Atención: en este artículo trataré algunos spoilers del primer episodio de La Casa del Dragón. No sigas leyendo si no lo has visto.
Caraxes y Syrax, los dos dragones que hemos visto en el primer episodio de la temporada 1 de La Casa del Dragón han mostrado una mejora considerable en comparación a los de Juego de Tronos. La precuela ha llegado pisando fuerte con muchas tramas distintas: intriga política, personajes moralmente grises y una buena dosis de epicidad. Entre todo esto destaca una de las partes más emblemáticas de la ficción televisiva, los dragones.
Se espera que el programa llegue a incluir un total de 17 dragones a lo largo de su ejecución, cosa que requiere una enorme inversión de recursos. Las bestias aladas juegan un papel crucial en el conflicto que da forma a la trama de la ficción televisiva. Algo similar ocurrió en Juego de Tronos con los dragones de Daenerys, pero pese al revuelo que causaron cuando aparecieron, el interés del público fue decayendo.
Al ver a los nuevos dragones en pantalla es innegable que son espectaculares, su forma de volar, sus movimientos e incluso sus expresiones están animados magistralmente. Este gran progreso es posible gracias al enorme presupuesto de la serie, que se estima entre los 15 y 20 millones de dólares por episodio. Además de esta mejora en cuanto al CGI también me ha encantado ver una gran diferencia en los diseños de los dragones.
A pesar de que la precuela de Juego de Tronos acaba de introducir a dos de sus dragones más relevantes, aún hemos visto poco de ellos. Aun así, han tenido bastante protagonismo en las tramas, a diferencia de los de Daenerys. De entre los dos destaca Syrax, la dragona de Rhaenyra, que ayuda a construir el mundo y sus personajes.
En términos de personalidad vemos como los dos monstruos son distintos en cuanto a su temperamento. Y es que mientras que Syrax se muestra impaciente en muchas escenas, Caraxes es más dócil y reservado. Ambos parecen ser similares a sus jinetes, y estos comportamientos lo reflejan a la perfección.
Esto es algo aún más relevante en el caso de La Casa del Dragón debido a que, a diferencia de Juego de Tronos, la relación entre los Targaryen y los monstruos alados es de jinete y montura. Así, su vínculo no es tan fácil de explicar como el de Drogon, Viserion y Rhaegal con Daenerys, quien fue la responsable de darles vida.
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