Tras disfrutar como un enano con Atlanta, una de las mejores series de los últimos años y uno de los proyectos más personales del catálogo de Disney Plus en España, tenía altas expectativas con Enjambre, lo nuevo de Donald Glover para Prime Video. Sin embargo, he acabado profundamente desconcertado tras descubrir que Enjambre es una serie tan diferente, como difícil de ver (y aún más compleja de disfrutar).
Antes de nada, agradezco enormemente que Donald Glover haya fichado a Dominique Fishback como actriz protagonista, porque creo que se haber sido para otra el papel, Enjambre rozaría el suspense. Si algo engrandece a esta comedia negra es precisamente la interpretación de esta joven estrella. En parte, debe agradecer al creador y guionista haber dado forma a un personaje tan complejo como único, que le permite lucirse como nunca antes.
En cuanto a Enjambre, estoy segurísimo que será una serie que divida a los espectadores, en mucha mayor medida de lo que ya pasó con Atlanta. Y en esta reseña te contaré por qué Swarm (su título en inglés) me ha desconcertado y atrapado a partes iguales.
Dominique Fishback da auténtico terror
¿He dicho ya que Enjambre es en realidad una comedia negra? Pues bien, la interpretación de Dominique Fishback da auténtico terror al dar vida a un personaje al borde del abismo, con miradas y silencios que provocan miedo y tristeza, al mismo tiempo que te llevan de la mano por la locura de esta joven rota por dentro.
Dre, la joven a la que interpreta Dominique Fishback, está realmente obsesionada por la estrella del pop más grande del mundo (que me maten ahora mismo si la cantante no está inspirada en Beyoncé). La música es lo único que la mantiene con vida, porque su adolescencia no ha sido nada fácil con una madre que, en el mejor de los casos, pasaba de ella. Pero lo más problemático es que Dre no está bien psicológicamente, y es aquí donde la intérprete se la ha jugado todo para dar vida a una joven a la que el daño la ha destrozado. Es creíble, da miedo y nunca sabes de lo que es capaz.
¿Parodia, comedia negra o serie de terror psicológico?
El gran acierto del guion obra de Donald Glover, Karen Joseph Adcock, Janine Nabers y Malia Obama es abordar distintos géneros, sin realmente profundizar en ninguno. Si lo hace en alguno, probablemente sea en la comedia negra, pero por momentos, Enjambre se transforma en un thriller psicológico con tintes de terror (y bastante violencia explícita) que ya quisieran otros directores. Y al mismo tiempo, como es comedia, cae en la parodia constante. Sobre todo con la constante llegada de cameos, uno tras otro, interpretados por personajes como Byron Bowers, Rory Culkin o Paris Jackson.
Ese acierto del que os he hablado, se convierte al mismo tiempo en su mayor perdición: el guion está escrito por tantas manos, que da la sensación de que la historia que se quiere contar se ha quedado por el camino. Sí, el personaje de Dre es lo suficientemente fuerte como para sostener toda la serie, pero en momentos determinados echo en falta un hilo conductor claro más allá de la parodia, la sátira y el terror.
Enjambre quiere provocar, pero... ¿lo consigue?
Enjambre es una serie genuinamente provocadora, una comedia negra más dramática que muchos dramas y una parodia constante cuya protagonista se encuentra al borde del abismo. Donald Glover y su equipo no escatiman en violencia explícita y en constantes escenas sexuales que aportan entre poco y nada a la historia, nula en gran parte de la primera temporada. Sin embargo, Dominique Fishback y un apartado técnico sobresaliente salvan a esta serie de la quema. De ahí que me desconcierte y atrape a partes iguales, sin saber aún si quiero seguir disfrutando de ella o apagar el ordenador.
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.