No es la primera vez que Paradox Interactive se atreve con un juego de estrategia a gran escala, aunque si es la primera vez que lo hacen en un escenario ten inmenso como es el espacio. Stellaris nos permite vivir una aventura increíble en un lugar donde nunca habíamos pensado estar, en esta ocasión no se trata de guiar antiguas civilizaciones hacia su ansiado final, ni librar grandes entre las grandes naciones de la humanidad. En este juego guiaremos a una gran civilización a través del espacio, la haremos evolucionar y viajaremos hasta lugares donde nunca antes había pisado el hombre.
Cabe destacar que Stellaris es un juego que requiere de mucha paciencia, pues no es algo sencillo ser capaz de dominar todos los conceptos que este nos presenta, desde gestionar la diplomacia con otras naciones, hasta investigar o hacer crecer nuestra economía…todo esto será tarea del jugador en este título que Paradox Interactive ha preparado con tanto esmero, y creo que puede decirse que han hecho un gran trabajo, pues todo el juego en conjunto está muy pulido, con grandes aciertos en muchos de los aspectos y algún que otro problema mínimo que algunos de los jugadores ni llegarán a notar, en definitiva, un gran juego para los amantes de la estrategia a gran escala.
No existe exageración en decir que Stellaris es una de las mayores delicias de la estrategia espacial a gran escala que podemos encontrar hoy día en el mercado. Desde la creación de la partida uno puede darse cuenta de esto, pues no solo podemos escoger y personalizar las distintas civilizaciones que Paradox ha preparado para nosotros, sino que también es posible hacerse una civilización de cero, creada totalmente por nosotros, escogiendo cada uno de los detalles que la definirán una vez salga a tratar de colonizar la galaxia, desde el planeta de inicio hasta el tipo de gobierno o la raza que habita el lugar, todo puede escogerse en este nuevo título que hoy analizamos.
Y aunque todo esto podría parecer medianamente sencillo…podremos encontrarnos más de mil mundos distintos en nuestra exploración por el vasto espacio exterior que compone Stellaris. Todos estos lugares contienen sus propias civilizaciones creadas de forma aleatoria, dando lugar a combinaciones que uno podría no llegar a imaginar en mucho tiempo, además dando una sensación de misterio que permitirá al jugador sentirse totalmente inmerso en la búsqueda de nuevas tierras que colonizar. Nunca sabrás con quien te encontrarás, o cómo serán los seres que habiten un lugar concreto, tampoco sabes qué puede suceder si atacas un planeta concreto, si cuenta con aliados, si tiene más enemigos que quieren dicho lugar…en definitiva, todo es una pregunta constante de qué sucederá a continuación.
Un detalle que llama mucho la atención es que el jugador es quien escribe cada paso de la historia, con sus decisiones, permitiendo que la civilización crezca al ritmo que este desee, y de la forma que quiera. Puedes decidir ser un guerrero que desea colonizar todo el espacio exterior, haciendo caer cualquier nación que trate de impedirlo, o dialogar con el resto de civilizaciones para llegar a acuerdos comerciales e intercambiar recursos durante un tiempo determinado, es el jugador quien toma todas las decisiones. A raíz de sus decisiones saldrán unas u otras misiones que se adaptan perfectamente al estilo de juego llevado hasta el momento, siempre aparecen nuevas misiones que te ayudan a continuar en la dirección que has marcado como líder de la partida.
Muchas veces las decisiones que debemos tomar son bastante complejas, pues a pesar de sabernos en un videojuego, nunca es plato de buen gusto escoger bombardear un planeta sabiendo que morirán muchas personas inocentes, también en tu propia civilización tocará que tomar algunas decisiones que sacarán la moralidad a relucir, aunque en algunas ocasiones de forma bastante oculta. Es importante remarcar que todas las decisiones que tomemos tendrán algún impacto en nuestro futuro, algunos de ellos serán positivos y otros negativos, por lo que debemos escoger siempre con sumo cuidado no sea que una civilización a la que dejamos morir en algún momento, no fuese exterminada del todo y más adelante busque venganza uniéndose a otro gran imperio en nuestra contra.
