¿Alguna vez os habéis enfrentado a un juego esperando algo malo de él para luego dejaros llevar por lo que te suscita el vínculo que acabáis creando juntos y alejándote del ruido que hay fuera? Las expectativas son traicioneras. Los escenarios mentales que nos creamos en la cabeza suelen cimentarse sobre procesos ansiosos de anticipación, los cuales expanden un umbral de insatisfacción que nunca llega a colmarse del todo por una simple razón: muchas veces, no sabemos ni lo que queremos.
Algo así me pasaba con Skull and Bones por culpa de mi incapacidad para ver qué era el juego en lugar de aquello que esperaba que fuera. Cuando me di cuenta de que el juego no se iba a convertir mágicamente delante de mis ojos en el título de piratas que siempre había soñado; cuando me desprendí de ese egoísmo y entendí que era cuestión de adaptarme yo al juego y no de que el juego se adaptase a mí, no hubo vuelta atrás. Skull and Bones me estaba empezando a gustar.
El juego de Ubisoft es uno de los motivos por los que creo en que todos los juegos tienen salvación y que, en muchas ocasiones, el hecho de que nos gusten o no dependen del momento de nuestra vida en el que nos encontremos con ellos. Ningún juego es bueno o malo per sé, nada nos permitirá nunca lanzar una conclusión así de categórica, porque la verdad es subjetiva y existe una diferente ante cada circunstancia. Por eso, para comprender cuál es la de Skull and Bones, lo esencial fue desprenderme de aquellas ensoñaciones y empezar a afrontar la realidad; partiendo de una cuestión sencilla: qué es el juego y qué no es.
Skull and Bones NO ES Black Flag
Las primeras informaciones que salieron de Skull and Bones hace ya varios años han sido un flaco favor para el juego en el que se ha acabado convirtiendo. Mucha gente se ha perdido en aquel discurso difuso que anticipaba la obra de Ubisoft como si fuese la fantasía definitiva de ser un pirata; algo así como una extensión gigantesca de lo que ya ofrecía Assassin's Creed: Black Flag.
Pero poco queda de aquello que se prometió que iba a ser un principio: en Skull and Bones controlamos a un pirata, pero se usa más como excusa para gestionar nuestro barco que para permitirnos vivir la época de los abordajes desde sus propios ojos. Aquí el 99% del mundo abierto se visita en barco y las veces que podemos tocar tierra con nuestro avatar se concretan en las islas en las que podemos mejorar nuestro navío, o en ciertos momentos específicos del juego donde tenemos que desembarcar en un sitio para recoger un pergamino o hablar con un personaje con tal de que la historia avance hacia delante.
Aunque en los tráilers es evidente que Skull and Bones no es Black Flag, creo que es realmente importante que se recalque esto último a cualquiera que quiera probar al juego: los últimos vídeos de presentación de la obra de Ubisoft son una apología a la sinceridad. No hay trampa ni cartón. Ahora sí, muestran sin sorpresas ni giros jugables lo que el juego realmente es: un MMO de barcos pirata.
Skull and Bones SÍ ES un MMO de barcos pirata
Sorprendentemente, Skull and Bones acaba siendo un juego como servicio bastante sólido dentro de los márgenes que ofrece el género de los MMOs. Quizás el juego llamaría más la atención si Ubisoft hubiera decidido referirse a él por lo que es en lugar de huir hacia delante. Y, si digo esto, es porque, cuando comprendes que todas las mecánicas del juego giran en torno al típico bucle de grindeo de mejorar tu personaje (en este caso el barco) para afrontar desafíos cada vez más complicados con los que obtener nuevos materiales, volver a mejorar tu personaje y repetir, Skull and Bones no solo se convierte en un juego bastante decente, sino en uno con mucho potencial.
Pero, ¿cómo funciona realmente el juego? ¿En qué consiste todo aquello que se oculta tras el discurso compuesto por las quejas que se oyen por ahí sobre aquellos que están empeñados en enterrar la obra antes de probarla? Muy sencillo; la jugabilidad de Skull and Bones puede dividirse en dos componentes: las micromecánicas, que se corresponden con cómo se controla el barco y qué puede hacer, y las macromecánicas, que son todo aquello que lo rodea.
Sobre el barco, Skull and Bones es un shooter
En cuanto a la parte más inmediata de la jugabilidad; aquello que se resume en las acciones que podemos llevar a cabo desde el momento en el que pulsamos un botón con el mando, Skull and Bones es un shooter de barcos pirata donde las batallas navales se pueden simplificar en la combinación de tres factores concretos: tener puntería, saber cómo moverte y conocer a tus enemigos.
