A diferencia de otras críticas, Star Wars: Las crónicas Jedi no va a tener puntuación alguna. La nueva miniserie de Star Wars para Disney Plus funciona como una especie de antología, sin serlo en realidad, centrada en dos de los personajes más queridos por los fans, ambos jedi: Ahsoka Tano y el Conde Dooku. ¿Y por qué no le daré ninguna nota? Creo que es un producto tan efímero, que funciona más como regalo o como extra que como serie, y es imprescindible que veas sus seis capítulos para conocer más acerca de la historia de estas dos figuras, porque el viaje merece la pena.
Si bien The Clone Wars y La remesa mala han sido dos series con una magnífica animación, en Star Wars: Las crónicas Jedi la técnica da un paso adelante y consigue que nos quedemos embelesados ante tal belleza: sigue siendo un estilo artístico un tanto polémico, que puede llegar a horrorizar a los que prefieran uno más clásico, pero nadie puede negar que todos los proyectos de animación (entiéndase los nombrados) de Star Wars gozan de una calidad superior.
De todo lo bueno que podría decir acerca de este apartado, me quedo sin duda alguna con las expresiones faciales de Ahsoka Tano y el Conde Dooku, uno de los elementos más difíciles de conseguir en la animación. Son muchos años de experiencia con esta técnica, y es algo que se nota en cada uno de los capítulos; además, esta maestría en lo visual se ve impulsada por la gran selección de temas que conforman su banda sonora.
Es un placer asistir al nacimiento Ashoka, personaje que cada vez nos gusta más, y poder recorrer parte de su planeta, su cultura y sus costumbres. Al fin y al cabo, es una Jedi fundamental para el futuro de Star Wars ahora que tiene confirmada su serie a modo de live-action. Más allá de este punto de partida, el Conde Dooku aparecerá en el tramo central de esta primera temporada: por cierto, creo que son sus capítulos los mejores de toda la serie, en parte por una personalidad muy marcada y algo diferente a la que conocíamos de anteriores proyectos. Y finalmente, regresamos con Ashoka para conocer cómo se gesta la relación entre ella y Anakin, su maestro, para terminar con un personaje roto de dolor tras la muerte de Padme.
Por este motivo, no creo que se pueda llamar antología a Star Wars: Las crónicas Jedi, porque no son capítulos independientes, sino historias interconectadas. Quizás lo que más termina molestando es su corta duración (15 minutos, con cameos muy esperados, es un espacio de tiempo demasiado corto), pero si regresan con nuevos cortometrajes como estos seis, es posible que este proyecto consiga brillar aún con más fuerza. Sobre todo cuando nos damos cuenta de que el nivel es sobresaliente en todos ellos.
En definitiva, si te gustaron las series de animación de Star Wars, y eres fan de Ashoka o el Conde Dooku, Las crónicas Jedi se convertirá en tu proyecto favorito. En caso no cumplir con algunos de estos requisitos, no te preocupes, porque encontrarás una serie adictiva, que se ve en menos de una hora y media, y que completa algunos agujeros del guion de la saga galáctica más exitosa de todos los tiempos.
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