Está claro que el objetivo principal de un juego de estrategia a gran escala es gestionar todos los recursos que tenemos a nuestro alcance para hacer de nuestra nación un lugar próspero donde los habitantes puedan vivir y expandirse en paz. Aun así, Stellaris nos sorprende con un detalle muy particular, y es que no es solo esto, no son datos que, leídos de cierta forma, nos cuentan una historia, sino que se trata de todo lo contrario, una historia viva que, a través de los datos, nos muestra su verdadera naturaleza, bastante interesante la forma en que Paradox Interactive se ha enfrentado a la trama en este título, permitiendo que muchos de los encuentros que tengamos nos causen tener que tomar una dura decisión. En definitiva, se trata de un juego con algo vivo dentro de la gran masa de datos que nos muestra toda una galaxia repleta de planetas, y esto es algo que diferencia este juego del resto que trata de ocupar el mismo hueco.
Entrando un poco más en el aspecto jugable de Stellaris, lo primero que nos tocará hacer nada más comenzar nuestra aventura será explorar, movernos por cada punto cercano de la galaxia para poder hacernos con más recursos, más terreno y más posibilidades para crear nuestra propia historia. En definitiva, nos pasaremos el principio de la partida moviéndonos de un lado a otro para poder recolectar todo lo necesario para crear un asentamiento fuerte y próspero, desde el cual podremos expandirnos por el resto de la galaxia.
Obviamente también será necesario avanzar en la ciencia para poder realizar esta labor, para ello nuestro equipo científico se pondrá en marcha para ofrecernos lo último en cada momento. Gracias a ellos tendremos la posibilidad de estudiar ciertos sistemas planetarios, realizar diversos proyectos por el espacio o colonizar nuevos lugares habitables, básicamente son uno de los pilares del juego si queremos expandir nuestro imperio.
Ya sabemos lo básico sobre el juego, sabemos cómo funciona de manera general, pero… ¿qué hay de todos los números que pueden verse en cada pantalla? ¿qué podemos hacer con cada tipo de recurso que nos encontremos en nuestras exploraciones por la galaxia? Para comenzar tenemos que fijarnos en la forma en que están distribuidos los planetas, cada uno de ellos cuenta con ciertas casillas donde pueden existir poblaciones, algunas generan recursos y otras simplemente consumen, tal y como ocurriría en la vida real. Y como también ocurre en nuestra vida diaria, no todos los emplazamientos están disponibles, y algunos de ellos tendremos que liberarlos por la fuerza bruta, despejándolos de basura espacial o desplazando lo que hubiera en él. ¿Qué podemos hacer con estas casillas? Cada una de ellas tiene la capacidad de contener un edificio que puede o bien generar o consumir recursos, o las dos al mismo tiempo, tal y como ya hemos mencionado anteriormente, aunque para que funcione es necesario que exista una población en su interior.
El interior de los planetas se consideran poblaciones, y este es uno de los elementos que, pese a no ser nuevos en las sagas de Paradox, pues ya se incorporaron previamente en Victoria, han resultado de lo más interesante junto al resto de elementos del juego. Como en toda civilización, los comienzos serán bastante controlados, tendremos pocas poblaciones y todas con un estilo similar, pues nosotros hemos decidido como comenzar nuestra propia historia, pero como es lógico el tiempo hará que nuestro imperio crezca, y con ello las poblaciones, creando un extraño caos por ejemplo en algunos lugares donde el poder se obtuvo a través de un conflicto. ¿Qué puede ocurrir? Pues, por ejemplo, que una población conquistada viniese de una civilización con unas ideas totalmente distintas a las nuestras, haciendo así que los habitantes se organicen para sabotearnos, o incluso para rebelarse, hay que andarse con cuidado si no queremos encontrarnos con problemas.
