Si hay una compañía que no ha dado de lado a PlayStation Vita, podríamos decir sin temor a equivocarnos que es Nippon Ichi Software, también conocida como NIS, que surte regularmente de títulos de corte japonés a la última, de momento, consola portátil de Sony.
Hace unos años, el estudio japonés decidió darle una oportunidad a títulos con una producción algo menos ambiciosa y un desarrollo más artesanal. En esta línea de juegos nos llegó Hotaru no Nikki: The Firefly’s Diary o Yomawari: Night Alone, ambos títulos con un diseño artístico muy similar. Si bien el primer título fue recibido con un poco más de discreción, debido en gran parte a su confuso control, Yomawari fue una original sorpresa en el género de los juegos de terror.
Ahora nos llega la última propuesta de NIS, A Rose in the Twilight, que nos invita a salir de un castillo maldito en el que nos encontramos atrapados. El juego gira en torno a Rose, una chica a la que le ha crecido una rosa en la espalda y que tiene la particular habilidad de interactuar con los objetos rojos, absorbiendo su color y utilizándolo en otros cuerpos inanimados. Rose se despierta en un castillo, que está invadido por unas ramas con espinas mortales, y del que debe salir con vida aunque no estará sola en esta misión pues poco después de comenzar su aventura, se encontrará con un gigante de piedra que la ayudará a superar los diferentes puzles que irán encontrando a lo largo de su periplo, recordando en su planteamiento a títulos como ICO, aunque salvando lógicamente las distancias al ser un título de desarrollo lateral en 2D.
Básicamente, ésta es la historia que nos presenta el juego, aunque a medida que avancemos, se nos irá desvelando, gracias a los recuerdos de sangre y algunos documentos que encontremos, el misterio que rodea tanto a Rose, como al castillo y al misterioso gigante que nos acompaña, activando una escena representada en un teatro aunque muchas veces sin ningún orden concreto.
Cada sala del castillo nos ofrece un reto diferente y, como suele ocurrir con en este tipo de juegos, van ganando en complejidad según vamos avanzando. Aunque hay muchas mecánicas que se repiten a lo largo del título, lo cierto es que algunos son bastante complicados requiriendo a veces grandes dosis tanto de ingenio como de movimientos sincronizados entre Rose y el gigante.
No hay mucha variedad de enemigos y los que nos encontramos, en general, suelen formar parte del puzle de la habitación en la que estamos. Incluso las pocas batallas que hay en el juego, dos para ser exactos, pueden ser consideradas puzles, pero eso sí, requieren de mucha habilidad, pues al contrario que en la gran mayoría de salas, son frenéticas y tendremos que sincronizar nuestros movimientos al milímetro si no queremos empezar de nuevo el combate.
El castillo está divido en diferentes habitaciones que tendremos que superar para seguir avanzando, así debemos ir alternando el control de los dos personajes para resolver el puzle que nos plantea la sala en cuestión. Vamos manejando a ambos, aunque no simultáneamente, cambiando de personaje activo pulsando los gatillos L o R, de manera que tengamos que vigilar no dejar abandonado a ninguno de los dos por si se encuentran en peligro que acabe con su vida, sobre todo la de Rose.
Tanto ella como el gigante tienen diferentes habilidades que tendremos que combinar si queremos salir airosos de cada sala. Por un lado, Rose, con su habilidad sobre los objetos rojos, puede detenerlos o hacer que continúen su trayectoria si ya se encontraban en movimiento. También puede llevar pequeños objetos y usar escaleras pero nuestra protagonista es muy débil y una pequeña caída o un solo roce con una espina puede llevarnos a repetir el puzle.
El gigante por su parte, es más robusto pudiendo atravesar las espinas o caer de grandes alturas sin sufrir daños, con la habilidad añadida de lanzar objetos por el aire, incluida a Rose, y, todo hay que decirlo, de una forma poco delicada, pero sólo puede mover aquellos elementos que sean rojos y que sean de un tamaño considerable.
En este punto hay que aclarar que para salir de cada habitación hay que hacerlo con ambos personajes a la vez. De nada vale que llegue el gigante a la salida si Rose se encuentra en medio de la habitación, y viceversa, ya que de esta forma el juego no nos dejará avanzar. La única manera de progresar es que el gigante lleve en brazos a Rose hasta la salida y juntos salgan de allí.
