“Star Wars: El Ascenso de Skywalker” se ha alzado como una de las películas más controvertidas de la franquicia, dividiendo la opinión del público y la crítica. La conclusión tejida por J.J. Abrams dista de ser perfecta y no forma un conjunto coherente con el resto de entregas de la trilogía. Un libro de arte del episodio IX ha sacado a relucir el potencial desaprovechado de la cinta de Abrams, mostrando algunas escenas que, de haber llegado al montaje, hubiesen elevado el resultado final de la producción.
Una de las imágenes que más destacan en el libro es la que muestra a Rey, convertida en Sith, y Kylo Ren gobernando la galaxia como emperatriz y emperador. El personaje de Daisy Ridley viste un nuevo traje totalmente negro y lleva una versión algo diferente del bastón que solía usar al principio de su aventura. La imagen ya resulta impresionante de por sí, por lo que resulta inevitable pensar lo interesante que hubiese sido trasladarla a la gran pantalla, aunque solo se tratase de una visión o algo similar.
“El Ascenso de Skywalker” nunca consiguió mostrar el lado oscuro de Rey en profundidad. La tentación de ir en contra de sus maestros hubiese colocado a la protagonista de la saga en una posición muy difícil, pudiendo abrir la posibilidad de un tercer camino: una especie de punto intermedio entre el Lado Oscuro y el Luminoso con el que los fans, de momento, solo pueden especular. De esta forma, el temible trasfondo de la heroína es otra de las cuestiones que quedan pendientes en el episodio IX, como la misteriosa confesión de Finn.
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