Hay una cosa que Stellaris hace de forma espectacular, y es que posee un balance casi perfecto entre microgestión y automatización del sistema. Podremos controlar muchos de los datos que el juego nos ofrece, pues es una de las bondades de un título de este género, pero por otro lado tendremos que delegar tareas en gobernadores, pues si queremos hacer que nuestro imperio sea próspero y crezca con rapidez será necesario que algunos sectores se gestionen de forma autónoma. Es posible controlar quien gobierna cada lugar en todo momento, cuales son los límites…pero será necesario designar responsables para ciertas zonas.
El apartado económico del título resulta simple a la par que bastante completo. Contamos con créditos energéticos que hacen las veces de moneda de cambio y de recurso al mismo tiempo, minerales que nos permiten construir todo lo necesario para vivir y expandirnos al mismo tiempo, influencia, que a pesar de no ser un recurso como tal tiene un gasto, y nos permite reclutar líderes, promulgar leyes o lidiar con algunas facciones formadas dentro de nuestro propio imperio. También podemos contar los recursos estratégicos, los cuales tendremos que investigar previamente para obtener ciertos beneficios.
Podría decirse que la compañía desarrolladora ha simplificado al máximo la economía del juego, pero ofreciendo a cambio una gestión magnífica del Imperio que se encuentra bajo tu mando. Podríamos habernos encontrado con un sistema comercial como hemos visto en otros juegos de la compañía, y claramente no le hubiera ido nada mal, pero tampoco se echa de menos tanto como para que podamos definirlo como un fallo del juego, simplemente un pequeño detalle que, en ciertas ocasiones, se echa de menos.
¿Qué sería de un juego de Paradox Interactive sin su particular sistema de batalla? Y es que no podemos ver mucha diferencia entre los combates de Stellaris y los de algunos de sus anteriores títulos, lo cual no quiere decir que sea malo, en absoluto, han encontrado un sistema que funciona bastante bien en juegos de este género y han sabido adaptarlo a este nuevo género espacial sin ningún problema. Nuestra visión de la batalla será, entonces, como mero espectador, con la posibilidad de retirar nuestras fuerzas en caso de verlo conveniente.
La gracia de las batallas está en la personalización previa que podemos hacer de nuestras flotas, podemos gestionar hasta detalles como el tipo de proyectil que dispararán nuestras naves, o los escudos que incorporarán. También podemos mejorar características como la cadencia de fuego o…bueno, lo que nos apetezca, siempre y cuando los científicos hayan trabajado previamente para tener lista la tecnología correspondiente.
Es curioso como el árbol tecnológico de Stellaris no viene dado por completo de golpe, sino que aleatoriamente van apareciendo opciones repartidas en tres campos de investigación distinta. Será cuestión del jugador decidir que tecnología le vendrá mejor de cara al futuro, y observando la situación actual del Imperio y lo que puede ocurrir en un futuro cercano, aunque siempre habrá cosas que escapen a nuestro control.
Por otro lado, y como punto negativo, se echa en falta un mejor sistema de diplomacia, pues acostumbrados a lo que otros títulos nos han permitido…Stellaris se queda un poco corto en lo que a comunicación con otros imperios se refiere. Y es curioso, porque se siente bastante real, pero llega un momento en que sientes que falta algo, falta control, falta un poco más de profundización. Podremos realizar multitud de tipos de comunicaciones con otras civilizaciones, desde buscar alianzas o acuerdos comerciales hasta insultarles o simplemente declararles la guerra.
También de forma negativa destaca la ausencia de una característica que podría haberse incorporado de forma bastante adecuada al juego, el espionaje. No existe ninguna posibilidad para infiltrar unidades, o satélites, o lo que fuera, en terreno enemigo y conocer de sus movimientos, ¿lo veremos más adelante en alguna actualización? No estaría nada mal, la verdad.
