Las últimas horas han estado protagonizadas por acusaciones de un bando y otro, por declaraciones desafortunadas de algunos personajes relevantes dentro del fandom, y por informaciones que iban actualizándose segundo a segundo. Spider-Man se quedaba fuera del UCM después de que Sony rechazara continuar con el acuerdo mantenido durante los últimos años con Marvel Studios. El 5% de la taquilla más el control del merchandising se le quedaba corto a los de Kevin Feige, que proponían un reparto 50/50 imposible de asumir para su compañera de negocios.
¿Qué pasaría ahora con el futuro del personaje? En lo que respecta a Tom Holland, el actor tiene firmado dos películas más que tendrá que hacer sea con uno o con otro estudio. El cómo de esas futuras entregas todavía es un misterio. No se sabe si Sony podrá seguir desarrollando al Peter Parker post-muerte de Tony, si podrá hacer referencia al pasado del joven en el UCM, o si el escenario a utilizar seguirá siendo el superviviente al chasquido de Thanos. Todo ello preocupaciones justificadas para los fans, que ahora podrían agravarse incluso más.
Y es que mientras el futuro de Holland sigue atado legalmente al personaje, el del director de las últimas dos adaptaciones no. En una última actualización de Deadline, salía a relucir el nombre de Jon Watts, y no precisamente para alegría de los espectadores. De acuerdo al medio, el cineasta solo había firmado para dos películas cuando aterrizó en la franquicia, y los disturbios a nivel legal podrían terminar de echarle si ambos estudios no llegan a una despedida cordial.
La peor de las noticias trascendió anoche: Sony y Disney no han mantenido el acuerdo por el que Spider-Man pasaba a estar bajo el control creativo de Marvel Studios y Kevin Feige. Hasta ahora, Sony ha obtenido el 95%...
En un contexto así, resulta complicado saber si el director querrá seguir dando continuidad a su propia narrativa, con las notables restricciones que derivarán de la separación de derechos. Eso por no hablar de los otros proyectos en los que Watts podría terminar involucrado hasta que se materializase la nueva película de Spider-Man en verano de 2021 o 2022 (siguiendo la tradición). De hecho, para Deadline, el cineasta "está siendo cortejado de forma intensa para otros trabajos".
Por el momento no se puede hablar de debacle. No solo porque las negociaciones todavía siguen en curso, sino porque no está del todo claro cuál ha sido el nivel de partipación de Kevin Feige tanto en "Spider-Man: Homecoming" como en "Spider-Man: Lejos de casa". La dependencia de la franquicia hacia el director y el ecosistema de Marvel será lo que determine el resto de elementos todavía sueltos en el divorcio.
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