Las acciones que nos permiten los personajes son escasas pero creemos que es un gran acierto pues una gran variedad de movimientos podría complicar innecesariamente la resolución de los puzles que, a pesar de esta limitación, son muy creativos, pudiendo darnos muchos quebraderos de cabeza en más de una ocasión, sobre todo en las ocasiones que tengamos que recuperar algún recuerdo de sangre que se nos haya quedado por detrás. En algunos puntos, el juego nos pide hacer una ofrenda de sangre, bastante macabra por cierto, pero necesitando haber conseguido un número mínimo de recuerdos de sangre. Es en estas ocasiones cuando tenemos que recurrir al ingenio para poder alcanzar al cadáver que tiene el preciado recuerdo y que suele estar en lugar bastante inalcanzable de primeras.
El problema en la resolución de los puzles, estando la mayoría muy bien planteados, viene dado porque no todos siguen las mismas reglas y no se nos explica qué tenemos que hacer. Como ejemplo, a veces podemos atravesar muros pero la mayor parte del juego esto no es posible por lo que es probable que no se nos ocurra esta posibilidad hasta que ya hayamos descartado el resto de opciones o incluso simplemente lo hagamos por error. En otras ocasiones, los objetos que hayamos conseguido aparecen en otra parte de la sala después de morir e incluso se esconden detrás de otros objetos del escenario por lo que tenemos que estar pendientes de que aparezca la señal de exclamación que nos avisa que hay un objeto ahí.
Hablando ya del aspecto técnico, el juego presenta un diseño artístico muy peculiar que recuerda mucho a pinturas con acuarelas, dando prioridad a los colores grises y dejando en un primer plano el rojo que debe utilizar Rose. A pesar de su aspecto desenfadado e infantil, el juego utiliza a veces recursos muy macabros, sobre todo en las infinitas muertes de nuestra protagonista, que nos recuerda que no es un juego para niños. Uno de sus mayores inconvenientes en la limitada paleta de colores que utiliza el juego. A unos escenarios muy simples, se le une el que sólo utiliza matices de grises para representar las diferentes salas, y aunque el castillo tiene diferentes habitaciones, sólo cambian algunos detalles, cayendo rápidamente en la monotonía y dando la impresión de estar recorriendo el mismo escenario una y otra vez.
La animación de los personajes, creada totalmente a mano, aunque muy suave es muy limitada e incluso cuando éstos caminan parece que se deslizan por el escenario, dando la sensación de patinar por el suelo, aunque esto podría considerarse un fallo menor al que nos acostumbramos rápidamente.
En cuanto al sonido, el juego nos presenta melodías muy melancólicas acorde a la triste historia que nos relata el título. La banda sonora es muy agradable pero al igual que los gráficos, siguen una línea que termina haciéndolas demasiado parecidas entre ellas, por lo que al cabo de un tiempo parece que estamos escuchando siempre la misma partitura.
La historia del juego, si bien no es especialmente original, está relatada a modo de cuento y tiene algunos giros argumentales interesantes pero se nos cuenta de una forma bastante original, gracias a los recuerdos de sangre, que podrían ser más relevantes si no fuera por lo complicado que es conseguir algunos de ellos, siendo posible que, si andamos cortos de paciencia, desistamos en la obtención de todos dejando la historia de Rose incompleta, aunque el juego nos permite volver a repetir las salas y nos marca dónde hemos dejados recuerdos por conseguir, haciendo la tarea algo más sencilla.
En resumen, A Rose in the Twilight es un buen juego de puzles para aquéllos que busquen una propuesta desafiante y no arrastra los problemas de control que incluía The Firefly’s Diary, pero tenemos que ser conscientes de sus limitaciones. A pesar de que el conjunto artístico, formado por diseño gráfico, banda sonora e historia, funciona muy bien creando un producto bastante competente, aún nos queda la duda de si podría haber contado con un poco más de ambición en alguno de sus aspectos, como la limitada animación de los personajes o una mayor variedad de escenarios. Así, aquéllos que hayan disfrutado de otros títulos de Nippon Ichi o sean seguidores de los juegos de puzles, encontrarán a A Rose in the Twilight, un título muy digno y gratificante de finalizar. Eso sí, tenemos que tener en cuenta que el título nos llega íntegramente en inglés, lo que puede resultar en una dificultad añadida .