Por fin está disponible en Netflix una de las series coreanas más ambiciosas de los últimos meses. The 8 Show iba a ser un potente thriller con ciertas reminiscencias a El juego del calamar, pero en el fondo no es más que una miniserie de 8 capítulos con muchos problemas de ritmo, un apartado técnico bastante pobre y una premisa que se hace interesante en un principio, pero que nunca se desarrolla de forma especialmente atractiva.
Una auténtica pena que The 8 Show se convierta en el enésimo intento de Netflix de conseguir un fenómeno al nivel de El juego del calamar, pero la falta de promoción, nulas reseñas por parte de la prensa especializada y unos avances tan poco relevantes ya invitaban a pensar que estamos muy lejos de tener un fenómeno internacional como lo fue aquella serie que pronto volverá con su segunda temporada.
The 8 Show, la nueva serie coreana de Netflix, narra en 8 capítulos la historia de 8 personas encerradas en un edificio de 8 plantas que deben luchar en un concurso de televisión para obtener un premio en metálico que crece cuanto más tiempo permanezcan en antena. El problema es que el programa no se lo pondrá especialmente fácil... ¿A que la premisa recuerda a El juego del calamar? Pues ahí terminan las similitudes.
Fresca, adictiva y con un ritmo endiablado. Estos eran términos que se podían emplear para describir a la primera temporada de El juego del calamar. Y se nota que Han Jae-rim, creador de The 8 Show, tuvo como referente al gran éxito coreano, uno de los mayores triunfos a nivel internacional de Netflix. Sin embargo, este 'experimento' falla en casi todo lo que se propone: desde conseguir una estética atractiva, hasta establecer un ritmo que te anime a seguir viendo la serie, pasando por unas pruebas interesantes y un desarrollo coherente.
Si El juego del calamar se encontrase con El hoyo, seguramente saldría algo parecido a The 8 Show porque incluso la metáfora de las clases sociales está presente aquí: los concursantes que están en las plantas superiores ganan más dinero y tienen más privilegio que los de abajo. Un elemento interesante, que lo sería aún más si se explotase como es debido.
Y es que el gran problema de The 8 Show es que la serie invitaba a ser más violenta, más salvaje y más gore. En cambio, su tono es completamente erróneo, sin saber si quiere ser una miniserie para adultos, o una producción para todos los públicos (que no lo es, no malinterpretéis). Además, las pocas ideas originales se explotan a lo largo de toda la temporada, como si el guionista no hubiera tenido más mientras escribía y desarrollaba la trama.
Por cierto, el protagonista es tan odioso y tiene tan poca personalidad, que probablemente sea el personaje con el que menos empatices. Menos mal que al menos hay cierto toque de comedia negra que eleva un poco el nivel y puede mantenerte enganchado a lo largo de los 8 capítulos que dura una miniserie que, por cierto, no parece que vaya a tener temporada 2 según la ha vendido Netflix.
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