Fue una de las noticias más perturbadoras para los fans del Mercenario Bocazas. Si bien, la mayor parte de los créditos ante el éxito de la primera entrega se les daban a Paul Wernick y Rhett Reese, la salida de Tim Miller de la dirección de "Deadpool 2" en 2016, generó más de un quebradero de cabeza. Por suerte, ese puesto lo tomaría más tarde David Leitch, y la película terminaría arrasando en taquilla. Ahora bien ¿qué pasó realmente entre Miller y el equipo de producción?
En aquel momento se aludió a las ya famosas "diferencias creativas" para justificar la separación, pero esta misma semana el cineasta ha querido entrar en detalle lanzando ataques a diestro y siniestro. "Quedó claro que Ryan quería tener el control de la franquicia", explicaba en el podcast The Business. "Se puede trabajar así como director, y tener bastante éxito, pero yo soy incapaz. No me importa debatir, pero si no puedo ganar, no quiero participar. Y no creo que se pueda negociar cada decisión creativa, hay demasiadas que tomar."
Las diferencias no respondían a los ejecutivos del estudio, como viene siendo habitual, sino a la posición que la estrella ocupaba en la saga. "Ryan es la cara de la franquicia, y él fue, con mucha diferencia, el componente más importante en ese proceso", apuntaba. "Si quiere controlarla la terminará controlando". El pasado 2016 el cineasta ya explicó que mientras él quería una secuela estilizada, Reynolds prefería una comedia más alocada en línea con la primera entrega.
"Siempre he sido muy bueno en lo de 'seguir adelante'. Me preocupo mucho por todo, y entonces llegas a este punto en el que tienes que tomar una decisión", añadía. "En ese sentido soy bastante bueno haciendo introspección. Tuvimos una reunión en Fox con el borrador del guion escrito sobre la mesa, y en ese momento dije:' lo entiendo. Renunciaré, y para que podáis hacer lo que queréis hacer".
Parece que la relación final entre el director, el actor y el estudio no terminó siendo violenta ni desagradable. Miller posteriormente saltaría a la producción de "Terminator: Destino Oscuro", en la que no ha hecho más que toparse con problemas similares debido a sus encontronazos con James Cameron.
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