Hollywood lleva años intentando encontrar buenas franquicias literarias para adaptarlas al cine y transformarlas en máquinas de hacer dinero. Una de las primeras grandes victorias de la industria en el campo de las películas basadas en libros es la saga de Harry Potter. Desde entonces son incontables las cintas que han buscado imitar su éxito.
En teoría, adaptar un buen producto al cine, especialmente si es literario, debería ser algo bastante simple. A pesar de ello, los problemas se han ido haciendo aparentes con cada nuevo intento de adaptar libros, videojuegos o incluso series de animación populares a la gran pantalla. Los principales errores son la arrogancia de los directores y guionistas de Hollywood, así como el desdén que sienten hacia muchas de las obras que adaptan. A continuación, os traigo las peores de todos los tiempos.
Opino que la industria del cine sufre, en general, de darle a sus adaptaciones un enfoque que no es el más adecuado. En vez de respetar y valorar el material original, tratan de modificarlo y reinterpretarlo. Además de ello, su principal motivación suele ser el dinero, cosa que nunca ayuda al producir una obra de calidad.
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