Quizás es uno de los anuncios que menos sorprendió del último Nintendo Direct, aunque lo cierto es que llevaba tiempo rumoreado. South Park: Retaguardia en Peligro es el último videojuego de Ubisoft en llegar a Nintendo Switch, en parte, gracias a que el motor gráfico Snowdrop es compatible con la plataforma desde que se lanzara Mario + Rabbids: Kingdom Battle. Y es un lanzamiento “compensatorio” más que imprescindible.
Nos explicamos: se trata de uno de los juegos de rol más divertidos lanzados en los últimos años, pero ya ha visto la luz hace casi un año en la actual generación, su precio ha bajado hasta los 30 euros actuales y no incluye los DLC lanzados a posteriori. Pero de lo que se trata es de hablar del producto en sí, de un sobresaliente videojuego que divierte muchísimo, con un buen sistema de combate por turnos y, sobre todo, fiel con la serie a la que adapta. Además, todo hay que decirlo, casa perfectamente con el estilo de juego que se produce en Nintendo Switch: partidas cortas o largas, según decida el jugador. Y encima nos llega con una buena versión casi sin fallos.
Fue en octubre de 2017 cuando os ofrecimos un completo análisis de esta obra y es por ello que en este apartado solo os presentaremos un pequeño resumen sobre qué es South Park: Retaguardia en Peligro. En primer lugar, estamos ante un capítulo extenso de la serie, con una historia realmente buena pero que, en opinión de este redactor, no deja de ser la extensión artificial de lo que cualquiera ve delante de la televisión cuando se pone un capítulo de South Park. No por ello es malo, puesto que, si la historia es buena, mejor aún son los diálogos, completamente doblados al español.
Tendremos multitud de chistes de humor muy ácido (o negro), situaciones en las que los guionistas aprovecharán para realizar crítica social, pero, sobre todo, frases rocambolescas en muchos momentos que nos hacen preguntarnos dónde está el límite de la comicidad de estos personajes. Por supuesto, aquellos no familiarizados con la serie original o con el primer videojuego se enfrentarán a un juego con un humor muy peculiar, por lo que no es para todos los gustos.
La premisa de la trama es muy sencilla: nos encontramos en un capítulo en el que los pequeños protagonistas están divididos en dos bandos: los Mapache y los Colegas de la Libertad. Aunque pudiera parecer simple, como apuntamos en el análisis original, lo cierto es que hay giros de guion que no esperamos en un juego de este estilo. Eso sí, giros siempre fieles al estilo de la marca.
En cuanto al sistema de combate, al ser un port directo, estamos ante el mismo que ya vivimos en el videojuego original hace menos de un año. Tiene elementos buenos, como que su sencillez gusta y atrapa al jugador con mecánicas simples pero efectivas, aunque quizás sí está un paso por detrás de lo que vimos en South Park: La Vara de la Verdad. Y no hablamos de un paso pequeño, sino bastante grande. El problema está en que una saga de este calibre no precisaba de un sistema de combate tan complejo como el que poseía, por lo que los cambios introducidos por Ubisoft San Francisco en la secuela se agradecen.
Aún así, es cierto que las estadísticas de los personajes y su nula personalización al subir de nivel (casi siempre se hará mediante Artefactos) limitan mucho la progresión. En cambio, el combate sigue siendo divertido, aún más con comentarios de los personajes y en todo momento pudiendo elegir entre cuatro ataques de todos los que se pueden desbloquear.
Nos desplazamos mediante una cuadrícula, por lo que la estrategia aumenta: solo podremos atacar dentro de la cuadrícula, por lo que habrá que pensar muy bien donde situar al personaje. Es aquí donde el juego gana enteros, añadiendo un toque de estrategia que la primera entrega no tenía. No llega a niveles de complejidad de franquicias como Disgaea o Fire Emblem pero resulta curioso.
En resumen, un sistema de combate más simple, con menos opciones que en la primera entrega, pero que no le resta atractivo al conjunto del videojuego.
En cuanto al contenido secundario disponible, es cierto que explorando encontraremos diferentes coleccionables, misiones secundarias y tareas menores que nos entretendrán. Pero es cierto que llegaremos al final del juego con un gran porcentaje del mismo completado en poco más de 20 horas. Es una obra bastante lineal dentro de la ciudad en la que nos movemos (muy parecida en extensión a la primera), pero que sabe sorprendernos con multitud de lugares.
Llegamos al punto distintivo de South Park: Retaguardia en peligro, aunque lo cierto es que de distinto hay poco: es exactamente el mismo juego que el original, con el mismo contenido, sin los DLC lanzados a posteriori y con la portabilidad como único valor añadido respecto a las versiones de consola y ordenador. Pero profundicemos en ello.
Esa portabilidad, lo cierto es, que le sienta genial al videojuego. Primero, porque la pantalla de Nintendo Switch hace que los colores del videojuego se plasmen de forma espléndida en nuestra retina. Además, como ahondaremos en un momento, los gráficos se han mantenido intactos, por lo que se trata de una plataforma genial para disfrutar del enorme apartado artístico que goza la serie. También la portabilidad se agradece por esas partidas cortas que nos referíamos al comienzo del análisis, puesto que el juego permite guardar casi en cualquier momento.
En cuanto a funciones únicas de la consola, solo hemos podido notar que se utiliza la pantalla táctil, y en pocas ocasiones. Por ejemplo, en los menús, nos permite señalar la opción que queremos. Y hablamos de menús generales, no de batalla. También, si pulsamos mientras andamos la pantalla táctil, nuestro protagonista lanzará un puñetazo para entablar combate, pero nuestro consejo es que uséis siempre los botones tradicionales, puesto que se nota que el videojuego no estaba pensado para ser jugado de forma táctil y así ha sido.
El apartado gráfico y técnico se ha mantenido intacto, con todas sus bondades. Sólo apreciamos que los tiempos de carga son algo más largos pese a tener disponible la versión digital. Quizás es algo que se pueda solucionar con un parche. Y hablamos sobre todo del primer tiempo de carga que hay al iniciar el juego. También se mantiene el espectacular doblaje al español que nos encantó y que la primera parte no tenía.
Lo que es difícil de asimilar es el precio: unos 50-60 euros de media en cualquier tienda, sin los DLCs lanzados, y estando el resto de versiones ya a la mitad… Es cierto que es un videojuego nuevo en Nintendo Switch, pero no se comprende la decisión pudiendo haberlo bajado a unos 39,99 euros. Igualmente, es una compra agradecida, porque se trata de un videojuego largo, notable y con un sentido del humor genial.
No hay nada nuevo en este port tardío, pero que viene a llenar un hueco en el catálogo de Nintendo Switch. A estas alturas, no hay tantos videojuegos de rol, y mucho menos tan notables, en la plataforma. South Park: Retaguardia en Peligro es un videojuego que gustó mucho en su momento y sigue gustando ahora: se mantiene todo el apartado artístico y técnico y todo lo que hizo bueno al título. ¿Es caro? Sí, pero si queréis pasar un buen rato y disfrutar de estos alocados personajes, quizás la portabilidad de Nintendo Switch es la mejor opción.