BioShock es considerado por muchos jugadores como uno (si no el que más) de los títulos mas importantes de sus vidas. La obra de Ken Levine llego en 2007 y rompió con lo establecido planteando una historia increíblemente compleja y bien construida de la mano de una jugabilidad que, aunque no revolucionó el medio, fue muy sólida.
Sin embargo, si tuviera que elegir una sola razón por la que creo que BioShock es una obra maestra sería sin duda por su ambientación. Rapture se ha convertido con el paso de los años en un icono del videojuego como medio.
Y si necesitabais más razones para darle una oportunidad a la trilogía, ahora que BioShock 4 se encuentra casi asomando por el horizonte y Netflix ha confirmado una serie basada en el juego es sin duda el mejor momento para hacerlo. Si estáis interesados yo os diría que os dierais prisa porque no va a durar para siempre.
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