Las batallas navales de Skull and Bones son como un baile de ofensivas y retiradas en busca de la recolocación perfecta de tu barco para sacarle el máximo partido posible a la siguiente andanada de proyectiles que vayas a disparar. En este sentido, el aspecto estratégico del juego residen en cómo colocarte frente a los enemigos para protagonizar un intenso intercambio de cañonazos (a veces en situaciones bellísimas, porque el juego es una pasada a nivel gráfico).
Sin embargo, esto no es lo único, dado que también es esencial tener en cuenta qué recursos tiene tu barco a la hora de hacer frente a los de otras armadas y cómo los combinas con los de tus compañeros de grupo con tal de construir un trío de navíos equilibrado y prácticamente infalible ante cualquier confrontación; algo que se desprende de la idea de que en Skull and Bones también hay roles como DPS, healer y tanque, lo cual hace que se acerque un poquito más al género de los MMOs que otros juegos navales bélicos.
Más allá del barco, Skull and Bones es un MMO
Todas las actividades a las que puedes acudir con tu barco están orientadas, de alguna manera, a ese bucle jugable que describía antes. En Skull and Bones, además de las misiones que sigue la trama principal del juego, hay raids contra fortalezas fuertemente protegidas, asaltos a jefes finales que han de abatirse en grupo, eventos aleatorios a los que se puede sumar todo barco que se pase por allí... En resumidas cuentas, Skull and Bones es un mundo persistente y gigantesco donde van ocurriendo cosas ya sean generadas por el propio juego o por los enfrentamientos emergentes que surgen entre los jugadores que se pasean por allí.
¿Cómo sé si me gustará Skull and Bones o no?
Te gustará Skull and Bones sí...
Te gustan los juegos con mundos inmensamente grandes llenos de actividades para hacer ✅
Disfrutas especialmente de los juegos de corte multijugador ✅
Te molan los bucles de grindeo de los juegos como servicio en los que hay que mejorar a nuestro personaje para ir completando misiones cada vez más difíciles ✅
Eres un apasionado de la temática de piratas ✅
Te gustan los juegos de simulación navales (aunque este es mucho más arcade que otros que hay por ahí) ✅
No te gustará Skull and Bones sí...
Esperas un juego de mundo abierto con asedios a barcos enemigos, búsquedas del tesoro en tierra y enfrentamientos a espada y trabuco (no hay nada de eso aquí) ❌
Te agobian los juegos que requieren mucho de tu tiempo para que puedas sacarles el máximo partido posible ❌
No te gustan los juegos de simulación naval o títulos multijugador que estén protagonizados por vehículos ❌
Buscas un título que priorice la historia sobre su bucle jugable ❌
Conclusión
Skull and Bones es un juego sólido, ambicioso en relación a su futuro y con una proyección a largo plazo bastante convincente. Probablemente no sea el juego que muchos esperábamos y, aún así, al jugarlo queda claro el por qué Ubisoft decidió no terminar cancelándolo. En otro universo alternativo habríamos evitado todos los sofocones inconclusos de hype, pero quién sabe lo que nos podríamos haber perdido en el futuro.
Después de haber pasado con él un buen puñado de horas, hay algo en lo que no puedo dejar de pensar. Todas esas horas que invertí en levantar una ceja ante todo lo que veía del juego, las podía haber pasado ilusionándome con él. Pero, ¿quién sabe? Quizás si no hubiera hecho este acto de desprenderme de los prejuicios que tenía sobre él no lo hubiera acabado disfrutando como lo he hecho... o quizás es que me gusten demasiado los piratas. Supongo que nunca lo sabré.
Skull and Bones ha terminado por ser un juego bastante decente para la catástrofe en la que se podría haber convertido. Al jugarlo, se entiende por qué Ubisoft no decidió cancelarlo y darle una oportunidad. Puede que la obra de la multinacional francesa no sea la fantasía de piratas definitiva, pero sí un juego de mundo abierto con toques MMO con una base jugable sólida. No es un juego para todo el mundo, pero solo el tiempo dirá si lo acaba siendo.
Gráficos
Jugabilidad
Personalización
Variedad
A nivel artístico, los paisajes son una pasada
Hay muchas opciones de personalización del barco
El end game del juego es bastante sólido
Con amigos es un juego bastante disfrutable
Algunos sistemas poco inspirados, como recoger recursos con un minijuego simple
La interfaz es algo caótica en según qué circunstancias
Crecí rodeado de naturaleza y campos de trigo, pero con la cabeza llena de historias sobre dragones y planetas lejanos. Después me hice psicólogo para poder fascinarme con las historias de los demás.