata de “Men in Black” que se limitaba a cambiar extraterrestres por espíritus; emulando lo que las películas de zombies salidos hicieron con “Crepúsculo”. Uno de los intentos más interesantes de este periodo recae en “Bright”. En esta producción de Netflix vemos a un policía humano que patrulla la ciudad, junto a su compañero orco, y tiene que hacer frente a toda clase de conflictos entre razas. La crítica social es un gran aliciente, pero la cinta también comete bastantes fallos, como llevar un ritmo demasiado lento y tomarse demasiado en serio a sí misma; algo de lo que no pecaban ninguno de los éxitos de los 80.
Aunque la fantasía policiaca de Netflix se quedó en un quiero y no puedo, otros proyectos recientes han intentado aprovechar el mismo concepto. “Carnival Row” toma muchos elementos prestados de “Bright”, pero en vez de tener lugar en una ciudad actual, su urbe parece estar ambientada en la época victoriana. Al igual que el producto que la inspira, la serie mezcla a todo tipo de razas en un entorno urbano, usándolas como pretexto para tratar problemáticas actuales. Por desgracia, esta ficción también adolece de un ritmo lento y no aporta nada nuevo al género.
En la actualidad, hay trabajos como “Carnival Row” que se empeñan en aferrarse a los tópicos de la fantasía urbana y, por otra parte, proyectos que optan por parodiar los referentes del género y sus estereotipos, como es el caso de “Good Omens”. Esta producción sacada de los libros de Terry Pratchett, ha sabido satirizar con gran acierto clásicos como “La Profecia”, mostrando una versión actualizada de la llegada del anticristo. El apocalipsis tejido por Pratchett ha llegado a las pantallas acompañado de grandes dosis de humor y un dúo protagonista de lo más carismático.
Aún es pronto para calificar a lo nuevo de Pixar de éxito, pero teniendo en cuenta los estándares de calidad del estudio, y lo mostrado en sus avances, es bastante probable que esta película se convierta en un nuevo referente de la fantasía urbana. “Onward” da un enfoque diferente al género presentando un universo lleno de hadas, elfos y seres mitológicos que viven como el más común de los mortales, ya que en su mundo apenas queda magia. El próximo proyecto de los padres de “Toy Story” también hace gala de otros elementos que son marca de la casa, como una trama que gira en torno a la importancia de la familia, tal y como pudimos ver en “Coco”. La suma de estos ingredientes es más que suficiente para que la productora de Disney se apunte otro triunfo.
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