Cuando la Justicia apoyó el cierre de los cines que decretó la Generalitat de Cataluña hace un par de semanas, la cultura salió en defensa de las exhibidoras: fueron muchos los actores que no comprendieron cómo se dio la espalda a un sector muy afectado por la crisis del coronavirus, y que aunque tenga lugar su actividad en espacios cerrados, cuenta con todas las medidas de distanciamiento social requeridas en una época tan convulsa como la que vivimos.
Finalmente, y tras una relajación de las medidas de confinamiento voluntario que existían en Cataluña, la Justicia ha vuelto ha pronunciarse sobre qué espacios deben reabrir, y cuáles deben seguir cerrados: entre estos últimos, encontramos las discotecas. Está claro que si los rebrotes de coronavirus se están dando en un gran porcentaje por reuniones en locales de ocio nocturno, estos deban permanecer clausurados hasta nueva orden en la comunidad autónoma más afectada de España.
Las exhibidoras de largometrajes y los gimnasios sí que podrán abrir desde hoy mismo, por lo que los catalanes serán capaces de ver en la gran pantalla Padre no hay más que uno, la película española más exitosa del año, y que va camino de obtener en un momento tan complejo como este el mejor estreno del año en nuestro país sin importar la nacionalidad del largometraje. Por lo tanto, los cines en Cataluña volverán a tener vida después de que durante dos semanas estuvieran con la persiana bajada. Hay que entender que el aforo es muy fácil de controlar en los cines, y que dejando los huecos suficientes, pueden ser más seguros que cualquier tienda.
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