Stellaris no es solo un montón de datos bien ordenados con una historia viva en su interior, también gráficamente es bastante bonito, pues a pesar de su simpleza cuenta con unos menús bastante estilizados, un diseño de mundos y galaxias espectacular y las batallas resultan bastante agradables a la vista. También la colocación de todos los datos en las diversas interfaces da lugar a un sistema bastante cómodo, que permite al jugador estar al tanto de todos los detalles sin demasiado problema, aunque en esto ya tienen mucha experiencia en Paradox Interactive, no es ninguna novedad su habilidad con este tipo de interfaces.
La banda sonora nos hará meternos más aún en el juego, y en la gestión de nuestro propio Imperio, el compositor, Andreas Waldetoft, ha realizado un trabajo increíble, pues la mayoría de las melodías se quedarán grabadas en la memoria y serán esos temas que posteriormente iremos tarareando por la calle sin darnos cuentas, tras haber pasado varias horas trabajando para levantar nuestro Imperio.
Cambiando un poco de tema, el juego llega totalmente traducido al castellano, y eso siempre es un punto a favor en este tipo de juegos que pueden llegar a resultar un poco complejos, de entrada, sobre todo para los más novatos en el mundo de la estrategia a gran escala y la micro gestión. Así pues, será bastante sencillo empaparse de las maravillas de Stellaris, pues directamente lo encontramos traducido a nuestro idioma.
No habíamos mencionado tampoco nada sobre el modo multijugador, y es que podremos jugar con hasta 32 jugadores en una misma galaxia, ¿os imagináis los líos que pueden montarse si 32 personas se ponen de acuerdo para entrar en un mismo lugar y pelear por hacerse con el poder? ¿Os imagináis quedar con vuestros amigos para uniros contra otro grupo que pretenda hacerse con el poder en una galaxia?
Para ir concluyendo no podemos olvidarnos de los mods…Paradox Interactive es una compañía que siempre ha apostado por la inclusión de mods en sus juegos, y Stellaris no iba a ser menos. Desde el día uno han permitido a los jugadores hacerse con las herramientas necesarias para poder diseñar modificaciones para el juego, y ya es posible ver como muchos de estos jugadores han realizado cambios a la interfaz, nuevas opciones de gestión, más civilizaciones… ¿qué será lo próximo?
Stellaris es un juego redondo, con algunos bordes que terminan en pico, pero redondo en su definición. Se trata de uno de los mejores juegos de estrategia a gran escala que podemos encontrar hoy día en el mercado. Es un título enorme, y nos permitirá estar enganchados a la gestión de nuestra propia civilización durante multitud de horas. Es además un juego que se siente vivo hasta niveles insospechables, ya son muchos los jugadores que necesitan imperiosamente correr a contar las situaciones que han vivido, porque realmente se creen que están dirigiendo su propio imperio, esto en el sentido de que ocurren cosas que puedes creerte, es decir, todo lo que sucede tiene un significado y un impacto en el Imperio, y esto es de agradecer, pues hace sentir al juego mucho más vivo.
yeee
Parece bastante completo a la par que complejo. Un buen detalle que este totalmente traducido al castellano. Paradox ha hecho un buen trabajo con Stellaris, ahora imagino se centrarán en las actualizaciónes y expansiones.
Yo le doy un 10 por mi parte, me está gustando más incluso que europa universalis, y llevo 600 horas al europa! Como siempre, Paradox no decepciona. Eso sí, si queréis mejores batallas, añadid el mod de beautiful battles, con él las naves actúan de forma más natural, no se pegan entre ellas aunque tengan láseres a gran distancia
Paradox puede hacer juegos mejores o peores, pero hace bien las cosas y eso se . Que venga en castellano y con soporte para mods desde el principio es un punto a favor. Y en cuanto a la jugabilidad, por lo que comentas, es otro imprescindible de la estrategia, este verano le dedicaré seguro unas cuantas horas 🙂
No lo conocía pero parece interesante. Buen analisis!